Javier Cámara: «Confío en que un nuevo 15M no tarde mucho en regresar»

Uno de los actores más prolíficos de este país estrena este jueves la nueva película de David Trueba, ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, una ‘road movie’ ambientada en los años sesenta y con los Beatles de fondo, pero con un mensaje de plena actualidad: es un homenaje a los maestros y un subrayado sobre la importancia de la educación para que un país sea decente y sólido.

Está de promoción de su quinta película en el mismo año: Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, que se proyectó a concurso en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. Este 2013, Javier Cámara no ha parado. Ha trabajado cinco semanas para esta última producción; ocho con Almodóvar para Los amantes pasajeros; cinco con Jorge Torregrossa para La vida inesperada; siete días con Isabel Coixet para Ayer no termina nunca y tres días con Cesc Gay para Una pistola en cada mano. Tremendo. “Al aceptar tantos trabajos, sí que tuve un momento de miedo. Un momento en el que me asaltó esa cosa judeocristiana que te persigue y que te va diciendo en tu interior: ‘En alguna la vas a cagar, en alguna no vas a llegar’… Y ese era mi mayor pánico. Pero ahora estoy feliz con el resultado. Y eso que para rodar con David Trueba llegué un día antes de un viaje a Nueva York y nos metíamos de lleno en la película casi sin ensayos. Aprendí una buena lección: ‘La película que menos te has preparado es una de las que mejor está funcionando. A ver si comprendes que lo que tienes que hacer es relajarte un poquito…”, dice el actor frente a una copa con agua, sentado en un cómodo sofá de un hotel de Madrid.

Vivir es fácil con los ojos cerrados es la traducción de un verso de Strawberry fields forever de The Beatles. Una de las grandes canciones de John Lennon que se lanzó en un sencillo en 1967, con Penny Lane, de McCartney, por la otra cara. David Trueba roba el verso para realizar una comedia luminosa y optimista, llena de personajes buenos, en el estricto sentido de la palabra buenos. Una película que, así sobre el papel, tendría todos los ingredientes para ser lo que convencionalmente podríamos denominar «un pastelazo», pero que supera y con creces la prueba. Es una gran película. “Sí, desde luego con esas premisas nos podían haber pegado unos hachazos tremendos”, dice el actor. “La línea es muy fina. Eso es lo difícil de esta película, que cabalga sobre un hilo que… Es la típica peli en la que el público entra no esperándose nada y sale emocionado. Eso es lo bonito de Vivir es fácil… Y eso resulta muy complicado de lograr. Es una película que se te puede ir de las manos en cualquier momento, y en este caso creo que no ocurre; por eso pido desde aquí un voto de favor a ciertas películas que puedan resumirse como comedias de buenas intenciones”.

La cinta cuenta de forma libre la historia real del profesor de inglés Juan Carrión, que en la actualidad tiene 89 años y que aún hoy es un fan tremendo de los Beatles. Carrión enseñaba a sus alumnos de los años 60 con las canciones del cuarteto de Liverpool, pero pese a tener una admiración profunda por los músicos ingleses, sintió la necesidad de pedirles que incluyeran las letras de sus canciones en las carátulas de sus discos para que sus alumnos tuvieran más fácil hacer sus traducciones. Así que aprovechó la visita de Lennon a Almería para rodar How I won the war, bajo las órdenes de Richard Lester para intentar hacer su petición directamente al beatle de las gafas redondas. La ocurrencia de un loco, vamos. Y el punto de partida para esta deliciosa road movie.

“Fuimos a visitarlo a Cartagena donde vive y aún hoy da clases a los nietos de sus alumnos de aquella época. Es un hombre bajo pero fornido, con unos ojos azules que te traspasan, con un pelo blanco peinado al estilo de Samuel Beckett  y una fuerza en la mano que te deja loco… La clave para mí reside en que era muy tozudo. Un idealista muy ibérico, esa especie de Sancho Panza idealista, pero a la vez muy práctico, que lucha por un ideal. Me gustó eso. Y, además, me dejó leer su diario que había escrito durante esos 10 días en los que fue a conocer a Lennon.”, cuenta Cámara. “Mi personaje me gusta porque retrata a esas personas que no pretenden cambiar el mundo entero, sino lo que está más cercano y a su alrededor. Y es un homenaje a los maestros. Esta es una película sobre la educación”.

