‘Diagonal’ y otros 20 proyectos comunicativos dan el salto en 2017
Les dicen que es imposible y responden: “Ya lo estamos haciendo”. Con ese impulso, el colectivo editor de ‘Diagonal’ se ha despedido del periódico tras 12 años de trayectoria para dar el salto. Un salto de la mano de otros 20 proyectos comunicativos y movimientos sociales, que se unen para crear un trampolín propio de periodismo cooperativo.
Se preguntaron: ¿Hasta dónde podemos llegar si nos ponemos de acuerdo? Y a finales de noviembre dieron a conocer la iniciativa. Lo llamaron El Salto. Un paso con el que desaparecía el periódico Diagonal en diciembre tras 12 años de existencia para dar lugar a otra cosa en este 2017: un medio propio, un gran medio, gestado por más de 20 proyectos de comunicación alternativos (entre ellos, El Salmón Contracorriente, Pikara Magazine, AraInfo, o la revista Pueblos).
Lo hacen desde la lógica de la cooperación y no desde la competencia, como explica Izaskun Sánchez Aroca, periodista del colectivo editor Diagonal. “Queremos cooperar y no competir con un montón de medios que comparten nuestros principios de horizontalidad, independencia y calidad, medios que funcionan con criterios éticos de publicidad o financiación. ¿Qué sentido tiene que compitamos? ¿Por qué no cooperar con esos proyectos y sumar esfuerzos y recursos para llegar a más gente? ¿Por qué no construir un medio que sea propiedad de las personas?”.
A partir de ahí articularon la propuesta del salto y comenzaron a sumar esfuerzos como alternativa a la lógica neoliberal de competencia en la comunicación. Un medio con otras reglas: sin financiación de grandes empresas, con muchos más recursos y capacidad de incidencia, que contribuya desde la comunicación y el periodismo de calidad a la transformación social. Como indican en el blog saltamos.net, “un medio democrático, de propiedad colectiva, descentralizado, con nodos locales y medios territoriales aliados, financiado por la gente”.
Para conseguirlo (la idea es publicar un mensual en papel a partir de febrero junto a contenidos audiovisuales, radiofónicos y digitales) han lanzado una campaña de accionariado popular. “La respuesta ha sido espectacular y estamos en un momento muy ilusionante”, afirma Sánchez Aroca. “Hay una lógica en el mercado que nos ha dicho que hay que competir por la publicidad, por las audiencias, por la información. Nos situamos en otro lado y resulta que la gente se suma, notamos muchas ganas de apoyar una iniciativa así. Nos unimos para llegar más lejos”.
Dan así respuesta a una parte de la sociedad que demanda información de calidad «ante el actual panorama antiperiodístico de los medios de comunicación masivos tradicionales». Y abordan este proceso recorriendo un camino de baldosas amarillas (como muestra el vídeo de lanzamiento de la campaña), reivindicando también un periodismo hecho desde la alegría. “A veces, hacer periodismo vinculado a cuestiones sociales o con voluntad transformadora parece que se asimila a una comunicación negativa, densa o compleja, con cierto halo de sufrimiento y con un gran componente desmovilizador para los lectores y lectoras. Se corre el riesgo de que todo parezca tan negativo y catastrófico que cualquier cambio o intervención por nuestra parte no se vea como posible. Eso puede ser muy frustrante. Con El Salto queremos reivindicar esa parte disfrutona de hacer periodismo y de leer, de escribir sobre lo que nos importa y nos afecta a nosotras y a la gente a la que nos queremos dirigir”, comenta la periodista sin caer en ingenuidades. “El camino de baldosas amarillas es complejo y la realidad tiene muchas aristas. Hay que encontrar ese equilibrio entre el rigor, la contundencia, la creatividad y el disfrute, pero, sobre todo, la información no debe ser un cilicio para quien la hace ni para quien la lee”.
Diagonal nació en 2005, a la izquierda de El País, cuando no existía ningún medio que ocupara ese espacio. En los últimos años, ante un panorama cambiante y con la aparición de nuevos medios pequeños, era necesario cuestionar la incidencia que el periódico tenía y plantearse la necesidad de llegar a más gente. Uniéndose. Porque creen en la comunicación como herramienta de transformación social. “Nuestra apuesta es acompañar distintos procesos que se dan en la sociedad movilizada, la que en muchos casos, como hizo el 15M, logra romper los consensos sociales y llevar al cambio. Por eso apostamos por una información útil que contribuya a alimentar los debates sociales y a poner en el centro de la agenda cuestiones que responden a los intereses de las personas y no de las empresas o los partidos políticos”. Lo contrario a lo que sucede en las grandes empresas de comunicación. “Los medios forman parte de los procesos de socialización de las personas, generan relatos y narrativas de la realidad. Por lo general, los grandes grupos mediáticos responden a la agenda de partidos políticos o de sus accionistas y anunciantes, que además suelen ser bancos y multinacionales. El sesgo de cada medio lo comprobamos a diario con las reacciones de muchos periódicos y televisiones a las iniciativas de los ayuntamientos del cambio, el tratamiento de las violencias machistas o la criminalización de la población refugiada que intenta llegar a Europa”.
En un momento de luchas y cambios sociales, de despertar político, de construcción de alternativas, del “terreno de lo posible” del que hablaba Galeano, le toca también al periodismo despertar. “Vivimos en una sociedad en la que imperan lógicas capitalistas que incitan a la velocidad, la competitividad, el individualismo, la exclusividad o el sálvese quien pueda. En los medios ocurre lo mismo y ahora mucho más con las redes sociales. Nuestra apuesta es salir de todo eso y que primen criterios de responsabilidad social a la hora de hacer periodismo. La trayectoria de Diagonal y de otros proyectos que forman parte del salto demuestra que eso es posible”.
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