Así desaparecerá el patrimonio cultural si no frenamos la crisis climática
Hace unos años que la UNESCO lo lleva advirtiendo: la crisis climática también está afectando al patrimonio cultural. El aumento de temperaturas, la subida del nivel del mar, los incidentes meteorológicos extremos, las sequías, el mayor riesgo de incendios o las lluvias cada vez más ácidas están teniendo impactos directos en tesoros que todos conocemos. En especial alerta roja enclaves tan simbólicos como Venecia, Cartagena de Indias, las Islas Galápagos, el castillo de Edimburgo y los moái de la Isla de Pascua.
Por ello, en el informe titulado ‘Patrimonio mundial y turismo en un clima cambiante’, ya avisaban de que no superar los límites fijados de temperatura del Acuerdo de París era “de vital importancia para la protección de nuestro patrimonio mundial para las generaciones actuales y futuras”. Y en él desgranaban un total de 31 lugares culturales y naturales, pertenecientes a 29 países, que se encuentran en una situación de vulnerabilidad.
Espacios únicos, con mucha historia detrás, como Venecia, las Islas Galápagos, la Región Floral del Cabo en Sudáfrica, la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, el Parque Nacional de Shiretoko en Japón o diferentes arrecifes de corales, como los de las islas de Nueva Caledonia, entre otros muchos. También las estatuas de las Islas de Pascua, de las que apuntaban que “están en riesgo de perderse en el mar debido a la erosión costera”.
La subida del nivel del mar, su peor enemigo
Unas desapariciones que ya no es necesario imaginarnos. Y es que, gracias a la herramienta creada por Google Arts & Culture y CyArk, ahora podemos comprobar al detalle cómo cinco de estos lugares van a perderse si no actuamos pronto. En todos los casos, afectados por las lluvias y la subida del nivel del mar.
El proyecto, que se conoce como Heritage on the Edge, está formado por un total de 50 vídeos y documentos, modelos tridimensionales, imágenes tomadas por drones, entrevistas a expertos y a lugareños y visitas virtuales guiadas que ayudan a entender el deterioro que supondrá la crisis ambiental sobre ellos.
Uno de estos patrimonios culturales que muestra la herramienta son las estatuas de las Islas de Pascua, los conocidos como moáis y sus plataformas ahu. A través de la herramienta podemos apreciar cómo estas esculturas están sufriendo una fuerte erosión por la subida del nivel del mar. Más de mil obras que tienen un importante significado para la población de la isla por su componente sagrado, además de la relevancia para el turismo, que acabarán cayendo al mar.
También por culpa del agua, pero esta vez por la erosión de la roca sobre la que se asienta y la subida del nivel de las subterráneas, el castillo de Edimburgo se encuentra en peligro. Esta fortaleza, tesoro de la ciudad que lleva su nombre, es su principal atractivo. Recibe más de dos millones de visitas al año y es una auténtica joya tanto por la historia que guarda como por su ubicación. Un volcán apagado desde donde se pueden apreciar unas vistas magníficas de la urbe.
Inundaciones y más inundaciones
Bagerhat, la conocida como ciudad-mezquita de Bangladés, se encuentra en situación de peligro por las inundaciones. Este lugar, que se creó hace más de 600 años, nació en los márgenes de los Sundarbans y es fruto de la voluntad social y la devoción religiosa. Una creación que está estrechamente ligada a la conquista musulmana del Sudeste Asiático. Pero su fin puede llegar rápido, ya que las inundaciones de agua salada están causando una fuerte erosión en las construcciones.
En la costa meridional de Tanzania se localiza una maravilla africana en peligro: Kilwa Kisiwani. Descrita por un viajero del siglo XIV como “una de las ciudades más hermosas y elegantes”, esta urbe costera se encuentra cada vez más deteriorada por la erosión provocada por la subida del nivel del mar, que se ha visto agravada por las malas prácticas locales de uso del terreno. Unos hechos que han supuesto la pérdida de estructuras y de varios yacimientos arqueológicos. Una destrucción contra la que ya están luchando en la zona con la plantación de árboles y la construcción de muros para frenar el mar.
El último patrimonio en peligro que muestra la herramienta de Google es el de la ciudad de Chan Chan, que fue la capital del reino chimú, el cual ocupaba casi 1.000 kilómetros en las costas de Perú y Ecuador. Unas construcciones que fueron levantadas en barro y adobe, lo que las convierte en las mayor del mundo de las hechas en este material. Pero esta característica quizá quede pronto en el olvido, ya que las fuertes lluvias están provocando que algunas de ellas se estén derrumbando.
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