Festival POETAS: la poesía está en el aire… y en 25 editoriales indómitas
Puedes seguir al autor, Guillermo Martínez, en X aquí.
La poesía está en todas partes. La poesía se ve, se huele, se toca, se recuerda, se saborea, se escucha, se censura, se mutila, se palpa, se pregunta. Y también, a veces, nos ve, nos toca, nos saborea, nos escucha, nos palpa, incluso nos mutila y siempre nos pregunta. Esa es la premisa desde la que parte POETAS, ese festival que no es de poesía pero sí poético y que ya lleva 17 años deleitando a los cientos de visitantes que se pierden en él en Madrid. Se pierden y se buscan buscando esa definición que lo enclaustra todo. Por eso, lo poético es indefinible. Por eso, cuesta explicar POETAS solo con palabras.
Este viernes, 29 de septiembre, actuaciones, recitales, performances y demás actividades estarán coloreando el alambicado Ateneo de Madrid desde las cinco de la tarde. También lo harán con su peculiar feria del libro, porque la poesía no solo está en poemarios, sino en la forma en que a veces es más mensaje que el propio contenido. Y sus protagonistas, de nuevo, serán en torno a 25 “editoriales indómitas”, hermanadas por una sola cuestión: no distribuyen sus publicaciones por los cauces ordinarios. Ordinarios, sí, piénsese en la polisemia de la palabra.
“Hemos pasado por muchas fases. Estuvimos en Matadero y Conde Duque, pero de un tiempo para acá preferimos crear experiencias y recorridos, lugares con una singularidad arquitectónica y cultural extraordinarias”, explica Pepe Olona, coordinador de Arrebato Libros, editorial ubicada en la capital, y de POETAS.
Se fijó una meta inalcanzable pero que deja tras de sí un rastro precioso de investigación, descubrimiento y esfuerzo. Olona quiso encontrar a todos los artistas que, desde cualquier disciplina, experimentan con lo poético. Así, en esta edición, lo poético habrá que buscarlo en instalaciones, movimientos circenses y, claro, el Poema Universal que ya da cobijo a más de 40.000 versos escritos por cientos de personas.
El escenario de POETAS estará rodeado de la más cuidada selección de editoriales indómitas, algunas llegadas del extranjero. La iniciativa ha tenido tanto éxito que estuvieron presentes en la Feria del Libro de Madrid, algo que repetirán en la próxima edición de 2024. “Estarán en el salón de retratos del Ateneo, rodeadas de los escritores clásicos de la literatura española”, apunta Olona.
Algunas de estas editoriales nacen y mueren en poco tiempo. La fugacidad de lo poético también llega a ellas. “La principal característica para que sea considerada como indómita es que no sea distribuida por los canales convencionales”, reitera el coordinador del festival.
Le sigue Fabio de la Flor, responsable de la Editorial Delirio y coordinador de esta peculiar feria del libro poético en el festival. “La distribución personal nos hace un poco extraños. Esto hace que ingresemos con otro espíritu en el mercado”, inicia su discurso. De la Flor considera que contar con una distribuidora de libros es entregarle la mitad del negocio a otras personas, en sus propios términos. Personas que ni conocen bien esos libros ni saben manejarlos, añade.
“El pro está claro: tienes una conciencia muy clara de cuál es tu lugar, tu sitio, tu lector. En los contras está que no vas a llegar a tantos sitios y que la gestión de todo eso es verdaderamente complicada y cruel muchas veces”, continúa el editor. Él sabe que sus libros no tienen por qué llegar a toda la gente, que un libro no tiene por qué ser para todo el mundo. Sabe que cuanto más, no siempre es mejor.
Como responsable de esta parte de POETAS tan indómita, De la Flor adelanta: “Habrá libros dentro de latas, escritos en papelillos de fumar o metidos en cajas”. Que vuele la imaginación. En realidad, hay una necesidad de externalizar la poesía fuera del propio libro concibiéndolo como una publicación.
Carolina Espinoza es una de esas personas que estará detrás de su stand este viernes. Ella es la responsable de Meninas Cartoneras y vendrá a Madrid desde Chile. Conoce POETAS desde cuando ni siquiera se llamaba así. En su bagaje, más de una década compartiendo con el público sus meninas cartoneras, ¿pero qué son realmente? “Son libros de cartón que surgieron tras la crisis del corralito en Argentina. El proyecto trata de blindar el valor de los libros, que aunque se dé una gran crisis económica, se puedan seguir comprando libros”, responde ella.
Meninas Cartoneras tiene unos 35 títulos publicados en pequeño y mediano formato. Su esencia son las portadas de cartón, únicas e irrepetibles, y las tiradas que componen en torno al centenar de ejemplares. “Publicamos poesía, pero también cuento, relato corto, microrrelato, algún ensayo breve y lo que nos permitan 50 páginas de extensión”. Todo está hecho a mano. Por eso las tiradas son tan cortas y siempre irrepetibles. “No somos un fanzine, porque no grapamos las hojas, sino que las cosemos con un punzón inspiradas en las técnicas de encuadernación artesanal convencional. Y cuando está todo listo, hacemos una tapa con cartón reciclado que recogemos de la calle”, comenta Espinoza. Para ello se valen de la técnica del collage.
“La gracia es que es un libro 100% biodegradable. La gracia es que ni siquiera compramos el cartón, ni nos interesa que sea puro. Si viene de una caja de detergente y eso se ve, mejor”, enfatiza la editora chilena. De esa forma, reivindican que el cartón que nació con un destino ya escrito puede llegar a cambiar sus designios y convertirse en libro. “Es un honor que POETAS nos invite, porque lo poético tiene su correlato en todas las artes, también en una editorial impresa que apuesta por la poesía en todas sus expresiones”.
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