A lo mejor nos han puesto en cuarentena para que vuelvan los animales
Ayer nos llegó a la Redacción de ‘El Asombrario’ una nueva carta del niño Guille. Esta vez no quiere pedirle nada al “señor Presidente del Palacio Mayor” porque le ve con cara de mucho sueño. Guille tiene su particular punto de vista: “A lo mejor lo que pasa es que los extraterrestres, que son amigos de los zombis porque son primos, nos han puesto en esta cosa de la cuarentena para que vuelvan los animales que se fueron porque no cabían y los bosques también y todo y así cuando salgamos estaremos en el campo”.
Hola, señor director. Hoy es un poco raro porque no hay cole y dice Nazia que en la radio un señor ha dicho que a lo mejor ya no hay más clases hasta el año que viene, porque está prohibido. Es que tenemos una pandemia, que es como un ataque de los extraterrestres pero distinto, porque solo vino una nave con un marciano para comprar unas cosas porque era domingo, pero como estaba resfriado, estornudó sin querer en la frutería del señor Li y se le cayeron unos mocos en los kiwis y dice Nazia que como ahora comemos mucha fruta porque no se pueden comer bollycaos en el recreo pues bueno.
Desde hace unos días no nos dejan salir a jugar a la calle. Por la mañana, después de desayunar, me asomo a la ventana y están todos muy callados, como si fuera un día de fiesta muy temprano pero todos los días, y ayer vi un jabalí que se paseaba por el parque de la plaza y dice Nazia que si nos quedamos más días sin bajar, a lo mejor vendrán ciervos y hasta delfines, porque si se saca la estatua que está en medio de la fuente seguro que cabría. Pero hay una cosa mala: papá no está de buen humor. Bueno, nunca lo está, pero ahora es peor. Es que dice: “Ya lo que nos faltaba, tener que estar encerrados y sin poder ir al gym ni nada”. Y luego también: ”Esto es culpa de los chinos”, y después: “La culpa de todo la tiene el gobierno” y más cosas, pero todas con la culpa, porque me parece que no se decide. Algunas veces jugamos a las cartas y a otras cosas en Internet, pero jugar con papá no es divertido porque si no gana dice “bueno, mejor jugamos a otra cosa” y cambia de pantalla muy rápido y ya no tengo puntos y vuelta a empezar.
Lo que pasa es que en la tele siempre sale el mismo señor del telediario que nunca se acaba con las gafas y la cara de pena, diciendo que ve muertos por todas partes, como en las películas de los zombis que le gustan a tío Eduardo, y por eso ahora por las noches tengo pesadillas y a veces me hago un poco de pis. Nazia dice que a ver si resulta que como ya no quedan muchos cines y los zombis son pobres y pasan hambre porque no les pagan, se han enfadado y se han escapado y claro, quieren que les den el paro, que es como un carné para subir al metro gratis pero que sirve para la comida y el teléfono y las chuches.
Y también pasa otra cosa: ahora, como no pasan coches, hay más ambulancias. Desde la ventana veo muchas y ayer una se paró delante del portal, se bajaron dos astronautas y entraron al edificio y salieron con la señora Ribas en una camilla. La señora Ribas vive en el segundo b y tiene ochenta años o casi ciento veinte y cuando papá se asomó y la vio salir me dijo que no pasaba nada, que se la llevaban para hacerle unas pruebas. “Como lo de la ITV, pero en persona mayor”, dijo. A mí me dio un poco de rabia, porque yo no sabía que había que esperar a ser tan mayor para poder hacer las pruebas para ser astronauta, aunque también me alegré por la señora Ribas. Es que seguro que aprueba, porque cuando era joven fue maestra en un pueblo de Segovia y le dieron un premio y todo porque en la guerra salvó a dos familias en su sótano y claro.
Bueno, señor director, me parece que hoy no quiero pedirle nada. Es que ayer, cuando cenábamos delante de la tele, salió el señor Presidente del Palacio Mayor y también había un señor más bajito con unas cejas muy gordas que se movían solas y que tenía la voz gastada y yo creo que tenían los dos mucho sueño o tenían la gripe porque estaban muy serios con fiebre y me pareció que a lo mejor a ellos también les gustaría que en las calles hubiera jabalíes y ciervos y delfines y más animales menos los venenosos porque si ponen venenosos entonces ya no se puede. Y a lo mejor lo que pasa es que los extraterrestres, que son amigos de los zombis porque son primos, nos han puesto en esta cosa de la cuarentena para que vuelvan los animales que se fueron porque no cabían y los bosques también y todo y así cuando salgamos estaremos en el campo y podremos beber agua del río y quién sabe, a lo mejor oímos cantar los pájaros como ahora y la señora Ribas está en la luna con los americanos de Nueva York del Norte y desde allí se pone muy contenta porque ella siempre quiso tener un koala en el balcón de su casa pero nunca le dejaron.
Ojalá.
Comentarios
Por Odalus, el 31 marzo 2020
¡¡Que lindo y triste ???? ???? ????, es como si la madre naturaleza reclamará sus sueños de primaveras y paz ¡¡¡Dios permita todo termine pronto y podamos salir a la calle y volver a ver entre los mejores regalos las sonrisas de los niños¡¡¡
Por Jesús, el 31 marzo 2020
Era una noche de cuarto creciente,el nordeste se metía por debajo de la puerta, ya era tarde, casi amanecía,pronto empezarán los pájaros a desperezarse, a buscar un charco del cual beber.
Se oye el grito del corzo en el Monte Redondo, a veces, en la oscuridad,me entran escalofríos al escucharlo,tan desgarrador y salvaje,pero luego me acuerdo que es vegetariano. Estoy fuera, mirando al cielo ,hace un frío que pela pero estoy mirando las estrellas,ya sabes, el carro, las tres Marías y a ti.
Por Marcelo, el 31 marzo 2020
Que fabuloso y tan gracioso es el comentario de éste niño, hahahaha!! Me encanta!
Por María Arranz, el 31 marzo 2020
Me parecen unas historias increíbles y retratan el pensamiento fantástico de los niños.
Por Eva, el 31 marzo 2020
Ojalá todos vieran el mundo como Guille. ????
Por Carmen, el 31 marzo 2020
Gracias Alejandro.
Qué suerte haberte conocido, a ti y a tus palabras, que nos llegan al corazón.
Por Carmen, el 31 marzo 2020
Gracias Alejandro.
Qué suerte haberte conocido, a ti y a tus palabras, que nos llegan al corazón. Eres grande.