El arte infantil se hace grande con monstruos, hormigas y niños salvajes
Olga de Dios es una creadora compulsiva. Elena Hormiga, impaciente, enseguida tiene que ver materializado lo que piensa. A Adolfo Serra le gusta experimentar y ver qué sale de los fallos que comete, porque de ellos aprende. Estamos hablando de tres famosos ilustradores de libros infantiles. Tres grandes del arte infantil. Los tres van a coincidir durante un mes en la galería madrileña de arte emergente Mad is Mad, en la exposición colectiva ‘Mad, un pequeño gran planeta’.
En Mad, un pequeño gran planeta, que se inaugura este sábado, los tres artistas van a deconstruir el mundo del álbum ilustrado para que niños y niñas descubran qué hay detrás de ese cuento que cada día les acompaña antes de irse a dormir. Porque en cada libro no sólo hay una historia que transmitir; hay un autor, mucho trabajo y dedicación, unas experiencias previas y unas técnicas… que hacen posible el sugerente resultado final.
Los tres quieren hacerles ver a los niños que crear un libro ilustrado lleva más tiempo del que parece. Que hay que realizar trabajos de investigación, de exploración, de experimentación, y que durante todo este proceso piensan mucho en ellos. Tanto es así, que cualquiera de los libros que han creado ha conseguido conectar muy bien con el público menudo y, en compensación, han recibido importantes premios.
Olga de Dios, que es la primera vez que expone y pone a la venta su trabajo, viene del mundo de la Arquitectura y del Diseño gráfico; se formó para esta nueva faceta de su vida en la Escuela de Arte 10 de Madrid, tras comprender que a ella lo que realmente le gusta es pintar, pero pintar de forma compulsiva. Su modus operandi de crear es, tras dar vida a miles de nuevos personajes, buscar en qué historias pueden encajar mejor; dependiendo siempre de lo que quiera transmitir.
Sus historias, escritas por ella misma, están contadas con gran sencillez, frases cortas y muy directas para que el mensaje llegue claro a los más pequeños. Todas las ilustraciones de sus libros son digitales, pero siguen técnicas tradicionales, es decir, que antes de dar el salto a la tableta gráfica, trabaja con lápices, ceras, rotuladores, acuarelas. De hecho, para los monstruos que veremos en su exposición en Mad is Mad, el material utilizado son las famosas ceras Marley, que tanto y tan bien nos acompañaron en nuestra etapa escolar.
Monstruo Rosa, editado por Apila Ediciones -premio Apila y Premio Triángulo Cultural 2014-, y Buscar, editado por NubeOcho, son dos libros muy optimistas y divertidos que abordan el mundo de la diversidad, entendiendo la diversidad como algo que enriquece a la persona y a la sociedad en la que vive. Dos libros donde se transmite el valor y la importancia de la diferencia.
Olga de Dios quiere que sus libros sean una herramienta de transmisión de valores solidarios. Monstruo Rosa parte desde una perspectiva muy personal, casi autobiográfica, “donde como mujer y lesbiana, había unos sentimientos que quería transmitir”. Perspectiva que consigue a la perfección al utilizar seres monstruosos, personajes con los que todo el mundo se puede sentir identificado. «Así, todo el mundo entiende el mensaje y cada uno puede llevarlo al territorio de la diversidad que mejor le convenga y hacerlo suyo. Desde la diversidad afectivo-sexual a la diversidad cultural, sin olvidarnos del resto de diversidades que existen».
Elena Hormiga, autodidacta en el campo de la ilustración de libros, procede del mundo informático. Pensar que su vida iba a transcurrir siempre igual, rodeada de aburridos softwares y monitores de ordenador, la empujó a decidir cambiar de profesión.
Sus libros siempre surgen por anécdotas o por situaciones graciosas que le hayan sucedido y que luego desarrolla para ver qué ocurre. Así nació El hombre que quiso conocer a la Luna, premio Internacional de Ilustración Edelvives, y ¿Habrá un ratón?, también en Edelvives.
Hormiga, a pesar de su nombre artístico, se define como una ilustradora impaciente: “Si lo pienso, lo tengo que ver hecho enseguida”. Parte siempre de bocetos muy sencillos en papel y, a partir de ahí, empieza a trabajar con diferentes materiales, lápiz, tinta, collage… y, por último, entra en acción el ordenador, donde termina de componer cada página y realiza los ajustes finales. “Durante el proceso de creación vives en una nebulosa, en la que no sé muy bien lo que va a salir. Unas veces veo dibujos, otras palabras, otras conceptos, hasta que sale por fin el libro”.
Suyas son también las ilustraciones de Toletis (12 cuentos escritos por Rafa Ruiz para niños de 7 a 107 años), que acaba de ser reeditado por NubeOcho y MadLibro, donde se trata a la naturaleza como un amigo más de un grupo de niños, un personaje más que piensa y siente, que respira y ríe, que llora y habla, que nos da muchas lecciones a poco listos que seamos y queramos atender. La obra que presenta Elena en Mad, un pequeño gran planeta, está llena de referentes a la naturaleza.
