Iwan Baan, cómo fotografiar la arquitectura a través del ser humano
El Museo ICO de Madrid acoge la que es una de las exposiciones del verano y probablemente una de las mejores de PHotoEspaña 24. ‘Instantes en la arquitectura’ es la primera retrospectiva del fotógrafo holandés Iwan Baan, un artista educado en el documentalismo y que ha creado una forma muy particular de aproximarse a la arquitectura.
Una de las fotografías que se incluyen en la exposición Instantes en la arquitectura, del fotógrafo Iwan Baan en el Museo ICO de Madrid, explica perfectamente por qué sus imágenes son tan atractivas y suponen un revulsivo y una innovación en la llamada fotografía de arquitectura. Se trata de una instantánea de uno de los nuevos barrios de moda en Manhattan: Hudson Yards. Baan, en lugar de centrarse en el brillo de los imponentes rascacielos o en la genialidad del paseo vertical que es Vessel o en ese hito arquitectónico para las artes que es The Shed, retrata este nuevo rincón de Nueva York desde la distancia, interponiendo entre el espectador y los edificios uno de los típicos e icónicos carritos de comida rápida y un par de coches en primer plano. Esta forma de mirar interpela inmediatamente a quien observa la imagen y no sólo le explica que esta rezonificación del Oeste del Midtown de Manhattan está absolutamente fuera de la escala humana, sino que también incide en lo metafórico: un lugar que de un vistazo narra la extremada desigualdad que crece a toda velocidad en la ciudad de los billonarios.
Iwan Baan mira mucho más allá de los edificios, mucho más allá de las perspectivas, de las fugas o los materiales; en su trabajo, afortunadamente, siempre se cuelan –por alguna rendija en ocasiones o a borbotones en otras– sus inicios como fotógrafo documental. El gusanillo se lo metió su abuela cuando le regaló su primera cámara a los 12 años, según contaba él mismo mientras paseaba explicando su exposición en Madrid. Más tarde llegaron los estudios de fotografía en la Real Academia de Artes de La Haya y después el compromiso con la verdad: su especialización en la fotografía documental. Finalmente decidió, probablemente empujado por la suerte y el destino, fijar su objetivo en las diversas formas en las que los individuos, las comunidades y las sociedades crean e interactúan con sus construcciones, sus edificios, sus barrios, sus ciudades.
De esta manera, Iwan Baan es capaz, a través de la arquitectura, de contar historias que revelan la relación dinámica entre los edificios, el entorno y la vida cotidiana. Muchas de sus fotografías transmiten una sensación de movimiento y vitalidad, y al mismo tiempo muestran cómo los edificios se insertan en su entorno y también cómo estos afectan a las comunidades que los rodean.
Baan comenzó en la fotografía de arquitectura como suelen ocurrir algunos de los mejores descubrimientos: de manera fortuita. Estuvo en el lugar indicado en el momento indicado para que su vida se cruzara con la del arquitecto neerlandés Rem Koolhaas, uno de los mejores y más famosos del mundo. “Inmediatamente entablamos una gran relación”, explica el fotógrafo. “Cada vez sentía más curiosidad por entender cómo se desarrolla la vida de las personas dentro de los edificios y en sus entornos, y de qué modo se entrelazan la arquitectura y la gente. Me di cuenta no solo de que la fotografía de arquitectura puede ser considerada fotografía documental, sino también de que la arquitectura es, de hecho, un terreno extraordinariamente fértil para este género”.
La primera vez que Baan entró en The Office of Metropólitan Architecture (OMA) –el despacho fundado por Koolhaas y el también arquitecto Elia Zenghelis– su vida cambió para siempre. Koolhaas le envió a fotografiar algunos de los grandes hitos de la firma –la Biblioteca Central de Seattle, la Casa de la Música de Oporto o la Embajada de los Países Bajos en Berlín– y el encargo se realizó sin darle ningún tipo de guía o instrucción sobre cómo hacerlo. En ese momento, los dos mundos de Baan colisionaban como dos átomos resultando una nueva energía en el mundo de la fotografía de arquitectura.
Con aquella nueva forma de mirar en la mochila y otra vez en la OMA, fue esta vez el fotógrafo quien propuso al arquitecto documentar la construcción de uno de los edificios más emblemáticos que se construirían cuando China iba a convertirse en un escaparate para el mundo gracias a los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008. Se trataba de fotografiar el proceso de levantar la sede de la CCTV –ese edificio que ya es icónico–, lo que significaba mirar más allá del acero, el hormigón, el vidrio y el aire que la estructura muestra orgullosa en su corazón. Tener en cuenta, por ejemplo, que hubo periodos en los que unos 10.000 trabajadores de la construcción vivían en asentamientos provisionales junto a las obras de la CCTV y que la mayoría de ellos eran migrantes procedentes de zonas rurales.
