El ‘Big-Bang’ de la Historia de la Literatura Española
La Feria del Libro de Madrid guarda sorpresas tan interesantes como la condensación de toda la Historia de la Literatura Española en un solo volumen de 170 páginas, obra de José Carlos Mainer, o la colección de anécdotas sobre la propia feria vertidas en La novia extraviada, de Javier Goñi.
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Como a la mayoría de ustedes, siempre me ha resultado inimaginable la teoría del Big-Bang (la Gran Explosión). Según esta teoría, que en parte se basa en la de la Relatividad de Einstein, hace algo más de 13.000 millones de años el universo estaba concentrado en un punto del tamaño de la cabeza de un alfiler. Saltó por los aires, es un decir, y ahora los cosmólogos se dedican a captar señales (radiación de fondo) de esos “fuegos artificiales” que nos ha traído hasta aquí.
Salvando las distancias, imaginen ahora una historia de la literatura española en nueve volúmenes, miles de páginas que cuenten cómo fue el origen de nuestra lengua, de las obras de creación más representativas, que incluso llegue hasta las que se escriben hoy, algunas de las cuales serán firmadas por sus autores en la Feria del Libro de Madrid, que comenzó el viernes pasado. Si hacemos el camino inverso al del Big-Bang, ¿sería posible condensar los nueve volúmenes en uno solo de apenas 170 páginas? Casi inimaginable, ¿verdad? Pues es lo que ha conseguido José Carlos Mainer en Historia mínima de la literatura española (Turner), algo que sólo está al alcance de los sabios, y este catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza lo es.
“Pero es hora ya de decir que la historia de la literatura puede ser simplemente otra forma –más consciente, más rica– de leer libros que nos gusten y que nos hablen de la infelicidad o de la dicha, del viaje o del enclaustramiento, de la soledad o de la compañía. Volúmenes que se prestan a otros, se anotan en los márgenes o cuyos fragmentos más llamativos, en otro tiempo, se transcribían en cuadernos manuscritos personales. ¿Cómo narrar a la vez todas las consecuencias de una concepción de la literatura que sea inseparable de la lectura”, se pregunta Mainer en el impagable primer capítulo del libro.
Da gusto leer a Mainer. Guía a los lectores desde San Millán de la Cogolla hasta las obras de hoy. Todos los géneros, incluido el del ensayo. Los críticos son también escritores y algunos son muy buenos, como el propio Mainer.
Esta “historia mínima” es muy recomendable para aquellas personas a las que el bachillerato les anuló cualquier deseo de leer a los clásicos. Quizás ahora, con más años y más conocimiento de la vida, el libro de Mainer les devuelva el deseo de reencontrarse con algunas obras inmortales, de revisar antiguos prejuicios. Pero sorprenderá también a quienes nunca abandonaron nuestro pasado literario, la única forma de entender el presente y de que no te den gato por liebre. A ellos les atrapará la soltura, la amenidad y el retrato que hace Mainer de las obras y autores que conforman la historia de la literatura española, les deslumbrará la perspicacia de este sabio a la hora de narrar, como si nos estuviera hablando de nuestra propia vida como lectores.
Mainer arroja un poco de luz en este momento de incertidumbre y oscuridad en el que vivimos, también en el mundo literario, cuando la revolución digital, la piratería y el mercantilismo siembran dudas sobre el futuro de la literatura y sobre el porvenir y el papel de los escritores, que siempre han oscilado entre el deseo de autonomía y la dependencia del poder, nos dice el maestro. La noción de campo literario, que debemos a Pierre Bourdieu, “nos recuerda que hablar de literatura es hablar de dineros”, asegura Mainer.
De dinero se hablará, y mucho, cuando acabe la Feria del Libro de Madrid. Si quieren conocer anécdotas jugosas sobre esta feria, no dejen de leer La novia extraviada, de Javier Goñi, en este artículo el crítico confiesa que incluso extravió una novia allí.