Adolfo Serra salta a la ilustración desde el competitivo mundo de la publicidad y aún no sabe si llegó a la literatura infantil por accidente o de forma premeditada. Siempre le había gustado pintar, dibujar…, así que un buen día dejó su trabajo y se matriculó en la Escuela de Arte 10 de Madrid; desde entonces anda entre hojas de papel.
Cuando crea, tiene siempre muy presente en su mente a los niños. Para cada nuevo trabajo que emprende piensa muy bien qué es lo que quiere contar; como a Olga de Dios y a Elena Hormiga, le gusta ser el autor de los textos que forman el libro junto a las imágenes. Empieza pensando la idea, tomando decisiones. Luego pasa a su cuaderno, donde experimenta haciendo bocetos. “No tengo un estilo fijo, me divierte probar. Me gusta indagar en qué técnica puede expresar mejor aquello que quiero contar”. Y siente predilección por volver a utilizar técnicas muy de niños, a pesar de que sus amigos piensen que se le ha ido la cabeza por retomar esos materiales tan básicos: ceras, lápices de colores, recortables… “Me gusta trabajar sobre el papel, donde hay mucho de humano, de ensayo-error. En el papel no se pueden deshacer los errores, hay que tirar para delante y ver cómo lo resuelves. No hay tantas posibilidades como con el ordenador; es limitado, te toca decidir”.
Su Caperucita Roja (editorial Narval) nace como trabajo final del ciclo de ilustración en la Escuela de Arte 10 de Madrid; el resultado no ha dejado de ser elogiado y de recibir premios. Recientemente recibió el Premio de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana al Arte Editorial 2014 en la categoría de Álbum Ilustrado.
En su serie Los niños salvajes, creada para la exposición Mad, un pequeño gran planeta, veremos niños y niñas libres de prejuicios, jugando tras máscaras, escondidos en paisajes selváticos y donde lo más importante es la libertad. Acompañarán con su optimismo la obra de Olga de Dios y Elena Hormiga.
Tres trayectorias distintas, desde la arquitectura, la informática y la publicidad, pero con un destino común, en el que ahora se encuentran muy a gusto y donde ven que están dando lo mejor de sí y de su capacidad creativa para inventar historias y personajes.
Ellos, que se sienten casi las mismas personas que cuando tenían cinco años, reviven en esta exposición su lado más cercano con la infancia. Dicen que, con el paso del tiempo, se han desencantado de muchas cosas, que la experiencia les ha anulado ciertas ilusiones y que estar con niños y hacer cosas para ellos les reactiva, les ayuda a comprender que la vida es mucho más sencilla. Les gustaría lanzar el mensaje de que da igual las vueltas que des en la vida, que lo importante es hacerlo todo con alegría. “Que los chavales se equivoquen todas las veces que necesiten”. Es su grito de guerra; los tres están completamente de acuerdo en él.
Mad, un pequeño gran planeta nace con el objetivo de que niños y niñas compartan espacio y momentos con los autores. Lo que van a encontrar en esta exposición es una eclosión creativa con técnicas artísticas muy cercanas al mundo de la infancia. Talleres interactivos con Olga de Dios, donde luego los chavales intercalarán sus creaciones con la obra de la ilustradora en la exposición. Y otro con María Ramos, donde podrán confeccionar su primer fanzine. Habrá también presentaciones de libros y cuentacuentos. Coincidiendo con las fiestas navideñas, que si algún sentido tienen es el de recuperar la ilusión por las cosas sencillas, todo un mes dedicado el arte emergente destinado principalmente a los pequeños reyes de la casa.
Mad, un pequeño gran planeta. Exposición y talleres. Inauguración, sábado 13 de diciembre en la galería Mad is Mad. C/ Pelayo, 48 Madrid, de 12.00 a 22.00.
Comentarios
Por David, el 10 diciembre 2014
Espero que tengáis muchas visitas, que podáis presentar a todo los públicos vuestras obras. YO VOY!! Me queda la intriga de como se verá un libro de ilustraciones en una tablet, ordenador,,etc. La sensación debe ser diferente ya que soy de los antiguos, y pienso que un libro hay que tocarlo pasar sus paginas de papel, olerlo,etc. Gracias
ENHORABUENA
Por Paloma Ctrl, el 11 diciembre 2014
Parece interesante esta galería….Nos pasamos en breve 😉
Por Aurora Cascudo Román, el 24 enero 2015
Me encanta, chic@s, os ha salido redonda la expo, no podré verla pero pinta fenomenal, esos monstruos son para mirar y remirar y espolean al niñ@ que llevamos dentro.
bicoos
Por Antonio Hermán, el 16 febrero 2015
Hola Javier. Después de leer tu articulo, me siento que participe en una colectiva donde no aparezco y creo que si uno participa debe de estar presente y se debe de sitar como minimo por respeto a mi trabajo. He recibido correos de personas que pasarón por la galería Mad is Mad felicitándome por el trabajo presentado.Espero que en la próxima tenga más sentido el hilo conductor de la exposición.
Saludos . Antonio