Helena Taberna e Isaac Rosa: “Los amores eternos pueden ser muy falsos”

La directora Helena Taberna posa frente al cartel de su película.
La cineasta Helena Taberna (‘Yoyes’, ‘Nagore’…) y el escritor Isaac Rosa (‘El vano ayer’, ‘La habitación oscura’, ‘Lugar seguro’) debaten a menudo sobre cómo surge y hasta dónde puede prolongarse el romance entre cine y literatura. En una de esas reuniones, la versión intelectual de Cupido les disparó una de sus flechas. Ambos han sido adaptadores y adaptados en otras ocasiones, por lo que se saben de memoria el manual del perfecto romance entre libro y película. A comienzos de mes llegaba a las pantallas ‘Nosotros’, dirigida por Taberna siguiendo la historia que Rosa relata en ‘Feliz Final’, que no es lo mismo que ‘final feliz’. ‘El Asombrario’ ha hablado con los dos.
¿Y por qué este libro y no otro?
Helena Taberna: Porque el tema del amor lleva tiempo persiguiéndome. Cuando leí la novela, me conmovió y me entusiasmó hasta el punto de decir ‘voy a lanzarme’, y enseguida me reuní con él. El amor ha sido uno de los temas que ha ido pasando por mi biografía cinematográfica sin asentarse de todo y pensé que éste era el momento.
Isaac Rosa: Helena y yo nos conocimos en un espacio organizado para buscar textos que pudieran llevarse al cine. No la conocía personalmente, pero nos entendimos desde la primera cita, me gustó la lectura apasionada que había hecho de la novela, viendo una película que yo era incapaz de imaginar… y hasta aquí hemos llegado.
¿Y qué te ha parecido la película? [Helena está delante].
IR: La semana pasada la vi por primera vez en una pantalla de cine. Pensé sinceramente que igual no entraba del todo, porque ya tenía mucha información del proceso, de los guiones, primeros montajes, incluso había visto la última versión en el ordenador… Pues me emocionó y me sigue emocionando.
¿Es una historia de amor, o más bien de desamor?
HT: Yo te diría que es una película sobre el amor y el desamor, porque ambos se alternan en la biografía de estas dos personas que se enamoran, viven juntas y que, de repente, pasa el tiempo y se encuentran con las preguntas sorpresa: ¿qué ha pasado con nosotros?, si tanto nos queríamos, ¿por qué ya no es igual?, ¿dónde se perdió todo?
No es lo mismo ‘final feliz’ que ‘feliz final’, que más parece un deseo.
IR: Los finales forman parte de la historia. El desamor es parte del amor, igual que las rupturas. Sabemos que amar a veces duele y que hay finales muy agridulces.
Saber cuándo acabar también es un buen cierre.
HT: Saber acabar es un final feliz. Los amores eternos pueden ser muy falsos. Valorar la grandeza de un gran amor, aunque se acabe, es un regalo muy importante. Lo malo es que no siempre somos conscientes.
Para quienes llegan por primera vez a esta historia, ¿cuál es vuestro consejo? ¿El libro antes que la película o al revés?
HT: Hasta ahora, y por la igualdad de opiniones que recibimos, las preferencias están bastante equilibradas, así que dejemos que cada cual escoja. A ti, ¿qué te parece? [Le pregunta Helena Taberna al escritor].
IR: Es el eterno debate, ¿qué estará mejor?, ¿qué me gustó más? Yo creo que son dos obras bastante autónomas, incluso diferentes. Veo Nosotros como una película basada en un libro, no una adaptación literal. Son dos trabajos que dialogan perfectamente entre ellos.
HT: Puede resultar interesante ver la película y leer después la novela. Pero no para que reconozcas la historia, ni pases las páginas buscando en lo escrito lo que has visto, sino porque el libro te va a ampliar muchas sensaciones que te ha dejado la película y puede aportar piezas. La novela evidentemente se permite una parte más discursiva, más digresiva. Yo creo que la lectura ayuda a reposar el visionado. La película funciona sin novela y, de hecho, sería un error ir a verla con la novela en la mano, porque, como ya hemos dicho, es una versión muy libre. La gente que ha visto Nosotros y ha leído Feliz Final ha disfrutado con ambas obras.

