Instituto Mexicano del Sonido: el irresistible ‘mix’ de folclore y electrónica
El músico Lara es el Instituto Mexicano del Sonido.
El músico Camilo Lara es el Instituto Mexicano del Sonido.
Instituto Mexicano del Sonido, IMS, es el proyecto del discjockey, mezclador y músico mexicano Camilo Lara, que lleva desde 2006 dibujando el mapa sonoro del folclore de su país con aguerridas y festivas pinceladas de hip-hop y electrónica. Con su quinto trabajo, ‘Disco Popular’, Instituto Mexicano del Sonido abre aun más la lente de su inquieta cultura musical y centra la atención en abarcar, desde su sui generis perspectiva, el legado de la música popular latinoamericana. Para ello, no han escatimado en viajes ni en interesantísimas colaboraciones. Hablamos con Camilo Lara.
IMS entra en escena para intentar describir el sonido de México, ¿no es una tarea muy ardua?
Bueno, sí, son años de investigación; es algo muy ambicioso.
¿Y crees que se ha conseguido?
No. (Risas). Moriremos en el intento seguramente.
No contento con eso, en tu quinto trabajo, ‘Disco Popular’, hay una exploración del sonido del continente americano…
Por no fracasar en un solo lugar. (Risas). Bueno, en serio, yo pienso que la música popular es como el ADN de los que somos, es lo más puro y básico. Cuando oyes flamenco o cumbia, eso te muestra un poco quiénes somos como sociedades. En este disco quería unir puntos a través de, por ejemplo, dance-hall, dub, música popular folk latinoamericana o cumbia. Sonidos callejeros, de a pie de calle, músicas que pensé que podían convivir juntas en la pista de baile, al menos en mi pista de baile. Esa era la idea, hacer ese barrio global, un barrio musical de toda América.
¿Y cómo te empapas de esos sonidos? ¿Hay que quedarse en los barrios, vivirlos?
Esa es una forma. Otra es colaborar con gente de barrio. El mayor viaje empieza cuando regresas y comienzas a digerir todo lo que pasó. Fue muy emocionante viajar a cada lugar y grabar con la gente correcta, conocerse y conectar rápido.
De insignes veteranos como Toots and the Maytals a actualidades rompedoras como La Yegros.
Toots inventó la palabra reggae. Cuando lo leí me pareció increíble, y que todavía tengamos el lujo de tenerle vivo, más. Además, eso significa que el reggae no es viejo. Toots es un tipo fantástico, para mí una de las grandes leyendas. Esta era la tercera canción que hacíamos juntos, tenemos una buena relación. En este disco todo el pasaje de Jamaica fue muy emocionante: trabajar con Sly and Robbie, grabar con Toots.
A La Yegros la contacté y empezamos a hablar. Llevábamos años queriendo hacer algo juntos. Finalmente, esta canción conectó y lo que hizo en ella fue increíble. Fue la última que se grabó del disco y, cuando lo hizo, agradecí mucho no haber terminado el disco aún para que cupiese su colaboración.
De territorio yanqui te traes a Calexico.
Con Calexico tengo relación desde hace muchos años. Voy mucho a Tucson, de donde son. Ellos son como los sheriffs de Tucson, gente increíble. El año que viene me voy de gira con ellos como miembro honorario de la banda. Hay mucha relación y son muy buenos amigos. Este año grabamos un homenaje a José Alfredo Jiménez, ellos eran la banda base, fue entonces que los invité a colaborar en este disco y, claro, resultó algo muy divertido.
Que esté Adan Jodorowsky parece también de cajón.
Sí, Adan Jodorowsky es miembro de mi otro proyecto: Mexrrissey, Mexico Meets Morrisey, que son canciones de Morrisey a la mexicana. Con Adan he trabajado durante mucho tiempo y me encanta lo que hace.
Has buscado como ingeniero de producción a Mario Caldato, conocido sobre todo por su labor con Beastie Boys.
Con Bestie Boys estoy muy cerca. Me tocó hacer un remix para una canción desu último disco, y en mi disco Soy Sauce, de 2009, colaboró Ad Rock. Ahí empezó mi relación con ellos. Money Mark, su teclista, fue parte de IMS durante un tiempo. En esta ocasión quería el sonido de Mario Caldato como ingeniero, la salsa secreta. ¡Ha sido tan bonito trabajar con él!
¿Y ahora qué toca?
Ahora presentarlo por el mundo. Eso espero, me encantaría girar por todos los lados.
Apenas han pasado 10 años desde ‘Méjico Máxico’, aquel disco debut que contaba con recitados de Juan Rulfo. En muy poco tiempo has hecho mucha carrera.
Pues yo justo pensaba que todo ese tiempo ya era un montón. (Risas). Si lo piensas, para un futbolista esto ya estaría acabado. Claro, igual para un roquero no. Bueno, de alguna manera me gusta eso de poder empezar a decirme: “Ya tengo carrera”. Te volteas y dices: “Pues sí, publiqué algunos discos, al fin”. La verdad, ha sido muy emocionante, mi primer disco no creía ni que iba a ser un disco, era algo solo para mí, que finalmente editó Noiselab y aquí Lovemonk. Y partir de ahí todo ha sido una suerte, he podido seguir publicando música. De aquel primer disco a este, me gusta más lo que hago ahora. Lo otro era muy salvaje y lo hacía todo con ordenadores.
¿Dónde resides habitualmente?
En la Ciudad de México. En D. F.
Las noticias que llegan de México suelen ser siempre tenebrosas.
Bueno, es que allí siempre pasan cosas. No nos falta Godzilla.
¿Cómo viviste el reciente terremoto?
Fue fatal. Por suerte no conozco a nadie que muriese, aunque sí al menos a una treintena de personas que perdieron sus casas. A mí no me pasó nada, yo estaba en Los Ángeles ensayando, tenía un show grande, y de pronto me avisaron. Lo primero fue pensar en la familia, en mi mujer, en mis hijos, durante 3 o 4 horas no supe nada, fue horrible.
¿Y cómo se ven desde fuera estos convulsos tiempos políticos que acontecen en España?
Siempre con mucho amor, aunque desde luego se ve convulsionado, una situación compleja.
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