Un filme absolutamente actual, entonces, en un país en el que una de las mayores luchas políticas y ciudadanas se centra en la nueva Ley de Educación del PP. “Evidentemente, David Trueba no hace una película sobre los 60. Las películas son de la época en las que se ruedan. Todo es candente y vital.  Trueba no está contando la historia de un señor de los 60, está contándonos ahora mismo”, reflexiona Cámara. “Mira, yo no fui un mal estudiante y a mí me han pegado en el colegio. Está claro que en estos cuarenta años hay cosas que se han superado y en las que hemos mejorado muchísimo, pero lo que también está claro es que los maestros están pasando hoy en día por un momento de menosprecio tan brutal que es intolerable. Hay una falta de respeto tremenda con dos de los grandes temas que creo que deberían ser inamovibles en España: la educación y la sanidad”.

¿Qué fue lo que convenció del todo a Javier Cámara para interpretar esta película? “Pues una escena que pasa muy desapercibida. Me bajo de un coche y le digo a los dos chicos que me acompañan en la aventura de aquella España del franquismo: ‘No hay que tener miedo, en este país hay mucha gente con miedo y vosotros no tenéis que tener miedo. Sois la generación que tiene que borrar el miedo. Porque el miedo no te deja avanzar…’. Es una lección vital y que se puede traspasar a ahora mismo con esta crisis brutal. Hay que moverse, dar un paso adelante. Mi personaje no mueve montañas, pero sí es un granito de arena en una peripecia muy bonita”.

Ese mensaje sí que es actual. Tanto que hace pocas semanas un joven bilbaíno de 25 años llamado Jorge Arzuaga comenzó una huelga de hambre en la Puerta del Sol pidiendo no solo la dimisión de Gobierno, sino también un resurgimiento del movimiento ciudadano del 15M. “El 15M en los primeros días fue muy esperanzador para todos. Y me pregunto por qué murió. No tenía que haber muerto. Creo que la próxima vez que surja algo así, lo hará con más brío, con más garra y con más armas, y creo que no tardará mucho en que vuelva a ocurrir. Confío en que no tarde mucho. Creo que aquel colectivo enorme estaba formado por gente muy preparada y muy inteligente, con un discurso muy moderado y que se iba fabricando sobre la marcha. Pero sí es verdad que terminó habiendo muchas voces discordantes y, finalmente, muchas voces que gritaban, que chillaban y que fueron dejando a un lado a las personas con un discurso coherente y constructivo. Pero creo que es muy necesaria la vuelta de una mezcla de idealismo, inconsciencia y tozudez. Lo más hermoso de todo es que finalmente los países se mueven realmente por gente honesta que solamente tiene la intención de cambiar algo a su alrededor, y la suma de esos pocos hace un muchos que, de verdad, va cambiando las cosas”.

Vivir es fácil con los ojos cerrados está dirigida por David Trueba e interpretada por Javier Cámara, Natalia de Molina, Francesc Colomer, Ariadna Gil, Jorge Sanz y Ramon Fontserè. Se estrena el jueves 31 de octubre. 

Sobre el autor

Manuel Cuéllar

El 12/12/12 decidió poner en marcha esta revista después de una experiencia profesional de 17 años en el diario EL PAÍS, donde se convirtió en un periodista todoterreno. Se licenció en Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid y cursó el máster en la Escuela de Periodismo UAM/EL PAÍS. Periodista convencido de las bondades de las nuevas tecnologías, cubrió el 15 M por Twitter y otras redes sociales. Puedes seguirme en mis cuentas personales de Twitter, Facebook e Instagram. Gracias.

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