#GreenShop: el premio a la tienda que reutiliza, recicla y conciencia

Familia de electrodomésticos. Foto: Rarreguic.

Visitar una #GreenShop (lo único malo de estas tiendas es su denominación, en inglés) supone confirmar lo bien y lo mal que funciona la gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). “Lo bien” procede de la propia existencia de las 800 tiendas de electrodomésticos adheridas a esta marca, donde, además de hacer lo que están obligadas por ley (admitir un aparato desechado por cada nuevo que venden), ponen a disposición de los clientes información y herramientas para mejorar la gestión de dichos residuos. “Incluso recogemos lo que las grandes superficies y la venta por Internet rechaza”, aseguran desde una de ellas. Y aquí está “lo mal”.

Curiosamente es el pequeño comercio, que sufre en sus carnes y en sus cuentas la proliferación de grandes superficies y el aumento constante y notorio de la venta por Internet, el que repara algunos de los desperfectos que ocasionan en la gestión de RAEE estos dos grandes canales de comercialización. Desde finales de 2017, y gracias a la colaboración de la Fundación Ecolec y la Federación Española de Comerciantes de Electrodomésticos, se reforzó aún más esa labor de servicio público con el programa #GreenShop.

Es una manera de premiar el compromiso con la reutilización y el reciclado que muestran casi 800 tiendas en España. A una de ellas, de la cadena Tien21 y ubicada en la calle Vallehermoso de Madrid, nos acercamos para conocer más a fondo el programa y su desarrollo. “Yo creo que si no fuimos la primera tienda en Madrid que contó con el sello #GreenShop cerca le anda, porque algo que tuvimos siempre muy claro es que había que seguir contribuyendo a solucionar el tema del reciclaje de estos aparatos”, comenta José Luis Ruiz, encargado del establecimiento.

Las primeras #GreenShop que funcionaron en plan experimental fueron 60 tiendas de Castilla y León, la comunidad autónoma con mayor número de ellas junto a Madrid y Cataluña. En todas disponen de dípticos como los que nos presenta Ruiz, en los que se incide en la responsabilidad del consumidor y del comerciante para que el aparato desechado acabe en las mejores manos para su reutilización o reciclado. A continuación nos enseña una caja donde almacenan pequeños electrodomésticos destinados a este fin.

“Los grandes que se desechan, los de la línea blanca, como frigoríficos y lavadoras, que siguen siendo los que más vendemos, no pasan por la tienda, ya que directamente el transportista los lleva a un gestor para su reciclaje”, nos comenta el encargado mientras enseña el albarán donde se especifica que “se retira aparato usado para su reciclado”. En la caja situada en el establecimiento asoman microondas, aspiradoras, alargadores con múltiples enchufes y ordenadores, entre otros aparatos. “Más o menos cada 20 días vienen a recogerlo para destinarlo a su adecuado tratamiento como residuo”, añade.

Competencia desleal con la venta por Internet

Es precisamente José Luis Ruiz quien explica que recogen en más de una ocasión aparatos de un famoso centro comercial cercano que se niega a admitirlos. Aunque lo que peor lleva son los que no se recogen tras una compra por Internet. “Eso es claramente competencia desleal, porque se ahorran el servicio de transporte hacia un punto de reciclado y es un motivo más para que abaraten los precios”, señala. La crítica hacia este sistema de venta no conlleva que “cuando se da el caso de tener que recoger uno de esos frigoríficos o lavadoras que se dejan en el portal, lo hacemos”.

Como ya hemos hecho en otras ocasiones en este mismo blog, hay que recordar que por ley (real decreto sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) sea cual sea el establecimiento en el que adquiramos un electrodoméstico, físico o digital, este tiene la obligación de recoger el antiguo que desechamos. Y además, aquellos cuya superficie comercial supere los 400 metros cuadrados están obligados a recoger pequeños aparatos que no sobrepasen los 25 centímetros, aunque no compres ninguno similar.

Por este motivo, desde la Fundación Ecolec quieren destacar y reconocer públicamente a las tiendas que sí cumplen con la normativa: “Les facilitamos herramientas comunicativas para atender sus obligaciones en materia de información al consumidor; es una manera de premiar su labor”. Además, adelantan que tienen previsto desarrollar para el próximo año los distintivos Plata y Oro del programa para premiar aún más a las tiendas que más sobresalgan en asumir que la buena gestión de los RAEE es algo intrínseco a su labor comercial.

Sobre las cifras que confirmen lo bien que lo están haciendo, en Ecolec afirman: “Únicamente hemos analizado datos de forma puntual, tanto temporal como geográficamente, pero en ellos encontramos incrementos superiores al 50% en cuanto a las cantidades de RAEE recogidas en las #GreenShop”. Tras el cierre de este año, esperan contar con un análisis más pormenorizado. Hasta la fecha, hay #GreenShop en Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana, La Rioja, Madrid, Región de Murcia y Navarra.

La tienda de Vallehermoso 15 en Madrid es una clara candidata a la Plata o el Oro que anuncia Ecolec. Son conscientes también del problema que genera la obsolescencia programada (“es lógico que algunas lavadoras de ahora, con la cuba de plástico en vez de acero, no lleguen ni a los seis años”), de que iniciativas como Madrid Central les da mucho más que les quita (“bueno, nos quita también contaminación y crea mucha conciencia”) y de que su fama de “tienda sostenible” hace que determinados clientes pregunten, antes de comprar, si lo que les dejan se va a reciclar de verdad e incluso algunos piden un certificado que confirme dónde se va a reciclar. Gente, en fin, concienciada.

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Sobre el autor

Javier Rico

Desde 1989 escribo solo, y a mucha honra, sobre medio ambiente y conservación de la biodiversidad. Son casi 8.000 artículos y reportajes en sesenta medios contribuyendo a difundir la necesidad de cuidar nuestro planeta, el único que tenemos y que tanto maltratamos

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