Festival ‘SONNA’: Conciertos en la espléndida naturaleza de los Pirineos
Huesca reinventa el festival de verano y crea ‘SONNA’ para llevar la música a rincones naturales, lagunas, ibones glaciares y bosques en un extraño verano marcado por la huida de las concentraciones humanas. Naturaleza y músicas del mundo: 31 conciertos en 31 espléndidos espacios con reducidos aforos de 50 a 250 personas. Siempre que los rebrotes del Coronavirus lo permitan se desarrollará del próximo sábado, 25 de julio, al 20 de septiembre.
“Queríamos hacer algo nuevo, adaptado a la nueva normalidad y en contacto con la naturaleza. De esa necesidad de seguir disfrutando de la música y hacerlo en lugares muy especiales, rodeados de bosques, aves, montañas… surge el Festival Sonidos de la Naturaleza”. Lo cuenta Luis Calvo, técnico de la Diputación de Huesca y director de festivales, un innovador en lo que se refiere a creación de eventos culturales de los que dejan huella. Este año, con SONNA Huesca sorprende en el panorama musical estival con una propuesta en la que cultura y medioambiente se fusionan para el disfrute del público.
“Cuando me llamaron para participar, me pareció una gran idea. Cantar rodeada de naturaleza siempre es una experiencia única y, además, yo ya tengo un concierto que se adapta perfectamente a un espacio así, Paris al piano, porque no requiere un gran montaje. Dentro de mi mini-gira de este año, será el segundo concierto de la temporada y en un lugar muy especial”, comenta la cantante aragonesa Carmen Paris, a la que ha tocado como escenario el Museo de la Escultura al Aire Libre de Hecho, un municipio pirenaico que ha hecho un hueco para la cultura entre sus montañas y pastos.
La misma sensación de participar en algo que lo identifica de lleno tiene el cantante y poeta, también aragonés, Ángel Petisme, para quien música y naturaleza forman un tándem perfecto desde que sonaron las primeras notas realizadas por los humanos. “Los sonidos de la naturaleza, la lluvia, los cantos de las aves, los ríos… El vínculo con lo natural es una referencia fundamental para los artistas. En este concierto en el Castillo de la Corona de Almudévar, en Huesca, buscaré esa conexión a través de mis canciones. El coronavirus nos ha descubierto que no podemos estar encerrados. Pues bien, aprovechemos espacios al aire libre, incluso los parques, para ofrecer música al público ahora que no es posible en los locales. Ojalá iniciativas como ésta proliferaran”, defiende el cantautor.
El de Carmen Paris (1 de agosto) y Ángel Petisme (21 de agosto) son dos de los 31 conciertos que podrán disfrutarse en 31 lugares elegidos para estrenar este extraño verano el SONNA 2020. El Ibón de Asnos de Panticosa, una laguna glaciar a la que se puede subir en telesilla o andando, las bordas de Viados en el Sobrarbe, cabañas ganaderas inmersas en el valle de Gistaín a las que se llega por un camino de tierra, una yurta mongola instalada no lejos de Formigal, un cerro de impresionantes vistas llamado Alto de la Cruz, en Alcolea de la Cinca, ermitas, castillos…. Cada lugar ha sido escogido con tanto mimo natural como cada uno de los artistas que participarán durante casi dos meses en este festival oscense.
Por esos escenarios pasarán, desde el 25 de julio al 20 de septiembre, además de los ya mencionados, artistas como Juan Perro, Fetén-Fetén, Olga y los Ministriles, El Factor Humano, Luis Delgado y otros muchos; la mayoría son de Aragón por aquello de apoyar la música de la tierra en un año realmente complicado.
Calvo en su día también fue el creador del Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur, hace ya 29 años, del que está desvinculado desde hace unos años, otro evento en plena naturaleza, junto al embalse de Lanuza, que este año ha sido aplazado por la crisis sanitaria. “En el SONNA será fácil controlar los aforos, que son pequeños, de entre 50 y 250 personas. Ninguno de los lugares escogidos es de difícil acceso para quien no sea un experto caminante, pero sí son todos espacios al aire libre, en los que podremos escuchar los pájaros y la música. Y se hará sin dejar ningún impacto ambiental porque serán conciertos acústicos, sin miles de watios de potencia, y todo lo que se llevará será de cartón, hasta las sillas. No queremos dejar huella en ninguno de esos lugares”.
Elegir los enclaves no fue fácil, tantas son las posibilidades que ofrecen los espacios naturales en Huesca. Calvo y su equipo visitaron más de un centenar de lugares hasta dar con los 31 de esta primera edición en 10 comarcas diferentes. “Después de este marzo de 2020, el aire libre resulta más liberador y la naturaleza es el espacio y escenario más adecuado para recuperar la necesaria socialización”, recuerdan los promotores del SONNA.
“Es verdad que muchos artistas son de Aragón porque era necesario apoyar al sector cultural de esta región y tenemos muchos y muy buenos, pero también hay de otros lugares del mundo”, explica Luis Calvo. Entre los cosmopolitas, el del primer día del festival, el 25 de julio, cuando la francesa MounQup ocupará el escenario de la yurta mongola de Formigal, en estas fechas un paraíso para disfrutar de las cimas pirenaicas que la rodean. Y de ahí, en la jornada siguiente, un viaje musical hasta el Bosque de Betato, famoso hayedo en el Valle del Tena del que cuentan las leyendas que está encantado y habitado por brujas. Igual alguna se acerca por el concierto del maestro de la kora Ali Boulo Santo, un griot de Senegal que con la llamada arpa africana nos transmitirá la magia musical que ya tocaban sus ancestros. Sonidos únicos, cristalinos, relajantes… Los más cercanos al mundo sostenible en el que los aprendió de niño, entre baobabs en lugar de hayas. Y en las semanas siguientes, músicas de Armenia, de Colombia, de Chicago…
Entre los representantes de la tierra, junto con Petisme y Paris, también estará el dúo Mantel de Noa, que darán una vuelta por las músicas del mundo desde la ermita mozárabe de San Juan de Busa, una de las más pintorescas del Serrablo, no lejos de Sabiñánigo; y la también cantautora María José Hernández que, acompañada de piano y contrabajo, pondrá las Cartas sobre la mesa (nombre de su último disco) en las orillas del río Ara, rodeados de montañas milenarias, a un paso del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido…
En un año de extraño verano en el que escasea la música, SONNA Huesca 2020 nos pone delante una ruta llena de paisajes musicales y naturales. Para no perderse..
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