‘El caballo de Nietzsche’, un blog por los derechos de los animales

Galgo fotografiado por Alfredo Cáliz.

Hoy esta ‘Ventana Verde’ tiende la mano a un meritorio y exitoso compañero de viaje: el blog animalista ‘El caballo de Nietzsche’, creado en marzo de 2014 y alojado, como ‘El Asombrario’ en ‘eldiario.es’. Hablamos con su coordinadora, la escritora y articulista Ruth Toledano, sobre la importancia de dar voz a los sin voz en un país donde cada año se abandonan 250.000 perros y gatos, y los medios generalistas apenas se hacen eco de ello.

Según los datos que manejan las organizaciones de defensa de los animales, España es el país con más perros y gatos abandonados de la Unión Europea, unos 250.000 al año; y el único sin una ley amplia de protección animal a nivel nacional. La marca España, en cuanto a los derechos de los animales, cotiza muy a la baja en Europa. Y, de hecho, hay campañas masivas en países como Alemania, Inglaterra y Holanda, que nos sacan años luz de progreso en estos aspectos, para adoptar perros y gatos abandonados y recogidos en los albergues españoles.

Para luchar contra la realidad que reflejan datos como éstos, nació hace 16 meses el blog El caballo de Nietzsche. Si entramos, podremos leer artículos que van desde la crueldad en los festejos taurinos y en tradiciones como la matanza del cerdo en los pueblos, desde el cautiverio de los delfines a la industria peletera y el sacrificio de gatos, textos sobre caracoles y gorriones que en muy pocos otros sitios periodísticos podemos encontrar.

Hay principios básicos para las diversas organizaciones de defensa de los animales por los que pelear sin descanso y con intención de aglutinar mayorías, como es que todas las celebraciones en torno a la tauromaquia no se beneficien de subvenciones públicas, del dinero de todos. Calculan que cada año 629 millones de euros se destinan en nuestro país desde las arcas públicas hasta este tipo de festejos. O que las corridas de toros no ocupen las páginas de Cultura de la prensa -«la tortura nunca, nunca puede ser cultura»- ni los horarios de tarde de las televisiones públicas. O que no se permita -ahora incluso se promociona- la asistencia de menores a estos festejos. Admiten que en un país cuya fiesta nacional es la tauromaquia resulta difícil avanzar en la reivindicación de otros derechos, de más sensibilidad para los animales; y de ahí se pasa a permitir que se apalee a un animal de compañía o que cientos de galgos mueran ahorcados.

Hablamos con la coordinadora de El caballo de Nietzsche, la escritora y articulista Ruth Toledano, una de las más entusiastas activistas de los derechos de los animales en España:

¿Por qué hace falta ‘un caballo de Nietzsche’, Ruth?

La situación de los animales en España es dramática. Ellos tienen la necesidad urgente de que los ayudemos. Creemos que la mejor manera es, precisamente, que el mayor número de personas conozcan esta situación, crear conciencia a través de la información. En nuestro día a día de activistas, denunciamos el maltrato que sufren y reivindicamos sus derechos, pero era necesario hacerlo desde el periodismo, desde un ámbito que cuente lo que sucede trascendiendo los círculos de la defensa animal. Llevar a la portada de un periódico generalista como eldiario.es las gravísimas problemáticas que sufren los animales nos parece el escenario ideal para hacerlo. Es de justicia y nos dignifica a todos. Los animales no tienen voz y necesitan la nuestra. Creemos que la información es, junto con la educación y la ley, herramienta esencial para erradicar el maltrato y la explotación de los animales. Máxime en un país donde torturar toros se considera símbolo nacional. Lo que hemos descubierto a través de la extraordinaria acogida de nuestro trabajo (publicamos al menos dos posts semanales, los miércoles y los sábados, con enorme tráfico de lectura) no es solo que fuera un tema sin cubrir (ese fue el motivo de su creación), sino que había en los lectores una gran necesidad de recibir esa información.

Cuando estrenamos el blog, en marzo de 2014, explicamos quiénes somos y cuáles son nuestros objetivos y por qué nos llamamos así, El caballo de Nietzsche.

En diciembre de 2014, la APDDA (Asociación Parlamentaria en Defensa de los derechos Animales) concedió uno de sus premios a eldiario.es por alojar El caballo de Nietzsche. Ignacio Escolar, su director, lo recibió en el Congreso de los Diputados junto a nosotras, sus editoras (la periodista Concha López y yo misma), y en su intervención se refirió a la necesidad de no dejarse engañar, en la práctica del periodismo, por esa falaz objetividad e imparcialidad que equipara a las víctimas con sus verdugos. En el blog publicamos mi discurso de agradecimiento, donde planteo varias de las ideas que me impulsaron a la creación del blog.

