Zooilógicos y Animalísimos: arte para el público infantil
Criaturas inquietantes, simpáticas, dicharacheras, amables y alguna que otra despistada componen el amplia bestiario de seres que durante estas Navidades van a convivir en la galería madrileña Mad is Mad. Los artistas Daniel Montero, Cecilia Moreno, Beatriz Enríquez, Daniela Martagón y Manuel Marsol han creado un amplio catálogo de seres para la segunda edición de la muestra ‘Mad, un pequeño gran planeta’, dedicada a la ilustración infantil.
Durante los meses de diciembre y enero podremos regresar a Mad, un pequeño gran planeta. Allí, cinco ilustradores infantiles acercarán su magia a niños y no tan niños y nos presentarán sus seres y sus libros. La buena acogida de la edición de 2015, gracias a los autores Olga de Dios, Elena Hormiga, Adolfo Serra, Miu Mirambell y Antonio Hermán, ha animado a los responsables de la galería Mad is Mad, situada en el barrio de Chueca y volcada en los artistas emergentes, a repetir la experiencia, con quien esto firma ejerciendo de comisario. Si el año pasado se apostó por el lado salvaje. Este año los protagonistas serán extraños seres que vienen de diferentes lugares para pasar con nosotros unos días y contarnos sus historias.
Habrá bestias para todos los gustos. Para los más tiernos y tiernas, los adorables animales de Daniela Martagón. Para los más osados y osadas, los inquietantes seres de Daniel Montero. Para los más atrevidos y atrevidas, los mundos del gigante de Manuel Marsol. Para los más raros y raras, las originales criaturas de Ceci Moreno. Y para los más despiertos y despiertas, los seres para pensar de Beatriz Enríquez.
Los cinco han reunido parte de su mejor talento para compartirlo en la segunda edición de Mad, un pequeño gran planeta.
Daniel Montero presume de haber nacido prematuramente a la edad de cero años en Madrid. Desde niño tenía claro que le gustaban los libros y que le gustaba dibujar. “Cuando descubrí que había una profesión que se dedicaba a hacer dibujos para los libros, me dije: eso es lo que quiero ser yo”. Le costó arrancar en esta profesión, dio muchas vueltas y también dio mucho la lata. “Hice la típicas profesiones de preilustrador, trabajos basura que odiaba, que eran en realidad los que buscaba, trabajos donde no estuviera a gusto para hacer mayor hincapié y reafirmarme en que quería ser ilustrador”.
Como artista se define como «retorciforme espiraloide». La parte retorciforme está destinada para los adultos y la espiraloide para el público infantil y juvenil. “Me gustan los colores potentes, me pierde el detalle. Me pongo a hacer tramas y no puedo salir de ellas. A veces me digo: tenías que haber parado hace media hora o incluso hace dos horas. Pero una vez que me he metido, continúo hasta el final. Nunca uso la línea. Me gusta dejar que el espectador tenga algo que aportar a la ilustración. Me va el juego, es la parte que mejor define mi trabajo”. Un juego que comienza Daniel Montero y que luego invita al espectador a participar en él. Disfruta con su trabajo y lo transmite mientras nos lo va contando. “Me gusta ponerme pruebas. En mi trabajo hay mucha tensión, sufrimiento que va siempre acompañado de disfrute. Cuando al final sale algo bien, me hago una ola. No en silencio, pego un grito y vivo la ola. Digo: ¡SÍ!”.
Montero trae a Mad is Mad, sus seres del Zooilógico. “Son las criaturas que habitan en mi cráneo y que van saliendo poco a poco; desde muy pequeño tenía muchos pajarracos en mi cabeza. Y según fui creciendo se iban multiplicando y sumando otras criaturas que creaban un gran estruendo en mi cabeza. Un buen día decidí sacarlas al papel”. Muchas de esas criaturas forman parte de un álbum ilustrado llamado El gran Zooilógico, publicado por la editorial Jaguar. Un libro pseudocientífico donde todas las criaturas tienen una descripción junto con su nombre científico, su hábitat y sus características principales. A Mad is Mad vendrán criaturas peludas, algunas un pelín peligrosas, por eso van metidas en tarros, y otras estarán en remojo. Que nadie se asuste, Daniel Montero parece que lo tiene todo muy controlado.
