España, toda una potencia en alimentos y vinos con DOP
España presume de ser uno de los países europeos con mayor biodiversidad. Y no solo salvaje, también en los alimentos que llegan a nuestras cocinas y nuestras mesas. Alimentos que se producen en zonas geográficas únicas y que les dan ese sabor y calidad característicos e irrepetibles. Alimentos que forman parte de un patrimonio cultural y natural. Tenemos un manjar de diversidad: espárragos, miel, quesos, nueces, melocotones o pimentón. Repasamos las etiquetas Denominación de Origen Protegida e Indicación Geográfica Protegida; una parcela en la que España es toda una potencia europea.
En Europa hay 3.636 alimentos registrados con las etiquetas Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP), de los cuales 1.714 son alimentos, 1.648 vinos y 264 bebidas espirituosas. Un sistema que nació hace más de 50 años para proteger los nombres de productos específicos y promover sus características únicas, vinculadas a su origen geográfico y al saber hacer tradicional.
España es uno de los países con más alimentos y bebidas registrados con las denominaciones DOP e IGP, con 381 en total (más de un 10% del total europeo), de los que 216 son alimentos, 146 vinos y 19 bebidas espirituosas.
Los certificados DOP e IGP son sellos de calidad que protegen y promueven los orígenes, las tradiciones y las características únicas de los productos típicos de la UE.
En el caso de las DOP todas las etapas del proceso de producción, transformación y elaboración de los alimentos deben tener lugar en la región específica. Y en los denominados con IGP, al menos una de las fases de producción, transformación o elaboración ha de tener lugar en esa región. En el caso de los vinos, esto significa que al menos un 85% de las uvas utilizadas debe proceder exclusivamente de la zona geográfica en la que se elabora realmente el vino.
Así, las diferencias entre la DOP y la IGP tienen que ver principalmente con la cantidad de materias primas del producto que debe proceder de la zona en cuestión o de la parte del proceso de producción que ha de tener lugar en la región específica.
En 1973 comenzaron a registrarse los vinos con denominación de origen en Francia y en 1986 se unieron los vinos españoles: Jumilla, Rioja, Navarra, Campo de Borja, Somontano, Ribera de Duero, Yecla, Rueda, Utiel-Requena, Alicante, Ribeiro, Penedés y así hasta 28 vinos obtuvieron la DOP hace casi 40 años. Los últimos vinos con DOP registrados este año han sido Rosalejo y Campo de Calatrava.
30 años con la denominación de origen certificada
Hace casi 30 años se registraron los primeros alimentos españoles con los certificados DOP e IGP. Era 1996 y los pioneros que obtuvieron el certificado que garantiza su origen y calidad fueron la uva de mesa de Vinalopó, el jamón de Teruel, Guijuelo, miel de La Alcarria, los pimientos de piquillo de Lodosa, los quesos de Cabrales, Idiazábal, Mahón, La Serena, Manchego y Tetilla, el espárrago de Navarra, la faba asturiana, las judías de El Barco de Ávila, lenteja de La Armuña, cecina de León, sobrasada de Mallorca, berenjena de Almagro, turrón de Alicante y los nísperos de Callosa d’En Sarriá, entre otros.
Les siguieron aceites, nueces, melocotones, pimientos, almendras, gofio canario, cebollas, pan, plátanos, pasas, garbanzos, aceitunas, papas, tomates, alubias, molletes, pimentón, morcilla, capón, polvorones, mojama, melón, vinagre, cordero, mantecados, chorizo, peras, castañas, sobaos, grelos, chirimoyas, melva, arroz, mazapán, ajos, coliflor, lentejas, mejillón, alfajor, mantequilla, patatas, clementinas, alcachofas, manzanas, azafrán y chufas, entre otros.
Miel, espárragos, trufa, aceite
Los últimos alimentos que han obtenido el certificado este año han sido la miel de Asturias, los torreznos de Soria, la aceituna gordal de Sevilla, el cochinillo de Segovia, espárrago verde de Guadalajara, miel de Ibiza, chistorra de Navarra, trufa negra de Teruel, aceite de la Comunidad Valenciana y cabrito de Extremadura.
En cuanto a las bebidas espirituosas, las últimas incorporaciones han sido las hierbas ibicencas y el brandy de Jerez. Y las primeras que obtuvieron IGP en 1989 fueron el palo de Mallorca, el orujo de Galicia, aguardiente de sidra de Asturias, el pacharán navarro, el chinchón o el ron miel de Canarias, entre otros.
Para evitar el fraude, los nombres de los productos registrados como Indicación Geográfica (IG) están jurídicamente protegidos contra las imitaciones y los abusos dentro de la UE y en países no pertenecientes a la UE en los que se haya firmado un acuerdo de protección específico.
El 13 de mayo de este año entró en vigor el nuevo Reglamento relativo a las indicaciones geográficas que reconoce las prácticas sostenibles. De esta forma, los productores podrán ahora valorizar sus acciones en materia de sostenibilidad medioambiental, económica o social. Con el nuevo reglamento, las agrupaciones de productores pueden decidir hacer obligatorias algunas prácticas sostenibles para sus productos.
Productos de Colombia o Sudáfrica
Los nombres de productos no europeos también pueden registrarse como IG si su país de origen tiene un acuerdo bilateral o regional con la UE que incluya la protección recíproca de esos nombres. Se han protegido los nombres de diferentes productos (vinos, productos alimenticios y bebidas espirituosas) elaborados en varios países no pertenecientes a la UE, como Colombia, Sudáfrica, Turquía, India o China.
Para registrar el nombre de un producto, los productores de la UE deben establecer el pliego de condiciones del producto y el vínculo con la zona geográfica. La solicitud se envía a las autoridades nacionales para su control y después se transmite a la Comisión Europea, que la examinará en un máximo de seis meses.
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