¿Algunos ejemplos de esa flagrante vulneración de cualquier derecho de los animales?

Para empezar, la tauromaquia en todas sus manifestaciones (corridas de toros, encierros, becerradas, toros alanceados, ensogados, enmaromados, embolados, al carrer…), que se protege con subvenciones públicas y apoyos institucionales, incluso considerándola Bien de Interés Cultural. Las becerradas son lo más terrible, pues se trata de crías de pocos meses o un año, bebés aterrorizados a quienes gente que ni siquiera son diestros en ello ponen banderillas, empujan, golpean, arrastran.

Y todos los festejos populares que maltratan burros, gansos, pavos (en Cazalilla, Jaén, por ejemplo, se lanzan al vacío desde el campanario de la iglesia y los vecinos pagan cada año una exigua multa por maltrato). En las perreras y albergues hay miles de perros abandonados, la mayoría galgos y podencos maltratados antes por los cazadores. Y, lejos de protegerlos, la nueva Ley de Caza de Cospedal, en Castilla-La Mancha, permite disparar contra ellos, abatirlos con lanzas o utilizar cepos para su captura. Los zoos y delfinarios son auténticas prisiones donde los animales viven cautivos, muchos en pésimas condiciones, y siempre deprimidos. Los animales en los circos ambulantes viven en condiciones terribles, en espacios minúsculos y sometidos a crueles métodos de adiestramientos. Y, por último, el gran holocausto de la industria carnista, las granjas de explotación ganadera masiva y los mataderos, que son auténticos centros de concentración y exterminio, y el transporte en condiciones espantosas. Los cerdos, por ejemplo, son animales extraordinariamente inteligentes y afectivos, y su sufrimiento es extremo. Las vacas son muy mansas y pacíficas, y son terriblemente explotadas por la industria láctea.

¿Pero ha habido algún avance, algo positivo, en la lucha animalista en los últimos años?

En mi opinión, lo más importante es el avance de la conciencia ante esta realidad. Nos consta que cada vez son más las personas que, una vez que reciben la información adecuada –información que los intereses de la industria se esmeran en ocultar, con la complicidad de los medios-, se están replanteando su mirada ante esta realidad, e incluso sus hábitos de consumo. Un hito de la lucha animalista fue la prohibición en Catalunya de las corridas de toros, en 2010. Varias otras ciudades están en el camino del abolicionismo. En los últimos tiempos, celebramos el avance de Galicia hacia el fin de las corridas de toros: ‘Galicia Mellor Sen Touradas’ está ganando el pulso a un lobby taurino que no sobreviviría sin subvenciones:

Ya existen cientos de municipios que se han declarado ‘Libres de Circos con Animales’ y no conceden permisos para que se instalen circos con animales. Y algo muy esperanzador, producto del arduo trabajo del movimiento animalista, es que las nuevas formaciones políticas de izquierdas han incorporado a sus programas, en mayor o menor medida, propuestas avanzadas de protección animal. Queda casi todo por hacer, pero estamos en el camino. Y no hay vuelta atrás, pues una sociedad evolucionada y digna no puede permitir que se maltrate impunemente, y menos por sádica diversión (es sociopatía), a millones de seres que sienten como nosotros, solo por el hecho de que sean de otra especie.

¿Esa esperanza se ha visto reflejada en las últimas elecciones municipales y autonómicas?

Sí, ahora un número considerable de activistas o afines a los derechos animales son cargos electos. Con ellos llega a la instituciones políticas la conciencia de un mundo más empático, más justo y más evolucionado, pues extiende la consideración moral más allá de nuestra propia especie, lo cual, como especie, nos mejora. Porque trata de acabar con el enorme e interminable holocausto al que condenamos a los individuos de las otras especies. Como dijo Isaac Bashevis Singer, Nobel de Literatura que sobrevivió al holocausto judío: “Para los animales, todos somos nazis. Su vida es un eterno Treblinka”.

SIGNUS, COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’

Sobre el autor

Rafa Ruiz

Periodista convencido de que las luces al final del túnel solo se ven desde una perspectiva progresista de la realidad, con un compromiso sólido con la cultura, el arte y el medio ambiente, temas a los que ha dedicado la mayor parte del tiempo de su vida profesional -10 años en 'El País' y 15 años en 'El País Semanal'-. Autor de los libros de cuentos infantiles 'Toletis' y 'Ninoninoni', codirector de la galería madrileña Mad is Mad -centrada en artistas emergentes- y uno de los socios fundadores de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA).

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