‘España Ingobernable’, la indignación de Alberto San Juan
Mientras Albert Rivera iniciaba su pre-campaña electoral viajando a Venezuela y Mariano Rajoy trataba de explicar por qué le dice a los españoles que España va bien mientras a la Comisión Europea le promete nuevos recortes a los ciudadanos, Pablo Iglesias se acercaba este martes a ver ‘España Ingobernable’, el emocionante recital de textos indignados e indignantes que ofrece Alberto San Juan en la Sala Mirador, dentro del festival Surge Madrid. Queda un día para verlo.
Estremecedores versos de Lorca, Cernuda, Miguel Hernández, Ángel González, Gloria Fuertes, Jorge Reichmann, Albert Pla. Frente a esas palabras de dignidad, las ofensas proferidas por Franco, el general Mola, el general Queipo de Llano, y la tibieza mostrada por personajes de las últimas décadas como Juan Luis Cebrián y Felipe González frente al ejercicio de una democracia directa, auténtica y en profundidad. La dignidad humillada que acaba convirtiéndose en humillación. Una selección de textos y canciones indignados e indignantes que repasan la historia de España desde la Segunda República hasta el día de hoy; de hecho, el espectáculo termina con un «nos vemos el 26 de junio». Eso son en esencia los 75 minutos de España Ingobernable, un recital austero y emotivo creado y puesto en escena -con voz y guitarra- por Alberto San Juan y Fernando Egozcue, presentado en la Sala Mirador de Madrid los días 24, 25 y 26 de mayo.
Alberto San Juan recita, habla y canta. Desde el Lorca de Poeta en Nueva York al Albert Pla de Majestad, uno de los momentos cumbres de la obra. Hay muchos momentazos en España Ingobernable. Aprovecho para rescatar a uno de mis poetas favoritos, valientemente traído a la campaña electoral de 2016 por San Juan.
Miguel Hernández, El Hambre:
«Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas, señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.
Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.
No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrabais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros».
Pero en España Ingobernable no encontramos sólo indignación social, hay también una exaltación del amor, el compañerismo y la libertad. Y pudimos escucharlo unos días después de que la Delegación del Gobierno en Madrid permitiera una manifestación en el centro de la ciudad de neonazis homófobos y xenófobos, y el mismo día en que la Policía quiso imponer una multa de 600 euros a una mujer en Madrid por llevar un bolso con las iniciales ACAB (All cats are beautiful), que también se refieren en otras circunstancias a All cops are bastards, famosa expresión inglesa que procede de 1977 y se popularizó con una canción en los 80. Digamos que gracias a la Ley Mordaza en España ya se puede multar con 600 euros a cualquiera que exhiba un eslogan que a cualquier policía le resulte ofensivo, sin necesidad de pasar por un juez. Libertad de expresión y democracia de alta calidad. De ahí a meter en la cárcel a quienes no piensan como ellos tampoco va un trecho muy largo. Y San Juan recordó algunas frases que estremecen, pero no de belleza, sino de pavor. Esas en las que el general Mola declaró que mataría incluso a su padre si lo viera en las filas de los que no piensan como él; esas en las que Queipo de Llano pidió arrancar cualquier vestigio de hombre rojo en España; esas en las que Franco, nuestro dictatorial Jefe de Estado durante 40 años, pidió «expurgar» a todos los maestros para darle la vuelta al sistema educativo en España y que fuera fiel al pensamiento nacional-católico.
Frente a las botas militares, la represión y las palabras de miedo, la bella poesía de amor y libertad de Luis Cernuda, Si el Hombre pudiera decir lo que ama:
«Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido».
Alberto San Juan quiere llegar hasta nuestros días recordando la poca calidad democrática del sistema instaurado en España tras la Transición, recordando a Juan Luis Cebrián, presidente del grupo de comunicación Prisa, cuando escribió que la abdicación de Juan Carlos I en su hijo Felipe VI respondía «al orden natural de las cosas»; a Felipe González, cuando declaró que hay decisiones y responsabilidades que los gobernantes no pueden transferir a los ciudadanos, porque es una presión psicológica demasiado grande para el pueblo; o al sociólogo Juan José Toharia cuando advertía del riesgo de caer en el «vértigo plebiscitario», que la gente quiera decidir sobre todo.
Queda solo un día de función, la sala es pequeña, pero es imperdonable perderse España Ingobernable, que termina con una llamada a que «empecemos a vivir». Seguro que con esa presión, San Juan y Egozcue se ven obligados a hacer nuevas galas. Traspasémosles esa responsabilidad.
Comentarios
Por joan llopast, el 26 mayo 2016
Amigos, estamos otra vez en unos momentos convulsos,extraños, dificiles. Ante tanta corrupción, ante tantas cosas pendientes desde hace tantos años, hacen falta cambios de verdad (educación, sanidad, social, iglesia, justicia, etc….. Obras como esta se deberian de poder ver en las principales ciudades del Estado, a ver si nos da luz ante tanta oscuridad (es un ruego a Alberto Sanjuan a ver si nos oye) Saludos .