‘El Valle del Asombro’ de Peter Brook llega a Madrid
‘The Valley of Astonishment’ (El valle del Asombro), última creación del gran maestro de teatro contemporáneo, Peter Brook, inaugura el XXXII Festival de Otoño a Primavera de la Comunidad de Madrid. La obra es un viaje caleidoscópico a los misterios y maravillas del cerebro humano, inspirado por años de investigación neurológica sobre historias reales, más el épico poema místico del persa Farid Attar ‘La conferencia de los pájaros’.
Peter Brook nos dice: “El teatro existe para asombrarnos y debe combinar dos elementos opuestos, lo familiar y lo extraordinario. En El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, nuestra primera incursión en el cerebro de pacientes neurológicos –que en el pasado eran relegados al limbo de los locos– nos enfrentamos a seres humanos, cuyo comportamiento, debido a una enfermedad, se ha vuelto impredecible. Hoy nuevamente volvemos a explorar el cerebro, pero esta vez los miembros de la audiencia se enfrentarán a individuos en los que la música, el color, el sabor, las imágenes, los recuerdos… desencadenan experiencias de tal fuerza que pasan, de un momento a otro, del paraíso al infierno. En el gran poema persa de Farid Al-Din Attar La conferencia de los pájaros, 30 aves deben completar su búsqueda viajando a través de siete valles, cada uno más difícil de cruzar que el anterior. Esta vez, al entrar en las montañas y valles del cerebro humano, nos encontramos en el sexto valle, el del asombro. Nuestros pies pisan firmemente en el suelo, pero cada paso que damos nos introducimos en lo desconocido”.
En The Valley os Astonishment, obra estrenada en abril en París, el maestro nos hace entender, con sus herramientas teatrales, los complejos misterios de la inteligencia y la razón.
Cada nuevo espectáculo de Peter Brook (Londres, 1925) es un acontecimiento. Es uno de los pocos maestros incuestionables que quedan hoy en Francia. Desde los años 60, este inglés reinó en los escenarios parisinos privados e iluminó las noches del Théâtre des Nations, un festival inolvidable. Posteriormente, en 1974, llegó el descubrimiento del Théâtre des Bouffes du Nord y con su legendario Timón de Atenas de Shakespeare, que dirigió para la inauguración con el joven François Marthouret como protagonista.
Recordamos todo esto porque este espectáculo, puro como un cristal, de una brevedad clara, es el resultado de un profundo conocimiento y de un saber hacer sin falla. En el escenario, sólo un cuadrado blanco, virgen, dibujado en el suelo, unas cuantas sillas y nada más, de acuerdo con el sentido estético del maestro, cuya razón es crear un espacio vacío en la creencia de que este simplifica y da rienda suelta a ese teatro inmediato, cercano del espectador, y que genera una expresión del actor más honesta.
Tras el éxito internacional de las obras The suit (El traje) y Una flauta mágica, también presentadas en el Festival de Otoño, Peter Brook y Marie-Hélène Estienne vienen acompañados en esta ocasión de un equipo de primera, los actores Kathryn Hunter, Marcello Magni y Jared McNeill, y los músicos Raphaël Chambouvet and Toshi Tsuchitori.
La obra se arma a partir de la notable interpretación de Kathryn Hunter, nacida en Nueva York y formada en Europa, conmovedora por su mezcla de humanidad, ternura y agudeza, junto a los actores Marcello Magni y Jared McNeill, que se turnan como terapeutas y pacientes sinestésicos, en una serie de estudios de casos breves que tejen la trama. Historias elegantes, que pueden parecer simplistas o repetitivas, como pruebas desconcertantes, transformadoras como es el caso de la paciente con memoria superdesarrollada, que muestra su terrible desaliento para interpretar una numeración –que le plantea el reto de recordar apariciones, largas e incongruentes listas– que articula para liberar su memoria.
Imprescindibles en esta propuesta -donde música, sonidos y colores determinan o refuerzan momentos, palabras, situaciones- el brillante compositor y pianista Raphaël Chambouvet, premio Nacional de Jazz de La Defense, y Toshi Tsuchitori, investigador musical que trabaja con la compañía de Brook desde 1976 y que ha sido el compositor de muchas de sus obras. Encuadrando el espacio, Philippe Vialatte, que creó la iluminación de sus producciones en el Theatre des Bouffes du Nord, y que en cada espacio rediseña y adapta la iluminación del espectáculo.
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