El creador de Instagramers no se fotografía los pies en la playa

Phil González, creador de la comunidad Instagramers. © Roberto Villalón

Phil González, creador de la comunidad Instagramers. © Roberto Villalón

El cartel de Fotogenio de esta edición es de altura. El certamen fotográfico que se celebrará en Mazarrón (Murcia) los días 23 y 24 de mayo contará con la participación del fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, cuyo último trabajo, Génesis, hemos podido ver en Madrid hasta el pasado fin de semana. Pero “el mayor encuentro de fotografía en España”, según palabras de su director, cuenta con otras importantes figuras: el fotógrafo de moda y prestigio internacional Eugenio Recuenco, el gurú del procesado digital José María Mellado, el retocador Alberto Yagüe o el experto en fotografía móvil Phil González, un variado plantel que este año tiene un marcado acento masculino.

El festival, que otros años ha acogido firmas como Gervasio Sánchez, Chema Madoz, Cristina García Rodero, Steve McCurry y Ricky Dávila, se encuentra dividido en esta ocasión en tres jornadas de diferente carácter. En la primera expertos como Hugo Rodríguez tratarán cuestiones técnicas y Eugenio Recuenco hablará del salto de la fotografía al vídeo. El segundo será el “día para recordar”, pues a Recuenco se le sumarán Salgado y Mellado, entre otros. La última jornada será la “practicar”, por contar con diferentes talleres.

El director del certamen, Juan Sánchez Calventus, destaca el ambiente de colegueo que se disfruta durante el festival, un ambiente cercano que atrae a muchos profesionales y aficionados avanzados. Eso sí, no olvida el poder del fútbol: la final de la Champions del sábado se podrá ver en pantalla gigante, y las actividades nocturnas programadas para ese día se retrasarán para poder aunar la afición a la foto y el deporte.

Fotogenio es un congreso de intereses eclécticos y con un afán didáctico, que pasa por la fotografía de naturaleza, el vídeo, la fotografía analógica… Pero este año reserva un espacio importante a la fotografía móvil. Para ello ha invitado a Phil González, el creador de la comunidad virtual  de aficionados a la aplicación Instagram llamada Instagramers. Esta comunidad tiene su origen en el blog que creó Phil González a modo de guía para sacar el mayor partido a la app, pero rápidamente sus seguidores se constituyeron en una comunidad para organizar quedadas, eventos, concursos… Hemos hablado con él en la presentación del festival que se ha celebrado en Madrid.

Phil, francés de origen extremeño, de verbo fácil y dulce acento, se introduce así: “Vengo del marketing on-line. He trabajado en muchas cosas diferentes y tengo madera de creativo; me gusta mucho pintar, dibujar, diseño aplicaciones… y la fotografía siempre me ha gustado. También he sido un gran nostálgico de la fotografía. Tengo todas mis fotografías guardadas por años, desde que soy pequeño, incluso de la mili. Todo muy bien archivado. ¡Me encanta!”.

¿Cómo nace Instagramers?

Surgió del hecho de que varios usuarios de Instagram (IG) ponían comentarios preguntado cómo ser popular en la red social, y yo les propuse diez argumentos de cómo tener éxito en la aplicación. Esos usuarios me dijeron que eran unas consejos muy útiles, por lo que decidí trasladarlos a un blog, además de todo lo que he aprendido durante los últimos 15 años sobre Internet . Ese blog comenzó a tener cierto éxito y la gente me empezó a llamar para utilizar su nombre, Instagramers, para montar grupos en sus ciudades. [Aquí se detiene porque le toman una foto y no quiere salir de cualquier manera #cosasaimitardelasestrellasdeintagram]. Una chica de Barcelona me pidió montar un grupo allí y yo monté uno en Madrid para animar eventos, quedadas, paseos fotográficos… Para mí eso ya era el summum. Pero la cosa sigue,  y me piden usar el nombre en Londres, en Milán, en San Francisco…

¿Qué es un instagramer?

