Fenología corporal
Las cuatro estaciones de una mujer. Nueva entrega, y van 21, de nuestra serie de 23 Relatos de Agosto, en colaboración con el Taller de Escritura de Clara Obligado.
PALOMA GÓMEZ CRESPO
Primavera
La cara es el espejo del alma. Ella se pinta los ojos de azul noche, pero enseguida se lava los párpados y se aplica un rosa virginal. Después lo borra y elige una sombra dorada. Mientras se mira en el espejo, piensa en aquel chico y se pregunta qué alma lo seducirá.
Verano
Busca el alma que se le ha caído a los pies. Intenta cogerla, pero la puntera de unas deportivas la lanza hacia un lado. Cuando consigue atraparla, unas botas la revientan. Son las botas de él, que se aleja por el camino con la mano en el culo de otra chica.
Otoño
Coca-cola, chocolate, pastel de manzana, pestiños con miel, helado de caramelo y dulce de leche. Ella come y recuerda: su marido, recostado en la silla, la punta de su lengua relamiendo la última gota de crema, el estómago lleno y su corazón contento.
Invierno
La última vez que habló con sus hijos, le dijeron que la llamarían pronto. Pero no lo hacen. Cuando se lava la cara, siente los ojos del espejo sobre los suyos. Entonces sabe que la primavera no regresará. No importa, se dice, si los ojos ya no ven, mi corazón ya no siente.
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