Beatriz Enríquez es de Madrid y lleva dibujando toda la vida con interrupciones. “He tenido trabajos que me separaron de la ilustración. Entre ellos el mundo acuático; he sido monitora de natación. Después de estar cinco años en el agua, he retomado esta vocación. Sobre todo para darme la oportunidad de volver a intentarlo. Salgan o no las cosas, ahora mismo tengo la sensación de que lo estoy intentando”. Fue la ganadora este año del concurso Pato Pollo; su mascota será la encargada de representar en 2016 a Ilustratour (www.ilustratour.es), el principal festival de ilustración de nuestro país y con el que Mad is Mad estableció un acuerdo para buscar talentos para esta exposición.
Beatriz ha llegado a esta profesión poco a poco, por iniciativa propia. Lo que más le gusta hacer en este mundo es contar cosas: “Empecé en el mundo del cine de forma experimental, haciendo algún corto. He estado muy ligada desde siempre al lenguaje del cómic. Lo que más me gusta de mi trabajo es que estoy contando cosas. Para mí es vital. Además, estoy cansada del qué bonito, huyo de los dibujos que se pueden definir así, de los personajes con los ojos grandes. Creo que mi trabajo ha de tener una finalidad. Desde mi punto de vista, me gusta hacer pensar. Tengo muchas cosas en la cabeza, así que todo mi trabajo es muy emocional”.
Beatriz trabaja sin bocetos previos, de una forma muy visceral. “Parto de la mancha, de la línea. Me cargo montones de dibujos, soy un poco bruta dibujando. Pero es así como encuentro lo que quiero contar. De esta forma me siento libre. Consigo que sea terapéutico para mí. Mezclo la imagen con el texto y es ahí donde encuentro una unión muy fuerte, donde por fin puedo sentir y decir que cuento algo».
Beatriz viene a Mad, un pequeño gran planeta con cuatro cajas unidas por una pregunta: “¿Cómo estás hoy?”. En cada una de ellas va a describir un estado de ánimo y va a animar a niños y niñas a que definan su estado. Además, nos presenta obra original donde nos describe las relaciones del ser humano con los animales.
Manuel Marsol ha sido Premio Internacional de Ilustración Edelvives con su primer álbum ilustrado Ahab y la ballena Blanca, publicado por Edelvives. Además, ha sido seleccionado este año en la Mostra de Bolonia, el principal festiva de ilustración de Europa. Es de Madrid y vuelve a Mad is Mad, la primera galería de arte que expuso su obra. “Rafa Ruiz fue el primero que confió en mí y volver a exponer en Mad para mí es muy especial”. Marsol viene de la publicidad, siempre se ha dedicado a la creatividad y antes de llegar a la ilustración dio mil rodeos. “Dibujaba por mi cuenta, trabajaba de director de arte haciendo anuncios, pero lo que realmente me gustaba era dibujar. Dibujar sin parar. Me fui unos meses a Barcelona a estudiar y empecé a meterme en este mundo. Desde hace unos años me dedico sólo a esto”.
Marsol se crio rodeado por el mundo del arte, sus padres eran los dos profesores de Historia del Arte. “A mí de niño me llevaban de exposición en exposición. Por esas experiencias, mi cultura visual queda más cerca de Picasso y Bacon que de los ilustradores. Esa influencia, sin ninguna duda, aparece en mi trabajo. Me gustan los autores que compaginan el trabajo clásico con el mundo moderno. Y eso Picasso lo hace muy bien en La Suite Vollard. En el mundo de la ilustración tengo un referente muy claro, Pablo Auladell, que tiene un gran equilibrio entre lo que está medido y lo que es más fresco o novedoso”. Marsol es un especialista creando atmósferas y entornos para sus personajes. “Siempre empiezo por ahí, mucho antes que por las personalidades de mis personajes. Me gusta imaginarme en qué contextos están, en qué lugares, qué les rodea, y luego ya desarrollo las historias y los personajes. Me gusta la sensación de poder moverlos a mi antojo. Con lo que más disfruto es con el momento de preparar el escenario. Es como cuando eras pequeño y preparabas situaciones con tus juguetes, y luego los movías por el jardín, el salón… o por donde estuvieses”.
El paso del tiempo y la emociones son los dos temas principales con los que trabaja Manuel Marsol. Y es algo que se ve perfectamente en el trabajo que nos propone para esta exposición: seis láminas del libro O tempo do Gigante, con textos de Carmen Chica, editado en Portugal por Orfeu Negro y que se publicará en España en enero con el sello de Fulgencio Pimentel e Hijos. “En este libro trato el paso del tiempo, un tema que siempre me ha gustado. Cómo lo percibimos. Cómo no nos damos cuenta de las cosas pequeñas que pasan a nuestro alrededor. Es un libro que muy relacionado con mis sensaciones vividas en la infancia”.