Los instagramers (igers) tienen el denominador común de usar IG, pero hay algunos más comprometidos que trabajan para los otros y organizan quedadas  o exposiciones benéficas, como hemos hecho en Londres, donde se donaban fotos. También hemos estado en las favelas de Río con su gente realizando actividades culturales de fotografía. Yo creo que hay que aprovechar todo lo que hay alrededor de la fotografía. Y después de todo, IG es una excusa para conocer gente con una sensibilidad parecida a la tuya.

¿Cómo te haces instagramer?

Tienes que seguir al grupo que te resulte más cercano y así conocer lo que organiza y poder participar en sus eventos. No hay que registrarse en ningún sitio.

¿Cuáles son los mandamientos básicos de IG?

Desde el momento en que creas tu cuenta, tienes que elegir un buen nombre y que facilite que te encuentren, que sea tu nombre, tu marca… Luego, si estás muy vinculado a Twitter, que el nombre coincida. También hay que rellenar bien tu perfil con tus datos de contacto. Aprovecha que la gente va a entrar en tu perfil para poner tu web, decir quién eres en unas palabras y que vean dónde te pueden contactar.

Una vez creado, se trata de ser uno mismo. Por ejemplo, Juan Gatti sube sus fotos y cosas de su vida o de gente que ha conocido. O Alex de la Iglesia, que durante el rodaje La Brujas de Zugarramurdi iba haciendo un making off de cómo iba, pero se permite hacer guiños a la política, a los derechos de autor… Es bastante transparente y divertido. Lo bueno es que hay cabida de todo.

Cuando eres famoso, resulta complicado tener contacto con toda tu comunidad, pero para alguien normal es muy importante tener un contacto y contestar a los comentarios. Hay quien abusa de las etiquetas. Convertirse en un cazador de likes no es una buena política. Con poner unas pocas etiquetas descriptivas es suficiente.

Fotografía tomada de la cuenta de Instagram de Phil González.

Fotografía tomada de la cuenta de Instagram de Phil González.

Vas a dirigirte en Mazarrón a aficionados y profesionales de la fotografía. Hay algunos que desprecian la fotografía móvil y creen que provoca saturación de imágenes. ¿Qué opinas tú sobre esto?

Es un debate que creo que está superado. Cuando salieron las cámaras digitales -soy suficientemente mayor como para haberlo vivido-, recuerdo que se decía que no eran de la misma calidad y que no era fotografía. Lo mismo pasó cuando salieron los primeros móviles, mucha gente decía: “Esa cosa todo el día conmigo. Yo solo quiero las llamadas en casa”, y hoy nadie puede estar más de dos minutos sin él. En el Fotogenio del año pasado, Chema Madoz y Gervasio Sánchez contaban cómo empezaron con cámaras antiguas, con polaroids que entonces eran “ay, qué asco”; sin embargo, haber sido un fotógrafo de polaroid ahora es muy cool. Con la fotografía móvil pasa exactamente igual. Hay un primer rechazo hasta adaptar esta nueva tecnología porque te cambia los parámetros y no se quiere el cambio, pero luego te encuentras que un fotógrafo como Gervasio te dice que IG está creando afición a la fotografía.

Los igers nos hemos convertido en unos aficionados muy especiales a la fotografía. La gente tiene cosas que expresar y, si se pueden materializar y poner en fotos en un sitio reconocido, aún mejor. ¿El valor artístico de esas fotografías? Da igual. Mira, dentro de cinco años veremos completamente normal que un fotógrafo haya llegado a las publicaciones, revistas y prensa, siguiendo un conflicto a través del móvil. Además, como hablábamos con Gervasio el año pasado, es más sencillo sacar una foto con un móvil que con un objetivo grande que se parece a un arma, mientras que al móvil estamos ya habituados. Es más amigable, crispa menos y puedes sacar imágenes mucho más naturales.

Respecto a la contaminación o exceso de fotos, es cierto, pero lo mismo ha pasado con los contenidos escritos. Desde la aparición de Internet los contenidos se han multiplicado varias veces. Además, Internet está aportando mucha transparencia en muchas cosas que antes se ocultaban. Ahora una manifestación en Ucrania la ves en IG, no te pueden mentir los medios porque mil personas la han subido a la red.

