Ellas llevan la belleza de la naturaleza a la ilustración
A la izquierda, Iris cretensis © Lilian Snelling. Biblioteca RJB-CSIC. A la derecha, Ficus carica (Higuera). © Maria Sibylla Merian. Biblioteca histórica Universidad Complutense de Madrid
Una semana antes de la inauguración de la muestra ‘Ellas ilustran Botánica’, Esther García Guillén, jefa de la unidad del Archivo Histórico del Jardín Botánico, encontró una serie de ilustraciones de olivos realizadas por Cipriana Álvarez de Durán. Hubo sorpresa y también alegría por la posibilidad de incluirla en la exposición. Dicen que Cipriana Álvarez de Durán Machado leía en voz alta para sus nietos los romances recopilados por el tío-abuelo Agustín Durán; uno de ellos era Antonio Machado. Esta mujer singular, folklorista y cuentista –en la mejor definición del término– fue también pintora e ilustradora. Junto a ella, otras ilustradoras pioneras y contemporáneas llenan las salas de flores, plantas y árboles del Pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid.
El afán por llegar a describir las plantas lo más científicamente posible hace que la ilustración botánica se desarrollara con precisión y gran maestría, brillando también las mujeres en esta disciplina. Por ello las comisarias de la muestra –Toya Legido, Mónica Gener, Lucía Moreno Diz y Ana Jiménez Revuelta– explicaban en la presentación que han querido “sacar a la luz a muchas de las mujeres ocultas que se dedicaban a ella”.
Antes de la invención de la fotografía, las ilustraciones eran la única forma de disponer de un registro de las especies de plantas del planeta. Su identificación, análisis y clasificación servían a otros especialistas como médicos, farmacéuticos o jardineros. Hoy lentes fotográficas o microscopios han ocupado su lugar, pero siguen siendo de gran inspiración para artistas e ilustradores.
Para Toya Legido, “nuestro objetivo es dar a conocer cómo las mujeres han estado implicadas en el estudio, la clasificación, la documentación y la representación de plantas, a través de más de 300 obras y reproducciones botánicas en diferentes formatos, como libros, dibujos, grabados, fotografías y esculturas”. Coinciden las comisarias de esta exposición en resaltar “su valor estético y la sensibilidad artística con la que las mujeres han realizado herbarios, mostrándonos cómo la ciencia puede ser arte y el arte, ciencia”.
Phalaenopsis VII. © Marta Chirino Argenta. Cortesía de la artista.
Pioneras
Ellas ilustran Botánica está dividida en tres secciones. La sala norte, como explica Toya Legido, está dedicada a las pioneras: “Se exponen obras originales que había en el Jardín Botánico, como los libros originales de las ilustradoras, un herbario en tela de Marie Fortier y esculturas científicas que provienen del Instituto Cardenal Cisneros”. En esta sala se incluyen a unas 40 artistas, aunque según Legido son solo una pequeña muestra de todas las ilustradoras que han encontrado.
Las obras expuestas arrancan en el siglo XVII con grabados de Anna Maria Vaiana o Giovanna Garzoni. Las ilustradoras solían ser hijas de pintores, lo que facilitaba su trabajo. A partir del XVIII, las mujeres se embarcaron en expediciones científicas, como Maria Sibylla Merian y Berthe Hoola van Nooten, fascinadas por las plantas exóticas descubiertas y documentando la flora y fauna autóctonas. Maria Sibylla Merian creaba hermosas pinturas con estilo propio y es conocida por ilustrar el ciclo de vida de un insecto con su planta huésped como fondo.
Entrado el siglo XX, las mujeres se integraron en los equipos de trabajo en los jardines botánicos, como Mary Emily Eaton, Matilda Smith o Stela Ross Craig, y comenzaron a firmar sus obras, saliendo así del anonimato.
En esta sala, algunos fondos del Real Jardín Botánico son exhibidos por primera vez. Entre ellos, los trabajos de Paula Millán Alosete, Victoria del Val o la contemporánea Marta Chirino, que ha colaborado de manera habitual con el Jardín Botánico y ha sido de gran ayuda en el montaje de la exposición. Victoria del Val comenzó a trabajar en el Jardín Botánico en 1949 y hoy, sobre todo gracias a su herbario de 105 láminas a plumilla, está considerada una de las pioneras de la ilustración botánica en España.
La Cátedra Cavanilles, la parte central del Pabellón Villanueva, expone obras que han llegado gracias a una convocatoria pública realizada a través de Instagram. En total hay unas 600 ilustraciones de autoras de unos 25 países de todo el mundo y, de acuerdo con la comisaria Mónica Gener, lo que se ha querido representar con todas estas obras es “una especie de jardín vertical, pero dibujado”. “Como llegaron muchas más ilustraciones de las que se podían colgar, se ha tenido que hacer una selección de las que eran mejores, botánicamente hablando, por parte de un comité científico y artístico”.
Contemporáneas
En la sala sur del pabellón, la dedicada a la obra contemporánea, exponen una treintena de artistas. La comisaria Ana Jiménez Revuelta explicaba que si la primera parte de dicha sala se centra en el mundo de la fotografía, la segunda pasa a nuevas herramientas que permiten realizar una aproximación a los herbarios desde técnicas como rayos X (es el caso de Dornith Doherty) o escáner de barrido (Claudia Fährenkemper). “El uso de esas técnicas da lugar a que el dibujo se transforme en el siglo XXI”.
Jóvenes ilustradoras como Aina Bestard, Émilie Vast, Katie Scott o Paula Heredero Jiménez se expresan con herramientas digitales, y artistas contemporáneas como Ana Lamata, Irene Durán, Susana González o Carmen Ledesma realizan sus herbarios en volumen con diversos materiales como la seda, el papel o la cerámica.
Pasiflora. © Paula Heredero Jiménez. Cortesía de la artista.
El nexo entre las salas lo constituye la obra de Marta Chirino, que es “el alma de la ilustración científica en España”. Marta Chirino, según Ana Jiménez Revuelta, “es totalmente polivalente, como se ve en la obra expuesta, que tiene una parte escultórica, como intentando salir del grafito con el que trabaja sus maravillosos herbarios”.
Marta Chirino expone desde 2001 su obra artística de manera individual o colectiva en distintas galerías. Su exposición El Jardín Ilustrado, un paseo entre el arte y la ciencia, puede visitarse de forma gratuita hasta el próximo 31 de marzo en la sala Antonio López del Antiguo Hospital de Santa María La Rica, en Alcalá de Henares. En 2020, Marta Chirino terminó de ilustrar la totalidad de la Flora Acuática Española publicada en dos volúmenes (Hidrófitos vasculares y Helófitos), cediendo sus dibujos al archivo del Real Jardín Botánico de Madrid.
Exposición ‘Ellas Ilustran Botánica’. Real Jardín Botánico-CSIC (Pabellón Villanueva), Madrid. Hasta el 18 de mayo.
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