Apadrina una flor: el proyecto del Thyssen y Mandarin Oriental Ritz Madrid
Alejandra Martos, restauradora del Museo Thyssen, junto al cuadro ‘Porcelana china con flores’, del pintor Jacques Linard. Foto: M. Cuéllar.
El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid han unido fuerzas para restaurar el cuadro ‘Porcelana china con flores’, del pintor francés Jacques Linard. Lanzan además un original proyecto de micro-mecenazgo por el que proponen que se apadrinen las extraordinarias flores de este lienzo.
‘Una flor es el principio de una bonita historia’. Este es el lema con el que el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el hotel Mandarin Oriental Ritz Madrid han querido sellar su primera colaboración para comenzar el proceso de restauración de una de las obras emblemáticas de la colección del Museo: Porcelana china con flores, del pintor francés Jacques Linard. Son nueve palabras que resumen perfectamente el espíritu de este proyecto, que no solo involucra a una institución privada en la conservación del patrimonio cultural de España, además, incita a todos los amantes del arte a que participen, en la medida de sus posibilidades, en este empeño con una elegante campaña de micro-mecenazgo.
No es la primera vez que el Museo lanza una propuesta de crowfunding para restaurar una de sus joyas. En 2020 le tocó el turno a uno de los preciosos cuadros de Canaletto de la colección. Para dejar en perfecto estado la Plaza de San Marcos en Venecia, se dividió el cuadro en 1.000 pequeños fragmentos con un valor simbólico de 35 euros cada uno, para que los nuevos mecenas pudieran escoger las partes de la restauración que querían financiar.
Captura de pantalla de la web de micro-mecenazgo del Thyssen y el Mandarin Oriental Ritz Madrid.
En este caso, tanto el museo como el hotel han pensado que apadrinar las flores del cuadro sería una original idea para incitar a los amantes del arte a involucrarse en este proyecto. De los 35.100 euros que costará el proceso, el Mandarin Oriental Ritz Madrid ha pagado ya 10.000 euros. Ha sido como si ellos hubieran adquirido el recipiente de porcelana y dejasen las flores para el público. Flores que se podrán apadrinar por 400, 500, 900 o 1.500 euros. La primera –entre las de más valor económico– ha sido adquirida por el chef Quique Dacosta, responsable gastronómico del Ritz. Greg Liddell, director general del hotel, asegura: “El apoyo al arte ha sido una de nuestras prioridades desde que volviéramos a abrir nuestras puertas hace un año. Estamos tremendamente ilusionados con este proyecto. Una oportunidad así, de la mano de una de las mejores pinacotecas del mundo, queríamos compartirla con todos aquellos que comparten nuestro amor por el arte y la cultura”. Los clientes del hotel tendrán en sus habitaciones un tarjetón con una explicación del proyecto y un código que les lleve a la página donde puedan colaborar.
Cuando los responsables del Mandarin vieron las pinturas que estaban en espera para ser restauradas en la colección del Thyssen, lo tuvieron claro. Las flores frescas son una seña de identidad de la cadena hotelera. De hecho, en el establecimiento de Madrid, cuatro personas de su plantilla trabajan única y exclusivamente en mantener el hotel perfectamente decorado con vistosos y elegantes arreglos florales. Así que estaba claro que tendría que ser el óleo de Linard. Un cuadro que llegó a la colección del barón Thyssen en 1970.
¿Cómo apadrinar una flor o saber si está libre o ya ha sido adquirida? Se ha creado una página web, que puedes visitar aquí, en la que una animación del cuadro ofrece toda la información. En esa misma página explican: “Si apadrinas una de las flores u hojas de esta magnífica obra, prolongarás su vida y disfrute, tendrás acceso exclusivo al proceso de investigación y conservación de esta y recibirás un certificado personalizado que avalará tu apoyo”.
Alejandra Martos es una de las restauradoras del museo. Visitar su lugar de trabajo es todo un privilegio que podrán disfrutar los mecenas que realicen aportaciones de 900 o 1.500 euros. Martos nos enseña el cuadro ya sin marco y nos explica que el objetivo fundamental de la restauración de la obra de Jacques Linard consiste en “recuperar sus colores originales, los cuales han envejecido y aparecen desvirtuados debido al oscurecimiento del barniz”. “Es una obra que ya sufrió un proceso de re-entelado y una restauración posterior, tenemos que valorar realizando una serie de pruebas a qué nos enfrentamos. Con los infrarrojos descubriremos las capas subyacentes y las posibles correcciones realizadas anteriormente. La radiación ultravioleta nos permitirá identificar añadidos y posibles repintes, y con la radiografía podremos estudiar la sucesión de capas utilizadas por el artista desde el soporte a la capa de pintura final”.
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