¿La fotografía móvil está provocando algún cambio en el lenguaje fotográfico?

Sí. IG ha recogido algo que había ya. Su fuerza han sido los filtros vintages, pues le daban un aspecto poco perfeccionista a las fotos, pero añadían un rollo muy cool, como pasaba con las lomos, que eran imágenes imperfectas pero con un toque artístico. Eso nace de forma casual cuando el que creó IG le comentó a su novia que iba a hacer una aplicación para compartir fotos, y ella le dijo que por qué no le daba un toque vintage. Ella dio con la clave, porque hay una vuelta a lo antiguo. A ti te apetece tener una cámara antigua, unos muebles antiguos… porque la tradición es lo verdadero. Eso pasa en ropa, comida, decoración…

Lo que está cambiando IG es que rescata del pasado unos estándares estéticos que, además, sacan cosas muy bonitas, porque esas fotos nos recuerdan a las de nuestros padres. Pero también los filtros han permitido que todos, que éramos fotógrafos frustrados en un 99%, con la llegada de IG, cojamos una foto, le pongamos un filtro y nos quede aparente; que se la mostremos a un amigo y diga: “¿Esto con el móvil? No puede ser, es preciosa”. Tú te animas, la gente te pone likes, comentarios positivos, pues nunca son negativos en IG, y te vas aficionando a hacer fotos.

¿Los seguidores de IG llegan a otro tipo de fotografía?

Tengo una foto de una quedada de igers en Melbourne hace unos meses y en la que salen todos con una réflex. La gente se está animando a sacar fotos. Está empezando a confiar más en sí misma. Pasa a comprarse mejores móviles y algunos acaban comprándose material fotográfico. A las quedadas, la gente lleva el móvil y otra cámara.

Muchos profesionales han dejado de ver a IG como enemigo y consideran que puede ser un aliado. ¿Cómo se consigue eso?

IG es una forma de comunicación instantánea con el mundo entero. Eso es algo que tú no rechazarías. Si te dicen mañana que puedes tener un folleto en todo el mundo con coste cero, dirías que por supuesto. Tengo amigos que empezaron pronto y que tienen miles de seguidores y por ello tienen muchas más oportunidades de que los llamen, que los conozcan, de que se interesen por su obra. ¿Que es un 0,1%? Pero es a un coste muy bajo. Aparte de la capacidad de difusión del mensaje, está la posibilidad de contar quién eres. Por ejemplo, deportistas como Ronaldo, Alonso o Hamilton están en IG y no ponen la imagen de cuando meten el gol sino su día a día. O a Gervasio le permite contar que se está comiendo algo con su traductor mientras se acaba un bombardeo, por ejemplo.

No hay que olvidar la parte social que tiene, ¿no?

La parte humana, que es brutal. Para mí es lo más bonito. Por eso los fotógrafos y otros profesionales deberían planteárselo. No estar en una red social centrada en la fotografía es perder una oportunidad vital. Muchos tienen miedo al robo de fotografías, los derechos de autor… ¿Pero qué va hacer la gente con unas fotos que pesan 100k? Estar ahí no es explicar tus fotos, es hacer como Alberto Yagüe, el retocador de fotos, que dice: “Esta es la portada del Elle que sale mañana y la he retocado yo”. Hay tantas posibilidades de acercar al artista a la gente que no hay que despreciarlo.

Dices que guardas todas las fotos de tu vida. Pero ¿qué pasa si mañana desaparece IG?

Podría pasar. Pero no tengo tantas fotos en IG, las tengo guardadas en mi teléfono y también en mi ordenador. Me preocupa mucho la conservación de las fotos digitales. Desde hace años llevo reflexionando sobre cómo va a cambiar la legislación sobre las herencias digitales. Si muere un fotógrafo famoso, ¿a quién pertenecen sus fotos? ¿A quién pertenece lo que ha subido a Facebook y a Twitter?

