Una historia de amor rebelde entre The Doors y Sex Pistols
Está más presente de lo que pensamos en nuestras vidas, ya sea desde la primera fila del auditorio, ya viva en el fondo del patio de butacas. Por lo que relata, describe, traduce, comparte. Un cierto yo/nosotros. Su/nuestra realidad/ imaginación/legitimidad. ‘Silencio tras el telón del sueño’ es la última novela de Mariano Antolín Rato, editada por una pequeña y cuidada editorial asturiana.
“Una historia de amor rebelde entre 1967 y 1977, entre ‘The End’ de los Doors y el ‘No Future’ de los Sex Pistols”, protagonizada por una madrileña, hija de la burguesía capitalina en plena decadencia, un pintor gijonés afamado, varios mundos entrelazados y personajes secundarios imprescindibles, como en las mejores series, dando vida a relatos sinceros, otros previsibles y algunos probables. Buena oportunidad para refugiarse en su lectura.
Cambio de época. España en blanco y negro. Oración, despedida, himno nacional, cierre, TVE. Ellos contra nosotros. Mayores / jóvenes / clasismo / catolicismo autoritario. Humillaciones del poder militar, del judicial, del religioso, del familiar. ¿Cómo romper las normas? ¿Arte comprometido? ¿Arte por el arte? Mismas cuestiones, mismas no respuestas.
Contracultura reprobada, en la ficción, en la realidad, por un supuesto carácter desmovilizador, alentada por una militancia teológicamente integrista, vivida en primera persona en compañía de Antonio Escohotado y otros. Dexedrinas, Bustaip, Minilip, Spansuls, sustancias psicoactivas, LSD… Vuelo 605, el funk, la Base de Torrejón, Agustín García Calvo, los ácratas, la HOAC. El sexo como placer, como autonomía. Los Sótanos de la Gran Vía, a la sazón Avenida José Antonio. Avenida del Generalísimo, hoy Paseo de la Castellana, donde se celebra el Desfile de la Victoria -hoy de las Fuerzas Armadas- buena ocasión para proveerse de hasch importado por legionarios que a la par que desfilan patrióticamente maniobran con trapicheos menudos.
Fiestas pagadas con dinero de papá. Guateques, música, canciones, minifaldas, magreos. Narcisismo, futilidad, descaro, pedantería. Lo complejo de ser diferente. De luchar contra la mediocridad. El clasismo de una “España que va de culo”. De principios éticos absurdos a la hora de acceder al dinero. Renacimiento anticipado de aquel Madrid, ¿España?, de los 80’s. Cuando el debate político solo sirve para romper la monotonía, cuando ella no puede estar sin él, ni él sin ella. Donde vivir, en buena parte de las ocasiones, depende de la suerte.
Una época frente al abismo; incoherencia de los protagonistas, soledad, silencios, nula inspiración. El mundo desde la negación. Cuando el problema no es soñar, sino como formar parte del sueño de otro. Protagonistas de nuestras propias vidas, también de las de los demás. La insistencia en lo insignificante.
Todo aparece y desaparece en esta ¿historia de amor?, narrada casi en su totalidad en primera persona por Mariano Antolín Rato (Gijón, 1943). Una voz mucho más presente de lo que podamos imaginar. No solo por sus novelas, sobrepasan la docena, y reconocimiento con varios premios, también por descubrirnos el budismo, a Bob Dylan y a un buen número de artistas en la Colección Los Juglares (Ed. Júcar) que diseñó y dirigió, acercándonos a los mundos de The Doors y a los de Violeta Parra, a José Afonso y a Vainica Doble. A Jimi Hendrix y a Leo Ferré. ¿Se puede pedir más? Pues sí. Gracias a sus traducciones, siempre compatibilizadas con la escritura, accedimos en castellano a Jack Kerouac, William Faulkner, Malcolm Lowry, Raymond Carver, entre otros.
No hay excusa. Pasen y lean, reflexionen y disfruten con una narración que engancha desde su primera página. Por su calidad narrativa. Por unos relatos que nos son próximos o aspiramos a que lo sean. Por una cierta añoranza o, ingenuamente, como ya se ha comentado, por anhelar ser parte de los sueños de otro. Seguramente sea por todo ello en conjunto.
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