Sandra y Modesto, ejemplo de activismo ambiental comunitario en Latinoamérica

Sandra y Modesto son dos activistas de Honduras que visitaron Galicia esta primavera gracias al proyecto Futuro en Común.

La hondureña Berta Cáceres sigue resonando con fuerza en el activismo medioambiental, no sólo por sus logros –fue galardonada en 2015 con  el Premio Medioambiental Goldman–, sino sobre todo por su trágica muerte con arma de fuego en 2016, tras un hostigamiento que duró años y que ella misma había denunciado. Según la ONG Global Witness, entre 2010 y 2017, fueron asesinadas más de 120 personas en Honduras por oponerse a proyectos empresariales, convirtiéndose ese año en el país más peligroso del mundo para el activismo ambiental. Sin embargo, siguen existiendo personas llenas de valor que practican este activismo, aun a riesgo de perder la vida. Sandra y Modesto son ejemplo en este aspecto, dos activistas de Honduras que visitaron Galicia esta primavera gracias al proyecto Futuro en Común.

Sandra Reyes es subcoordinadora de dos organizaciones, el Grupo Impulsor Pespire (que sería algo parecido a una plataforma ciudadana o vecinal) y el Movimiento Ambientalista Social del Sur por la Vida MASS-Vida, plataforma constituida por organizaciones de la sociedad civil del sur de Honduras. Por su parte,  Modesto Ochoa es  un  pescador artesanal y agricultor de casi 60 años, uno de los fundadores y actual presidente del Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (uno de los puertos naturales más grandes e importantes del mundo). Ambos pudieron estar en Galicia recientemente y reunirse con numerosos colectivos de defensa de la tierra, como por ejemplo plataformas vecinales contra la minería, eólicos o la contaminación de las rías.

“Honduras es un país pobre, pero muy rico en recursos, tanto que, a pesar de todo lo que se han llevado, todavía siguen llegando empresas a nuestro territorio para buscar más”, explica Modesto.

Sandra Reyes está bajo el programa de protección nacional del gobierno de Honduras, pero no confía en él. “Un día tuve un problema, llamé, pero nadie me cogió el teléfono”. Sin embargo, se niega a renunciar a él, porque es responsabilidad del gobierno protegerla.

“Los cuidados son entre la comunidad. Si alguien llega preguntando por mí nadie de mi comunidad le va a decir dónde vivo. Si vamos a una manifestación o un corte de carreteras y preguntan quién es el líder de la acción, todas y todos somos los líderes”, nos explica. También existen organizaciones internacionales que se ocupan de defender a quien defiende, que ofrecen asesoramiento legal y una red de abogadas voluntarias siempre dispuestas a ayudar.

Modesto siempre apela a los trabajos científicos y a las investigaciones de las universidades, a las que considera aliadas, y de mano de esos estudios advierte una y otra vez que “el planeta no soporta la presión al que lo sometemos”. “Es cierto que corremos un riesgo por defender la tierra”, admite, “pero si no lo hacemos nosotros, las comunidades, ¿quién lo va a hacer? Trabajamos concienciando a la población, empoderándola, porque cuando no estemos nosotros, cuando no estemos ni Modesto ni Sandra, habrá otras personas que seguirán con nuestra lucha. Se puede perder una vida u otra, pero no podrán matarnos a todos. Si entendemos el porqué, el para qué y para quiénes emprendemos esta lucha, habrá relevos generacionales que tomen esta bandera. El objetivo no es crear herederos, sino sustitutos que nos vengan a relevar en esta lucha”, concluye, seguro de que ese es el único camino a seguir.

“La concienciación comienza en la familia”, apunta Sandra. El relevo generacional comienza por la educación desde la base. Para Sandra y Modesto es fundamental que las niñas y los niños aprendan desde pequeños las consecuencias de no cuidar la tierra y el planeta. “Como defensora de la tierra, nunca sabemos lo que puede pasar, podemos morir, podemos ser encarcelados, pero si no defendemos nuestro territorio, nuestros recursos, el agua, la tierra, lo que es nuestro, ¿qué le vamos a dejar en herencia a nuestros hijos y a nuestros nietos? Como madre, siempre les digo a mis hijos que ellos tienen que formar parte de esta lucha social y siempre les inculco la necesidad de proteger y cuidar nuestros recursos. Cuando hay una manifestación, mi familia es la primera que está ahí, con las niñas y los niños, a pesar de que es peligroso, de que pueden atacar con gases lacrimógenos, pero vamos toda la familia, mis hermanas, mi madre, sus esposos”.