Otro  problema es el almacenaje: dónde guardo mis fotos para no perderlas y cómo quedarme solo con las buenas. Por eso estamos motivando a la gente desde Intagramers Gallery, a guardar sus mejores fotos en una galería virtual.

¿El papel es de lo único que nos podemos fiar?

Cuando plasmas las fotos en un álbum, te da la sensación de que es algo que podrás compartir fácilmente con la gente. El papel es algo que seguimos necesitando. Antes, cuando tenías que romper una foto, era un símbolo claro de que no la querías ver, ahora solo tienes que pulsar eliminar y te cargas siete fotos seguidas sin problema.

¿Qué es Instagramer Gallery?

Un amigo mío, Jorge Martínez, planteó la idea de montar una galería física de fotos de IG. Primero hicimos la web InstagramerGallery.com donde puedes subir tus mejores fotos y pensamos en crear una galería física. Llevábamos dos años colaborando con la Fundación Telefónica y les propusimos hacer exposiciones paralelas a las que organizara la fundación, inspiradas en las oficiales. Les gustó que se diera voz a la gente.

¡Qué mejor reconocimiento que estar donde expone gente de prestigio mundial! Ayer estuve hablando con su responsable y estaba encantada con el éxito de la expo, abierta desde abril. Está atrayendo a un público nuevo, más global, y estamos hablando para montar más exposiciones similares allí donde tenga sede la fundación.

¿Cómo se llega a exponer?

La idea es que haya tres partes de la Intagramers Gallery en la fundación. Una dedicada a la fotografía móvil en Madrid, en la galería de esta ciudad con certámenes puntuales, como Madrid verano, o Madrid nocturno, calles de Madrid… Una segunda parte con personas relevantes de nuestro equipo en cada uno de nuestros países, 27 fotógrafos de 18 países diferentes que representan a unos 6,5 millones de seguidores entre todos. Ese equipo irá creciendo.

Y la tercera parte serán certámenes internacionales que realizaremos desde InstagramerGallery.com y desde la fundación para exponer a los que ganen esos premios.

¿Hay alguna foto de tu móvil que no quisieras perder por nada del mundo?

Muchas ya.

¿Por recuerdo personal o porque son fotos especiales?

Está vinculado. Hay un par de ellas especiales, de una experiencia única. Son unas fotos que hice a Hamilton en los boxes de McLaren hace dos años en Monza. Una es una foto sacada con un ojo de pez en el móvil, y parece que estoy hablando con Hamilton en un momento del reglaje de carrera, y en la otra se le ve poniéndose el casco mientras. Me pillé mucho cabreo porque usé la aplicación Hispamatic para hacer fotos en B/N y se me había desconfigurado y la tenía en baja calidad, por lo que tienen poca resolución.

hamilton

¿Te haces fotos de los pies en la playa?

No lo he hecho nunca.

¿Y de lo que comes?

No, y eso que trabajo en Canal Cocina.

¿Y gato no tienes?

No, je, je.

¿Son las tres cosas prohibidas en IG?

Todos los años hago una foto por primera vez. Hace un años puse mi primera foto de los pies y la hice en Mazarrón: unos zapatos marrones sobre la tierra agrietada de las minas. Hace unos meses saqué mi primera foto de gato, porque me pareció una foto artística.

¿Selfie sí o selfie no?

Alguno me he hecho antes de que se pusiera de moda.

¿En el ascensor?

No, ja, ja. Aunque hay muchas chicas que se hacen fotos en los probadores. Tiene su lado morboso que gusta mucho en la red.

¿Alguna vez soñaste con todo esto?

Nunca hubiera pensado que Instagramers alcanzaría estas proporciones, nunca hubiera pensado que IG me entrevistaría en San Francisco, nunca hubiera pensado que tendría la suerte de estar hablando junto a Salgado o Madoz. Me da bastante vergüenza. Cuando creé la cuenta de @Instagramers, IG me la borró. Y luego creé @igers. Ahora hay más de 120 millones de fotos con esa etiqueta, @igers.

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Comentarios

  • Rojki

    Por Rojki, el 11 mayo 2014

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