Durante su estancia en China y gracias a la intermediación del artista Ai Weiwei, Baan entró en contacto con los arquitectos Herzog y De Meuron, que construían el nuevo Estadio Nacional y también pudo documentar la construcción de este otro edificio. Bajo el epígrafe de China, estos dos importantes encargos suponen una de las cuatro partes en las que está dividida la exposición junto a Perspectivas, Ciudades y Continuidades.
En las secciones Perspectivas y Ciudades, la exposición muestra cómo Iwan Baan es un verdadero narrador visual: “Me atraen las urbes, las trazas de su pasado y las historias de sus habitantes. Más que por sus edificios, las ciudades están condicionadas por lo que ocurre entre ellos, por los millones de actividades que tienen lugar a cada instante, parafraseando al arquitecto egipcio Hassan Fathy. Todos los edificios en su conjunto».
En esta fase de la exposición, vemos muy bien cómo Baan maneja a la perfección todos los planos y se sirve de todos ellos para componer un rompecabezas lo más acertado posible. Sus panorámicas a vista de pájaro ofrecen un retrato inmejorable del urbanismo, la geografía y la personalidad de las ciudades. También desde arriba, pero, acercando un poco más el foco, logra poner en valor edificios que han supuesto un cambio sustancial en algún barrio o actuaciones urbanísticas como The High Line en Nueva York, que han cambiado definitivamente una zona determinada de la ciudad. Cuando baja al suelo, se fija en el entorno, en cómo los ciudadanos viven las calles, el asfalto, las plazas y, dentro de los edificios, cierra el plano y se recrea en los detalles y en cómo los visitantes parecen, a veces, actores dentro de una gran escenografía y otras, simplemente, disfrutan de felices invenciones enfocadas a hacerles la vida más fácil.
Continuidades
Sin duda una de las partes más interesantes y emocionantes de la exposición es la titulada Continuidades, en la que las facetas de documentalista, casi reportero, y de amante de la arquitectura se entrecruzan de la manera más sorprendente y original. En esta zona de la exposición, el fotógrafo se centra en varios proyectos en los que edificaciones, geografía y habitantes se unen irremediablemente en una simbiosis absoluta. Como en Torre de David en Caracas, Venezuela, donde Baan investiga sobre un rascacielos de 45 plantas de oficinas abandonado y a medio construir, que ha sido ocupado por millares de personas que han convertido este espacio en un verdadero hogar.
Documenta Baan también el barrio de Makoko, en Lagos, donde más de 100.000 personas viven sobre el agua, en barcos, en casas flotantes o alrededor de los embarcaderos de lo que es una especie de Venecia paupérrima e informal. Allí, el ejemplo más destacado de arquitectura contemporánea es la escuela flotante del arquitecto nigeriano Kunlé Adeyemi, dañada ahora, tristemente, por falta de mantenimiento.
Las fotografías de las iglesias excavadas en la roca en Lalibela, Etiopía, son algunas de las más emocionantes e impactantes de la exposición. Hace 900 años, se excavaron once iglesias coptas en la coda de una meseta en el norte de Etiopía. La iglesia de San Jorge, exenta y hueca, ejemplifica la inversión de la tendencia tradicional a construir las iglesias en vertical orientadas hacia los cielos. Los peregrinos que visitan estos templos excavados en la roca descienden a través de gargantas, zanjas y túneles hasta alcanzar un patio donde las iglesias huecas se elevan incrustadas en la tierra y unidas a rocas con millones de años de antigüedad.
Si visitan la exposición, que estará abierta hasta el 8 de septiembre, acudan con tiempo, pues es tan exhaustiva como interesante. Muchas de las fotografías se muestran a través de monitores de televisión y las cartelas son casi de lectura obligatoria.
‘Instantes en la arquitectura’ es la primera retrospectiva exhaustiva sobre el trabajo fotográfico y documental del artista holandés. La exposición, del Vitra Design Museum de Alemania, forma parte de la Sección Oficial del Festival PHotoESPAÑA 2024 e inicia así su recorrido internacional; el Museo ICO es su primera parada.
Comentarios
Por Iwan Baan, fotografiar la arquitectura a trav&e..., el 18 julio 2024
[…] El Museo ICO de Madrid acoge la que es una de las exposiciones del verano y probablemente una de las mejores de PHotoEspaña 24. ‘Instantes en la El Museo ICO de Madrid acoge la que es una de las exposiciones del verano y probablemente una de las mejores de PHotoEspaña 24. ‘Instantes en la arquitectura’ es la primera retrospectiva del fotógrafo holandés Iwan Baan, […]