Una de las actividades más emocionantes de la gira gallega que ambos activistas llevaron a cabo  fueron dos visitas a dos centros educativos gallegos, el IES Ribeira do Louro, en O Porriño, Pontevedra, y el CEIP Balaídos de Vigo, de la mano del profesorado de Teachers for Future Spain, el colectivo de docentes que trabaja en la educación ecosocial. Para Sandra, el trabajo de base es fundamental, ella también realiza este tipo de charlas en Honduras como voluntaria y su conexión con las niñas, niños y adolescentes fue inmediata.

Sandra y Modesto plantan un roble junto con el alumnado del CEIP Balaidos.

El relato de Sandra y Modesto tiene mucho que ver con la realidad que se vive en las aulas de las escuelas hoy en día, donde conviven niñas y niños de todo el mundo, que han tenido que migrar forzosamente de sus territorios junto con sus familias.

En cuanto comienza la charla, son las y los pequeños los primeros en hilar ideas y comienzan a levantar la mano. Sandra cuenta que el sur de Honduras está lleno de monocultivos de sandía y  melón que ni siquiera se consumen allí, son todos para exportar. “Mi madre es de África y ella sólo compra fruta de temporada”, añade una pequeña. Modesto cuenta cómo sus hijas se han visto obligadas a emigrar a España y Estados Unidos, porque en su país no hay futuro; un montón de manos se alzan y comienzan a escucharse nacionalidades. “Es importante entender que nadie deja su país porque quiere”, concluye Modesto.

Precisamente, sobre desplazamientos relacionados con efectos del cambio climático el último informe sobre migraciones climáticas publicado por Ecodes cifra en 30,7 millones los desplazamientos relacionados con eventos meteorológicos  o climáticos en 2020. Asimismo, se calcula que para 2050 el número de personas migrantes internas por motivos climáticos podría ascender a 216 millones. Respecto a esto, el citado colectivo de docentes ha elaborado materiales didácticos sobre migraciones climáticas en colaboración con Open Arms.

“Nuestra casa común sufre cada día amenazas y se está destruyendo. Está en peligro la población, sus medios de vida y la biodiversidad de estos territorios”, subraya Modesto. Los dos explican que no están en contra del desarrollo; al contrario, pero que es necesario hacer las cosas bien, lo que supone “que las poblaciones y las comunidades sean consultadas y se respeten nuestros derechos”, añade Modesto.

La declaración de las Naciones Unidas garantiza el derecho de los pueblos indígenas y tribales a decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera. “Muchas empresas llegan a nuestros territorios con promesas de desarrollo económico que no son reales”, denuncia Sandra. “Desarrollo para la comunidad sería que la energía de las hidroeléctricas, de las eólicas y las fotovoltaicas fuese para nuestras comunidades y no se la llevasen fuera. Desarrollo sería que el oro de nuestras minas sirviese para que la población pudiese hacer y vender aritos y collares, no para que se lo lleve la empresa y aquí sólo quede la contaminación”.

Sobre la gira, Sandra y Modesto coinciden en señalar que “este es el camino”, “es una lucha global”. “Es imprescindible que las comunidades se articulen y organicen y que la lucha de otros sea la mía y la mía sea la de otros”, concluye Sandra. “Seamos siempre las piedrecitas en sus zapatos”, anima con una sonrisa, para concluir, Modesto.

Miriam C. Leirós es coordinadora y portavoz en Teachers for Future Spain.

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  • Boletín Oficial ESFeiro: xullo 2023 - ESF Galicia

    Por Boletín Oficial ESFeiro: xullo 2023 - ESF Galicia, el 13 julio 2023

    […] Sandra y Modesto, ejemplo de activismo ambiental comunitario en Latinoamérica […]

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