Un empujón para que Europa se convierta en esa “tierra que no se resigna”
En la serie mensual ‘Noticias que abrazan’, Martha Zein nos trae varias iniciativas para salvar la Humanidad del desastre, arrastrada por el ‘ecocidio’ global. En muy diversos frentes. Desde el aviso del Banco Central Europeo a las empresas para hacer frente ya a la emergencia climática a las movilizaciones de Extinction Rebellion para que se establezcan Asambleas Climáticas ciudadanas que sean vinculantes. Pasos hacia la profundización de la democracia por el bien de todas y todos, y no solo de una élite de privilegiados. Todo para que Europa camine hacia esa “tierra que no se resigna, que no se desmaya”.
El verano ha llegado a Europa lanzando a terrazas, parques y plazas a quienes residen en las ciudades (el 40’2 % de la población europea). Millones de personas vuelven a tomar contacto físico con la naturaleza y, por tanto, a experimentar el exceso de calor y la paulatina escasez de sombras de este planeta. Quienes viven en urbes pequeñas (32 %) quizás vayan mas allá y constaten cómo año tras año la naturaleza ofrece un rostro más y más adusto. En cuanto a ese 27’8 % de europeos/as que residen en zonas rurales, supongo que les costará mentirse sobre el impacto del cambio climático.
Junio no miente y las personas que más poder acumulan en este planeta se están quedando sin argumentos. Nada más arrancar este mes el legislador del Banco Central Europeo (BCE), Jens Weidmann, planteó que el BCE debería comprar únicamente bonos de las empresas que cumplan con las obligaciones de información relacionadas con el clima. Es una afirmación relevante porque el Banco Central Europeo ha proporcionado miles de millones de euros en apoyo a la industria de los combustibles fósiles. Además, se pronunció así en la conferencia Green Swan del Banco de Pagos Internacionales, a la que acuden los gobernadores de los 19 bancos centrales nacionales, precisamente en el momento en el que la gran banca europea está tomando decisiones sobre el cambio climático. Completarán sus revisiones estratégicas a fines del verano, por eso hay organizaciones como 350.org que están haciendo campaña entre la ciudadanía europea para pedir a bancos como el Bundesbank que dejen de bloquear las acciones contra las finanzas fósiles en la zona euro.
En los mismos días, un panel internacional de 12 juristas dio una definición jurídica a la palabra Ecocidio: “Cualquier acto ilícito o arbitrario perpetrado a sabiendas de que existen grandes probabilidades de que cause daños graves que sean extensos o duraderos al medio ambiente”. Su objetivo es que este delito se incorpore al Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) como un nuevo crimen internacional contra el planeta y, por tanto, contra la humanidad. El ecocidio ocuparía su lugar junto al genocidio, los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión. La definición llega 25 años después de que el ecocidio fuera suprimido del borrador del Estatuto de Roma por el veto de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Holanda, y de tres grandes compañías multinacionales, pertenecientes a los sectores de agroquímicos y biotecnología, combustibles fósiles e industria nuclear.
Aún está por desvelar qué ocurrió entre bastidores para que el ecocidio no fuera reconocido como un crimen contra la humanidad, pero lo cierto es que la ciudadanía ha cambiado su forma de implicarse con el planeta. En los últimos dos años están proliferando en Europa las Asambleas Ciudadanas deliberativas elegidas por sorteo, un instrumento basado en los orígenes de la democracia real. En junio de 2020 y tras 9 meses de deliberaciones, la asamblea ciudadana creada en Francia presentó al gobierno galo un informe de 146 propuestas. Desde entonces, las oleadas de desobediencia civil no violenta movilizadas por Extinction Rebellion en el Reino Unido y la presión conjunta de grupos sociales y ecologistas en Francia, han logrado que se establezcan Asambleas Climáticas vinculantes y con garantías en Inglaterra y en Escocia. Hace unas semanas el Ministerio de Transición Ecológica anunció en el BOE la composición, organización y funcionamiento de la Asamblea ciudadana para el clima, que no será ni vinculante ni con garantías. Desde comienzos de este mes Extinction Rebellion está invitando a personas y organizaciones, movimientos y entidades a sumarse a sus alegaciones contra lo que consideran “el simulacro de asamblea ciudadana”.
A pesar de las evidencias, a pesar de que ya ni nuestros cuerpos pueden negar el calentamiento del planeta y todo lo que ello implica, seguimos actuando de manera muy lenta e incluso negando lo evidente, con tal de no cambiar nuestro estilo de vida. Para dar fe que el camino al colapso de nuestra civilización es innegable y para enlazar a las personas, iniciativas y organizaciones que ya están comprometidas con la trama de la vida, el pasado 5 de junio, Día Internacional del Medioambiente, salió a la luz un Observatorio público del cambio climático, TrueWorld, que hace visibles en tiempo real las constantes vitales del planeta.
El equipo de emprendedores, científicos y técnicos de TrueWorld ha elaborado un mapa interactivo capaz de mostrar la evolución del deshielo de los casquetes polares en los últimos 20 años, cómo impactará el aumento del nivel del mar en nuestras costas hasta el año 2100, cuál es la calidad del aire que respiramos (en estos momentos se puede contemplar cómo ha ido cambiando desde el inicio de la pandemia), la estremecedora evolución de la temperatura global, cuáles son los países con mayor o menor emisión de monóxido de carbono y el consecuente impacto del efecto invernadero, y hasta qué punto ese vergel con el que soñamos en vacaciones es una excepción terrestre en vías de extinción.
Los datos que utiliza son fiables porque proceden de tecnologías avanzadas (blockchain, BigData, Inteligencia Artificial Ética -EAI-), con las que cruzan informaciones procedentes de satélites de la NASA, EUMETSAT, NOAA, SOCIB, IPCC, AEMET, o el programa de la UE COPERNICUS, entre muchas otras fuentes. Esta tecnología se pone al servicio de la vida y crea un gemelo digital de la Tierra, con sus signos vitales, temperatura, ecosistema, acciones para mantenerlo con vida y sano. Por el momento, el resultado de esta visualización geoespacial es abrumador, pero afortunadamente este gemelo digital (que por el momento se ofrece en versión beta, sólo para escritorio) ofrece como punto de encuentro para los proyectos del tercer sector implicados en el cuidado de la energía, la biodiversidad y de las comunidades que habitan en el planeta. Además, han geolocalizado las áreas protegidas (terrestres, costeras y marinas) con información sobre su situación, características del área protegida, de los seres vivos que la habitan, etc…
Quizás esta suma represente a esa “Europa que no se rinde” a la que se refiere el comité del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que desembarcó en el Estado español (concretamente en Vigo) el 15 de junio. Era la segunda escala de la travesía del Atlántico del navío llamado Montaña, que partió en abril de México. En él viajan 7 zapatistas con la intención de alcanzar Europa para crear alianzas en defensa la vida. El relato que están haciendo de su periplo expresa de manera germinadora qué significa estar y ser viva/o y anima a quienes vivimos en “slumil k´ajxemk´op” (que significa “tierra que no se resigna, que no se desmaya”) a no abandonar nuestros sueños: “El que sea, pero que sea suyo. Porque nunca se sabe cuándo y dónde otra mirada, otro oído, otras manos, otro paso, otro corazón, en otro calendario y en otra geografía, habrá de bajarlo del extenso estante de las ilusiones, le abrirá las entrañas y lo plantará, como una semilla, en la doliente realidad”.
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