Isaac Rosa y Helena Taberna, durante un coloquio sobre ‘Nosotros’.
Ventajas de uno y otro lenguaje. Por ejemplo, los silencios.
HR: Exacto, el silencio no se transmite igual a quien está leyendo. En general, el sonido es una de las cosas maravillosas que aporta el cine.
IR: Por ejemplo, hay un momento en la película en el que se escucha el sonido de una lavadora. La primera impresión fue como si estuviera sonando en el piso de arriba. De hecho, pensé: cómo puede estar tan mal sonorizada esta sala.
HT: Lo añadí porque me ayudaba a mostrar una vida cotidiana como cualquier otra, con sus altibajos, sus momentos de estrés, de prisas, de todo eso que está en nuestras relaciones amorosas y que no suele salir en el cine. En las vidas de pareja también hay lavadoras.
Del amor al desamor hay un proceso. ¿Qué tiene ese camino?
HT: Desgaste y deterioro, que tienen bastante que ver con la convivencia. En un momento, uno de los dos ha de levantarse del escritorio para colgar la ropa. Vuelvo al ruido de la lavadora como metáfora de cosas aparentemente banales, que forman parte de ese día a día.
Isaac, los actores María Vázquez y Pablo Molinero son las caras de Ángela y Antonio de tu libro..
IR: A mí me encantan tanto María como Pablo, y ya no puedo ponerles otra cara a ninguno delos dos. Muchos de mis lectores pensaron que Feliz Final era un relato autobiográfico en el que yo contaba mi separación, así que al protagonista le ponían mi aspecto. Estoy encantado de que ahora sea Pablo el que dé la cara. No participé directamente en el casting, pero Helena me iba enviando fotos y propuestas.
HT: En todas mis películas, ya sean historias reales, inventadas o adaptaciones literarias, procuro alejarme del foco. Cuando hice Nagore [película documental de 2018 en la que Helena Taberna indaga alrededor del asesinato de la estudiante de enfermería Nagore Laffage a manos de José Diego Yllánez, un psiquiatra de la Clínica Universitaria de Pamplona, durante las fiestas de San Fermín de 2008] hablé con su madre para pedirle permiso. En el caso de Nosotros, Isaac fue alguien en quien podía confiar, sabiendo que sería muy sincero respecto a lo que veía o leía desde la primera versión de guión. Lo compartí con él como muestra de respeto y, al mismo tiempo, de soltarle todos mis miedos.
IR: Helena ha ido compartiendo conmigo cada paso del proyecto, más por complicidad y confianza que por necesidad de aprobación, porque yo no tenía que darle ningún visto bueno.
HT: Te consultaba cada descubrimiento de casting como cuando se pide apoyo a un amigo en el que confías y sabes que su opinión será valiosa. No todos los criterios sirven. Nos entendimos desde la primera conversación, porque los dos teníamos películas muy parecidas en la cabeza. Ayudar en el proceso creativo de manera generosa estimula el riesgo y eso me parece muy bonito.
¿Hay un toque femenino en una historia que, en definitiva, ha sido escrita por un hombre?
HT: En mi caso no ha hecho falta, porque en el libro las voces están muy bien alternadas. Aquí no hay culpables, el camino se ejerce en común, porque estamos en tiempos de igualdad donde las cosas pasan por y entre los dos.
IR: Cuatro de mis novelas han sido llevadas al cine. Me sorprende porque yo jamás veo en ellas una película; no escribo novelas cinematográficas. Feliz final es un texto a dos voces ligeramente entrelazadas sin una trama clara que llevar a la pantalla. Quiero pensar que atraen a los cineastas precisamente por el desafío que supone filmarlas.
Puede que en tu forma de escribir se entrevea que te gusta mucho el cine.
IR: Puede, porque soy muy cinéfilo. Y he tenido la suerte de encontrarme a quienes han sabido leerme desde el cine y han hecho, como en esta ocasión, una película, Nosotros, con un excelente trabajo de creación de imágenes respetando el lenguaje propio de la literatura tan diferente del audiovisual.
Me estáis recordando a la película ‘Casablanca’ con ese final que es el comienzo de una gran amistad.
IR: Pues qué bonito, porque la amistad también es una forma de amor, incluso de enamoramiento.
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