“Déjenme que les diga que esto es lo que tienen las aglomeraciones: a mí se me extravió una novia en el Paseo de Coches del Retiro, donde las casetas de los libros, un día de aguacero. En un Madrid de aguacero. Una cosa tonta, aquello. Me dijo: “Sujétame la bolsa, haz el favor”. Y es que creía haber visto a una paisana suya, de Tendilla, provincia de Guadalajara. Tendilla sale en Viaje a la Alcarria, de Cela, al parecer hay una placa evocando el alto en el camino: no lo sé, nunca he vuelto, nunca fui, a Tendilla: se me extravió antes de que pudiera comprometerme la novia, aquella, aquel año de aguacero”.
El artículo se publicó originalmente en El Pizarrín, la columna que Goñi tenía en el desaparecido (¡ay, cuanto lo echaremos de menos!) divertinajes.com, un portal digital de cultura pionero, que nació cuando aún se pensaba que la alta literatura e Internet debían ser como una pareja de divorciados que no se dirigen la palabra. Coordinado por Eva Orúe, divertinajes.com abrió el camino a otros medios, como este Asombrario.
Ahora la editorial Siltolá ha tenido el buen acierto de reunir en Milhojas de sentido todos los artículos que Goñi escribió para El Pizarrín, con lo que cobran vida de nuevo y de paso se demuestra que el camino que une el mundo digital y el del papel es de ida y vuelta.
En estas milhojas, Goñi entrevera sus lecturas, desprejuiciadas y vastas (como no podía ser de otra forma en un crítico), su pasión por el cine, con anécdotas sobre su vida personal, y el libro adquiere así una dimensión autobiográfica. Imprescindible, por su sinceridad literaria, la lectura de la última entrada, La dulzura de la vida.
Son pocos los escritores elegidos para narrar con una prosa sinuosa, llena de derivadas (qué horror, esta frase me suena a lo que dicen los tertulianos y políticos en esos debates interminables) y paréntesis, y conseguir que el lector no se pierda, sobre todo cuando nos movemos en el terreno del artículo periodístico o el ensayo. Uno de estos elegidos es el sherpa Javier Goñi. En lugar de guiarnos por el camino recto y trillado para atravesar un libro, el de postal, el que emprenden una buena parte de sus compañeros de oficio, este crítico nos conduce a través de senderos y trochas, a veces incluso hay que atravesar maleza y escalar piedras. Puede que en algún momento nos sintamos perdidos, pero pronto descubriremos que no es así, vislumbraremos el final del camino, felices de haber conocido perspectivas más interesantes, más originales y también más bellas e iluminadoras.
Permítanme que les recuerde algunas firmas en la Feria de editoriales independientes.
# Javier Goñi. Milhojas de sentido. Editorial Siltolá. El lunes 2 de junio, a partir de las 19 horas, en la caseta 31, en Distriforma
# Eloy Tizón. Técnicas de iluminación. Editorial Páginas de Espuma. 1 de junio, caseta 351, Páginas de Espuma
# Ernesto Calabuig. Caminos anfibios. Editorial Menoscuarto. Domingo 1 de Junio, de 12 a 14, caseta 212, Menoscuarto
Y, con perdón, un servidor, que saca nuevo libro
# Javier Morales Ortiz. Ocho cuentos y medio. Editorial Baile del Sol. El miércoles 4 de junio, de 19 a 21 horas, en la caseta 40, Librería Alberti
Comentarios
Por Nely García, el 01 junio 2014
Se puede decir mucho con pocas palabras,» prefiero esa forma de narrar» pero existen otras y todas tienen la misma importancia. Plasmar todos los sentimientos que produce la existencia, como soledad, tristeza, ansiedad y un largo etcétera, de muchas formas diferentes para que todo lector encuentre su afinidad, es lo que importa.
La magia de escribir es reflejar las percepciones, e intentar perfeccionar la técnica, para la satis facción del creador y el regocijo de los lectores.
Las obras literarias son indispensables en las sociedades, y las ferias una fiesta de los libros, que aunque no todos estén invitados, los asistentes puedan disfrutar del contenido.
http://nelygarcia.wordpress.com