Gary Louris, el químico de Jayhawks

Los miembros de la banda The Jayhawks.

Los miembros de la banda The Jayhawks.

POR BÉNETO BUENO

¿Cuál es el secreto de que los Jayhawks sigan sonando como una banda fresca, unida y relajada, de que su poética melancolía siga conectando tan bien con el público, en discos y en directo? Aprovechamos su paso por Ma­drid para entrevistar a su líder, cantante y compositor, Gary Louris.

Química… Esta formación es la que mejor química ha tenido sobre y debajo del escenario de todas las forma­ciones a lo largo de la historia de la banda. Sin mencionar que es la mejor a nivel musical y artístico y sin duda es la que mejor rollo tiene. Además, parecemos tener una nueva vida. He sobrevivido a una historia personal difícil y ahora veo a todos estos fans españoles y digo: “¡Sí, la vida es buena!”.

¿Qué escritores —no músicos— te han influido más?

¡Guau! Eso es como preguntarme cuáles son mis bandas o discos favoritos… Imposible… Me encantan los clásicos como Hemingway, F. Scott Fitzgerald, Wallace Stegner, cualquiera de los clásicos que se leen en el ins­tituto como Salinger o A Separate Peace (Una paz sólo nuestra) de John Knowles. Sorprendentemente, me ena­moré de la serie de El Topo de John Le Carré. En cuanto a autores contemporáneos, estoy disfrutando mucho con The Yiddish Policemen’s Union (El sindicato de policía yiddish) de Michael Chabon; también me encanta The Amazing Adventures of Kavalier and Clay (Las asom­brosas aventuras de Kavalier y Clay).

¿Escuchaste o leíste el discurso de Bob Dylan para la gala Person of the Year de MusiCares?

No, pero espero que haya estado relacionado con el importante trabajo que hace MusiCares…, porque básica­mente fueron ellos quienes me salvaron. Cuando estaba luchando contra la adicción a las drogas y el alcohol, me rescataron pagándome todo el coste de un excelente tra­tamiento en un centro de rehabilitación exclusivo.

La ‘pregunta Dylan’: ¿qué opinas de él y de su obra, es tan importante para la música como se dice?

Bueno, está Dylan y luego todos los demás. Pensaba en su longevidad; creo que es más fácil que tu carrera mu­sical sea larga si eres un artista solista, hay menos vaivén, por supuesto él es la piedra angular, aquel que no puedes imaginar que falte en un diccionario musical. Si quitas a Dylan, la casa entera se viene abajo. Hay un AD y un DD (antes y después de Dylan). He escuchado cosas que cuentan cómo escribe, y yo sigo los mismos principios. Despliega tu antena creativa y asegúrate de escuchar bien, pero nunca, nunca lo hagas de manera forzada. Y cuando tengas dudas, roba…, pero con seriedad. No son muchos los compositores que puedan alardear de tener sus letras impresas, pero él sí. Es una mezcla de la generación beat de Ginsberg y un corta y pega de Burroughs con un toque sano de Keats, Yeats y Dylan Thomas. Una frase lleva a la siguiente en un Bob & Roll de monólogo interior y un indicio de arte que no sientes. ¡Odio cuando puedo escuchar a un compositor o a un escritor escribir!

Dylan se zambulló en la música folk en sus comienzos, pero tus raíces musicales están más en el ‘art-rock’ o la música experimental, aunque eres miembro fundador de una banda esencial de la ‘Americana’. ¿Te sientes más como un Judas o un Mesías de este género?

Buena pregunta. Un poco de ambos, pero en una escala más pequeña que Jesús y Judas. Cuando me preocupo por el público, me meto en un gran lío, eso no quiere decir que ellos no entren en la ecuación; a veces el público puede ser una parte de la consciencia recordán­dole al artista cómo ha llegado hasta ahí en primer lugar. Pero cuando el público manda sobre el artista, entonces éste deja de serlo. Un artista debe dirigir y no seguir. Un artista debe arriesgarse, aunque falle, porque, si no, pasa a ser un animador. El público debe darse cuenta de que si el artista se aburre de regurgitar siempre lo mismo para que ellos estén contentos, lo más probable es que el artista muera por dentro. Así que es mejor dejarlo vagar, perderse y —posiblemente— caerse y dar algunos giros equivocados. El ar­tista tiene que explorar o morir. Y no hace mucho tiempo me di cuenta de una cosa importante. ¡Yo no soy Dylan! Hace años so­lía compararme con él o Leonard Cohen o Lennon o Nick Drake o Nick Cave, y luego pensé: “Yo soy Gary Louris”. Soy un poco bobo, y si sigo comparándome con esta gente siempre voy a sen­tirme frustrado. Por eso ahora doy saltos en el escenario y no tengo miedo de sentirme ridículo, por­que ya no me importa lo que la gente piense de mí. ¡Esa es una de las ventajas de hacerse mayor! Crecí escuchando a los Beatles, Stones, Who, Kinks, y luego a Black Sabbath, Deep Purple, Led Zeppelin, más tarde a Genesis, Yes, Roxy Music, Bowie, Eno y luego a Sex Pistols, Buzzcocks, Clash, Ramones, Suicide, Patti Smith, Television y Neu! Cluster, Kraftwerk, Can, Harmo­nia, Faust y luego Elvis Presley, Neil Young, Bob Dylan, Nick Drake, folk británico, Byrds, Burritos, Springfield y luego vuelta a empezar con los clásicos y la música alemana. Lo escucho todo.

