El fotógrafo que retrata lo que esconden los mataderos ‘tras los muros’
¿Quién es Aitor Garmendia? “Uno entre millones al que le preocupa la explotación que sufren los animales”, me responde este fotógrafo y activista vasco que ha convertido la denuncia del maltrato animal en el eje de su trabajo. En 2017 publicó la mayor investigación gráfica sobre mataderos del mundo, el documental ‘Matadero. Lo que la industria cárnica esconde’, resultado de una investigación encubierta sobre 58 mataderos de 10 Estados de México. Ha recibido numerosos premios de fotografía y desde hace años desarrolla ‘Tras los muros’, “un proyecto político y personal por y para la Liberación Animal en el que todas las imágenes son de libre uso.
¿Cuándo comenzaste a darte cuenta del maltrato animal?
Mi toma de conciencia más profunda sucedió en Inglaterra a finales de los años noventa, a raíz de conocer a personas veganas y vegetarianas, algunas de ellas involucradas en la liberación animal.
¿Cómo surgió el proyecto ‘Tras los muros’? En la web explicas que se trata de un proyecto personal, individual. Quieres dejar claro que no está vinculado a ninguna organización. ¿Por qué elegiste este camino, tal vez para tener más libertad a la hora de contar?
Surge tras un proceso de crisis, cuando compruebo que los proyectos donde estaba involucrado implementan líneas estratégicas con las que no estoy de acuerdo y dejo de militar en ellos. Surge de forma circunstancial y, aunque el proyecto es personal, lo concibo dentro de un marco de trabajo colectivo. Además de trabajar con organizaciones y proyectos afines con los que mantengo una relación permanente de información y de análisis, para determinados reportajes e investigaciones es necesario un trabajo en equipo.
¿Una imagen vale más que mil palabras?
La imagen y la palabra son dos herramientas que juntas pueden ser muy poderosas.
¿El mundo de la imagen, de la fotografía, vive de espaldas a lo que ocurre tras los muros?
Mucho. De hecho, esta fue una de las razones que motivaron el proyecto, la ausencia de profesionales que trataran este asunto como se merece. No es algo que suceda de forma exclusiva en el mundo de la imagen, sino que es la manifestación lógica del actual estado de las cosas. La opresión histórica que padecen los animales no humanos es algo que nos preocupa muy poco como sociedad.
¿Qué hay tras los muros?
Animales sufriendo la explotación sistemática y la indiferencia de una sociedad a la que le cuesta mirar.
¿Por qué la sociedad no se atreve a mirar?
Por vergüenza, supongo.
A la hora de realizar tu trabajo, ¿has sentido miedo alguna vez?
Cuando acompaño a grupos a realizar investigaciones clandestinas o durante investigaciones encubiertas, sí. El miedo en su justa medida, ese que te mantiene alerta, te puede evitar un mal trago, pero a veces también se te puede ir de las manos. Algunos investigadores se acostumbran y acaban perdiéndolo. Hace algo más de un año accedí a varias granjas en el norte de Italia junto al equipo de investigación de Essere Animali, una importante organización de derechos animales. En una de esas incursiones y en plena madrugada, nos encerraron en una nave de terneros. Logramos escapar por otra puerta que habíamos detectado el día antes y pudimos saltar el vallado y adentrarnos en el bosque, pero el hombre que nos había encerrado salió tras nosotros y pudo ver cómo escapábamos. Al llegar al lugar donde habíamos aparcado el coche, nos estaban esperando dos trabajadores armados con barras de hierro y nos amenazaron con darnos una paliza. “Tú a por ese y yo a por ese”, dijeron. Finalmente llegó el dueño con la policía y pudimos aclararlo todo. Aquello podía haber acabado mal.
Cuéntame uno de los momentos más impactantes, por lo negativo, que hayas vivido.
En un matadero de México una vaca cautiva, tras sufrir varios impactos de bala en el cráneo, logró escapar del cajón de aturdimiento. Con claras intenciones de huir de allí, aturdida y a duras penas, logró llegar al otro extremo del matadero. Allí la derribaron a golpes y con la ayuda de un polipasto fue arrastrada por el suelo con una soga atada a su cuello. Finalmente y a punto de la asfixia la dispararon de nuevo y le cortaron el cuello. Esto ha quedado recogido en un documental que realicé llamado Matadero. Lo que la industria cárnica esconde. He sido testigo de escenas muy duras y el impacto tiene que ver más conmigo, con cómo estoy en ese momento. Al subrayar determinadas situaciones puede parecer que en otras los animales sufren menos, o incluso que existe alguna forma de explotación donde pueden alcanzar el bienestar, tal y como pretende hacernos creer la industria ganadera con su propaganda. Pero no es así, en todas las formas y fases de la explotación, los animales son sometidos a vivencias aterradoras.
¿Y el momento más esperanzador?
Encuentro esperanza en quien lucha y en quien sigue ahí.
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