Ese otro clima del que nadie habla
Llega la Cumbre del Clima directamente desterrada de Chile para aterrizar en una ciudad cuyo alcalde ha dado la espalda a ese cielo límpido de Madrid que tanto emociona a quien lo vive y a quien lo visita. Llegan los/as “Oficiales”, hombres y mujeres procedentes de todos los rincones del mundo, para hablar de cómo inventarnos un futuro respirable y potable, y mientras eso ocurre hay otro clima que todos habitamos y del que casi nadie habla.
El Clima Emocional está de luto desde hace décadas. Hoy la emoción sobrevive en la defensa de lo que cada uno entiende como suyo: buscamos grupos que nos protejan de lo que agrede, afanándonos por proteger de la quema lo poco que tenemos. Buscamos la frontera y la trinchera y estamos lejos, cada vez más y más lejos. Ya ni siquiera podemos manifestarnos tristes, porque la tristeza, como la depresión, es igual a derrota personal. Sonreír siempre, nunca serios en las fotos. Lo real es que vivimos de espaldas a lo que sentimos. Si formas parte de un grupo, de una sensibilidad, debes renunciar a la otra. Conmigo o contra mí. Y no hablo de política, hablo de emoción, de censura y autocensura. Y de miedo al castigo.
Pero a veces la vida nos abre puertas desde rincones que no imaginamos. En mi casa, acaba de ocurrirme con el teatro. El teatro no se hace solo, no lo hace uno solo, y eso te obliga a pedir y a sumar. Y con la suma, las fronteras se tambalean. Escribí una novela que durante años he luchado por ver sobre un escenario y ahora, desde el apartamento que comparto con el director de la obra mientras duran los ensayos, entiendo que lo único que cuida de esa otra ecología de la que nadie habla –la Emocional- es el arte, la aventura artística como un bien común.
Esta mañana, saliendo del último ensayo previo al general, me he sentado en un café lleno de turistas y en mi cabeza se ha dibujado el complejo mapa de fronteras que ha desarmado esta aventura. A saber: A. Un autor catalán trabajando codo con codo con un director andaluz. B. Un director sevillano dirigiendo a cinco actrices malagueñas. C. Dos hombres (director y autor) en la sombra y cinco mujeres (actrices) en el escenario. D. Un hombre que no soporta las ciudades (el autor) y otro que no puede vivir si no es entre calles y ruido (el director). E. Dos hombres que trabajan en Madrid y en Barcelona y cuya obra dirigida y escrita ve la luz en Málaga, porque aunque nos empeñemos en dificultarlo, fuera de Madrid y Barcelona se hacen cosas, hay arte y hay emoción, y vida. Y luz.
Nosotros, esta compañía de actrices, actor, director, ayudante de dirección y el resto de participantes indispensables y necesarios, hemos sumado lo que somos sin importarnos origen, ideología política, sexo, sexualidad, filias y fobias. Esta compañía está compuesta de hombres y mujeres que se han sentado no a debatir, no a hablar, sino a hacer, rompiendo prejuicios, apartando lo que molesta para que el objetivo –emocionar– no se nos olvide en ningún momento. Porque de eso se trata, señores/as invitados a la Cumbre del Clima: su objetivo es que el aire que respiramos sea suficiente para que nosotros/as y nuestros/as hijos/as podamos respirarlo, que el agua y la tierra sigan respirando y que la vida no flaquee. Si no es eso lo que buscan, si no vienen a eso, no se molesten, no los queremos. No nos contaminen más. Déjennos a nosotros, los que ya hemos aprendido que para conseguir que un teatro se llene nos hemos desnudado de todo prejuicio por el bien común. Dejen que los que usamos el arte para unir y para emocionar nos volquemos en cambiar el Clima Global desde el Trabajo Global.
Señores y señoras asistentes a la Cumbre del Clima: el mundo es un gran teatro y ustedes –los Oficiales, con sus chóferes, sus hoteles de cinco estrellas, sus guardaespaldas, sus declaraciones a bombo y platillo y su nada que arriesgar– todavía no lo han entendido. Son actores y actrices que ni se miran ni se tocan porque no son parte de nuestro equipo y porque lo único que buscan es defender su territorio, sus banderas y sus porcentajes de falsa empatía con quienes a pesar de todo aún confían en ustedes. Son malos profesionales porque no son mejores personas. Su Clima Emocional es individual, patriota y mezquino, ajeno a la periferia de lo que somos. Madrid es a día de hoy una ciudad con un gobierno que reniega de lo verde y que ha decidido asfixiar a sus teatros con una política de muerte súbita que borre todo lo que huela al gobierno anterior, designando a dedo y desbaratando proyectos que tenían una vida pensada y trabajada. Mala señal que, de todos los lugares posibles, la Cumbre haya buscado refugio en un jardín que se ha vuelto solar hace tan poco. Mala sombra nos cobija.
Señores/as de lo Oficial: cada vez somos más quienes no contamos con ustedes, los que creemos que los malos actores y las malas actrices merecen malos escenarios y somos miles quienes nos unimos al margen de ustedes: cientos de ONG´s, voluntarios, hombres y mujeres, mayores y niños que vendrán a sumar y a hacer oír sus voces verdes mientras ustedes hablan en su Cumbre del Clima. En la periferia de lo Oficial estamos los/as Sinfronteras, preparados para subirnos a los escenarios, para llenar las plazas y parques del planeta en un ascenso a nuestra propia cumbre. Nuestro país es el aire que respiramos, los prejuicios que derribamos y la emoción que nos contagiamos.
Este teatro nos pertenece a nosotros/as.
Comentarios
Por Sole arce, el 03 diciembre 2019
Porque cuando leo lo que escribes me representa al 100 por ciento… Yo Chilena llegan tus palabras a mi triste corazón por lo que estamos viviendo en mi país… Ellos dice que nos representan para que nuestro planeta siga existiendo… Con todos sus privilegios… Jeje… Hay tanto por hacer por nuestra tierra, aire y ecosistema… Y solo se queda en blabla son buenos actores… Pero no auténticos como tu obra Alejandro..
No se si entiendes mi sarcasmo… En fin… Éxito y que tu obra sea la mejor..
Cariños????