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‘Tomorrow the Green Grass’ ha pasado el test del tiempo y ya es un clásico. ¿Es más una carga o una inspiración?

Si el álbum fuera malo, diría que es una carga…, pero se ha mantenido también para mí, y disfruto tocando las canciones de ese álbum. Fue un momento feliz para la banda, o para la mayoría de nosotros, por lo menos.

Aparte de tu proyecto en solitario, también participas en otras bandas como Golden Smog (posiblemente la mejor banda paralela que hay). ¿Cuál es el proceso creativo y de composición respecto a The Jayhawks? ¿Es Golden Smog una vía de escape?

Comenzamos utilizando canciones que habíamos decidido no tocar con nuestras otras bandas y eso no sig­nifica que esas canciones sean necesariamente inferiores. Podríamos decir que no encajaban con la banda o el disco que estuviésemos grabando. Por ejemplo, Until You Came Along, una de las canciones que escribí y que es una de mis favoritas, comenzó siendo una canción para The Jayhawks e intentamos grabarla para Sound Of Lies, pero no funcionó y con The Golden Smog simplemente encajó a la perfección. También había un elemento im­portante en The Smog que me enseñó algo respecto a mi otra banda: disfrutar las cosas como son, y no intentar conseguir el Disco de Oro todo el tiempo. Eso me quitó un peso de encima y me permitió dejarme llevar y divertirme; es lo que me hizo volver a hacer música. ¡Si de verdad hubiese querido escapar de mi banda no habría elegido formar una banda paralela con otros tres miembros de los Jayhawks!

Tus letras son consideradas sencillas y desprenden cierta melancolía poética y cotidianeidad con las que la gente conecta. ¿De dónde salen?

Yo no diría que mis letras son particularmente sim­ples. ¡Deberías ver la cantidad de cuadernos con letras que tengo! Hay una pequeña zona donde las cosas fluyen y coges esa ola cuando puedes antes de que aparezca la mente consciente. Yo robo de libros, añado titulares y anuncios de revistas y periódicos, y corto y pego. Farfullo un poco… De ahí es de donde saco las palabras realmente. Farfullo y luego vuelvo a escuchar mi grabación y apunto lo que creo que escucho; lo que escucho mal es lo mejor, el son repetirme. También me encantan los espacios entre líneas (¡no me gusta decir esto!). No quiero perfilarlo todo, pero tampoco quiero dar un sermón. Aún así, a veces tienes que afrontar los temas importantes, como Unamuno.

¿Qué nuevos proyectos te esperan en el futuro, nos puedes adelantar algo?

Últimamente he estado escribiendo y experimentando con un software nuevo, sintetizadores, sonidos nuevos. Pero eso no encaja con los Jayhawks, por lo menos no en el sentido que me gustaría. Tiene unos cuantos brazos mi pulpo musical. Tengo una banda paralela con mi amigo Django Haskins de una banda llamada The Old Ceremony de Durham, Carolina del Norte. Las canciones nos salen sin esfuerzo cuando escribimos juntos y es un fantástico compositor. Nuestra banda se llama Au Pair y casi hemos terminado nuestro álbum, que espero se publique en oto­ño; dos tíos delante de un micrófono, acompañados de dos guitarras acústicas cantando cosas raras. Y del estilo de The Beta Band tengo unas cuantas cosas buenas, sólo unos cuantos paisajes sonoros que hice con un programa llamado Ableton Live, que me encanta, pero no estoy muy seguro de qué hacer con ellos. También un disco en solitario que definitivamente NO será como Vagabonds, con menos raíces y más estilo New York, supongo. Y luego The Jayhawks, que seguirán pecando en el proyecto que hemos creado, folk-rock melódico con nuevos caminos, pero creo que centrándonos más en las armonías a tres voces esta vez, lo estamos componiendo mientras habla­mos. Hay mucho sobre la mesa.

Sabemos que lo odias pero nos podrías decir cinco dis­cos y cinco libros sin los que no podrías vivir. Gracias por todo y suerte en el resto de la gira.

¡No me gusta nada hacer esto! Aquí va, pero si vuel­ves a preguntarme, te diré cinco álbumes y cinco libros distintos.

Álbumes:

1969 / The Velvet Underground

Sisters Lovers / Big Star

White Album / The Beatles

El EP de The Beta Band

Desire / Bob Dylan

Libros:

The Beautiful and Damned/ F. Scott Ftzgerald

Europe Between the Oceans / Barry Cunliffe

Angle of Repose / William Stegner

The Portable Mark Twain / Mark Twain

Our Music Could Be Your Life / Michael Azzerad

Gary Louris (Ohio, 1955) es músico y fundador de la banda The Jayhawks, de la que es su principal cantante y compositor, por lo que se le atribuye la evolución de la banda desde el folk-country a un sonido más progresivo y pop. También tiene varios álbumes con el grupo The Golden Smog, con Mark Olson y en solitario.

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