Daniela Martagón viene de México DF. Lleva cuatro años en España. “Vine a hacer el máster de álbum ilustrado de I con I. A partir de ese momento empecé a conocer gente que tenía que ver con el mundo del libro ilustrado y con cosas de la infancia. Hace unos años fundé junto con Ellen Duthie y Raquel Martínez Uña Wonder Ponder, filosofía visual para niños. Un proyecto al que dedico casi toda mi vida, mi tiempo y mis recursos… ¡Pero es tan guay!… Estoy muy contenta, porque gracias a este proyecto doy talleres para niños y profes y hago clases extraescolares”.
A Daniela Martagón le interesa mucho crear personajes y la relación que se establece entre ellos. “Apenas creo fondos, suelo pasar de ellos y no sé muy bien por qué. En mi trabajo no puede faltar el humor, provocar en el lector incomodidad, el conflicto. Me interesa que haya tensión en mi trabajo. Esas situaciones dan mucho que pensar y ayudan en la vida. Por otro lado, me gusta mucho trabajar con la línea, pintar, recortar, pero lo más importante siempre es conservar la línea. Y que mi trabajo no pierda la viveza de lo que se dibuja. Huyo de cosas muy rebuscadas, porque lo suelo perder. Me he acostumbrado a hacer cosas rápidas, pero para que la obra definitiva salga bien, repito muchas veces, hasta que esa espontaneidad que me gusta queda definitiva”. A Martagón le gusta que su obra se pueda tocar, esa es la principal razón por la que llegó a los libros ilustrados y al formato Wonder Ponder. “Por eso mi sueño sería hacer juguetes, ver mis dibujos como muñecos con los que poder jugar o interaccionar con ellos”.
A Mad is Mad trae la serie Animalísimos. “Son producto del verano sofocante que pasamos. Ha significado superar mi trauma con el bastidor, mi trabajo siempre había sido en papel. Quería hacer algo más objeto, sin la necesidad de poner marco, que los odio, y así es como volvió el bastidor a su vida”. En las paredes de Mad is Mad veremos su bestiario de animales.
Ceci Moreno también es de Madrid y licenciada en Bellas Artes en la especialidad de Fotografía. “Siempre me gustó la fotografía artística, no la de estudio. Me especialicé en Artes de la Imagen y di mis primeros pasos en diseño en publicidad. Con el tiempo llegue a la ilustración de la mano de una amiga a la que le escribía los textos que luego ella ilustraba. Ella sí tenía claro que quería ilustrar desde siempre. Todo el mundo empezó a preguntarme que por qué no ilustraba yo mis textos. Pero no me veía capaz, siempre he rechazado el dibujo porque me parecía muy complicado. Y un buen día empecé a investigar y descubrí el dibujo más realista, empecé a probar y ahí me he quedado de momento. Gracias a los cursos de ilustración de I con I y a los de Ilustratour empecé a conocer gente y hacerme mi pequeño hueco en esta profesión”. Recientemente ha publicado con Grassa Toro Ya. Nunca, de Editorial A Buen Paso. Un libro en el que texto e imágenes se entretejen poéticamente para dar forma al viaje vital de una persona. Una delicia. Varias imágenes de este libro han sido seleccionadas en Ilustrarte.
De Ceci Moreno la gente que la conoce dice que tiene un paleta de colores muy concreta y que sus dibujos trasmiten buen rollo. “Me gusta mucho esa definición, es muy especial poder hacer dibujos que te hagan sonreír. He participado en mercados de arte y ahí he visto la reacción de la gente de primera mano”.
Una de las paredes de Mad, un pequeño gran planeta 2 está compuesta por un collage gigante lleno de sus extraños personajes. “Mi propuesta es muy experimental; siempre trabajo con ordenador y es un reto poder usar métodos tradicionales. La idea ha sido componer una ciudad con diferentes seres y ver cómo conviven entre ellos». Además, el público podrá interactuar con la propuesta de Ceci e ir completando esa ciudad tan especial.
‘Mad, un pequeño gran planeta 2’, hasta el 27 de enero en la galería Mad is Mad. También habrá talleres con algunos de los ilustradores, cuenta-cuentos y presentaciones de libros. Sábado 19 (12.00 h), taller con Daniela Martagón. Domingo 20 (18.00 h), ‘Ven a botar con Toletis’, presentación y cuenta-cuentos del libro ‘Toletis. Cuatro Estaciones’, de Rafa Ruiz y Elena Hormiga.
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