Joan Jonas, una sirena de 84 años en el Thyssen para defender los océanos
La neoyorkina Joan Jonas es una muestra esplendorosa de cómo entre los verdaderos artistas no existe la obsolescencia programada. Con 84 años recién cumplidos (ayer mismo, 13 de julio), está exponiendo en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza un poético y reivindicativo alegato en defensa de los océanos y la vida marina en ‘Moving Off The Land II’, un proyecto de TBA21 (Thyssen-Bornemisza Art Contemporary ), pilotado por Francesca Thyssen-Bornemisza, con el apoyo de la Fundación Ecolec .
Joan Jonas –a la que el director artístico del Thyssen, Guillermo Solana, adjetivó en la presentación de la muestra como “una chamana de nuestra época”– fue pionera en romper formatos y límites artísticos para, en los años sesenta, salirse de las estrictas paredes de las galerías e indagar en la performance, el videoarte y el arte conceptual. También ha sido pionera en el compromiso que debe adoptar la obra artística con el mayor reto que tenemos planteado: crear conciencia sobre el cuidado del planeta, por el bien y la salud de todos, concibiendo la Humanidad como una prolongación de la Naturaleza, no algo desgajado ni en un nivel superior.
A pesar de su edad, nos sigue sorprendiendo con su vitalidad, y en la muestra qua ahora podemos visitar en el Thyssen (inaugurada a finales de febrero, interrumpida dos semanas después por el confinamiento a que nos abocó la pandemia, reabierta el mes pasado y prolongada hasta el 13 de septiembre), Joan Jonas se transforma en pez y en sirena para acompañarnos, en un viaje emocional, por toda la poesía que contienen los mares. Es el resultado de tres años de investigación en diversos acuarios de todo el mundo (ha admitido que sus 80 años no le han permitido una aventura más salvaje y natural) y en aguas de Jamaica, en estrecha colaboración con la población y los pescadores de la isla.
Stefanie Hessler, comisaria de la muestra, ha explicado: “Las nuevas obras de Jonas nadan con los peces e incorporan material literario y poético de escritores que se han aproximado a los mares”. Así, en Moving Off The Land II –una combinación de dibujos, instalaciones y sobre todo vídeos que imita un viaje submarino que tiene bastante de onírico e hipnótico–, una voz en off recita extractos de Moby Dick, de Herman Melville, de El alma de un pulpo, de la naturalista alemana Sy Montgomery, y del ensayo Undersea (de 1937), de la bióloga marina Rachel Carson.
El material fílmico que la artista ha ido realizando en esos tres años en acuarios se intercala con imágenes tomadas al final del proceso creativo en aguas de Jamaica, más tomas de criaturas biofosforescentes grabadas por el biólogo marino y experto en arrecifes coralinos David Gruber. El resultado, como destacan en el Thyssen, “es un homenaje a los océanos y a sus criaturas, a la biodiversidad y a la ecología, a la vez que una llamada de atención sobre los efectos del cambio climático y la extinción de especies”.
Por su lado, Francesca Thyssen-Bornemisza, fundadora de TBA21, ha explicado: “A medida que pasa el tiempo, tengo la esperanza de que el programa de TBA21 en Madrid proporcione más y más contenido y conciencia a la ya de por sí vibrante vida cultural de esta ciudad. Nosotros aportamos casi 18 años de arduo trabajo y compromiso para crear y desarrollar nuestro propio método de práctica artística. Seguimos creyendo firmemente que cuando se abordan de esta manera, las artes pueden convertirse en un poderoso agente de cambio que llega tanto al poder de arriba como al activismo de base, alcanzando un nuevo espacio creativo de acuerdo común”.
Al comenzar la visita, antes de entrar en la gran sala con las videoinstalaciones, y para ponernos en situación ante la experiencia inmersiva que propone Joan Jonas, nos saluda un gran dibujo de una ballena –tan sencillo como impactante- realizado por la artista la primavera del año pasado, cuando esta muestra se abrió en el Ocean Space de Venecia; el dibujo va acompañado de grabaciones de sonidos emitidos por cachalotes realizadas por David Gruber; la pieza sonora logra meternos inmediatamente en lo que Jonas quiere pasar a contarnos.
Añade la comisaria Hessler: “Con su personal lenguaje visual, Jonas ha creado una confluencia de lo poético y lo observacional, de folclore mitológico y narrativas contemporáneas y de estudios científicos, invitando a los espectadores a sumergirse en una experiencia cautivadora”.
Durante toda esta aventura, la artista neoyorkina ha explicado que ha sido capaz de desarrollar una nueva relación con las criaturas marinas y admirar su inteligencia; ha contado, por ejemplo, que no se cansa de mirar a los peces, que le producen una especie de abducción, como los niños (que por cierto abundan en los vídeos casi tanto como los peces), y que, al enfocar a una sepia para fotografiarla, supo que el animal le estaba mirando a los ojos. Pero el que más le ha sorprendido ha sido, sin duda, el pulpo, al que califica de “criatura fascinante”.
Para poner en pie esta exposición que interrelaciona arte con medioambiente, el Thyssen ha vuelto a contar con el apoyo de la Fundación Ecolec; una relación que arrancó con la muestra del artista indio Amar Kanwar, montada en la primavera del año pasado.
Joan Jonas ha participado dos veces en la Bienal de Venecia representando a su país, EE UU, y seis veces en la Documenta de Kassel (Alemania). Su obra forma parte de los fondos de museos como el MoMA de Nueva York y la Tate Modern de Londres. En 2018 recibió el prestigioso Kyoto Prize, que distingue a quienes destacan por su importante contribución científica y cultural y a la “mejora espiritual de la humanidad”.
En España, habíamos tenido varias oportunidades de acercarnos en directo a su creatividad. En 2007, el MACBA de Barcelona le dedicó su primera retrospectiva en nuestro país, Timelines. Y en 2016 pudimos ver un trabajo suyo realizado específicamente para la Fundación Botín en Santander; bajo el título caudal o río, vuelo o ruta, profundizaba en la compleja relación del ser humano con el medioambiente.
La artista es una de las pocas supervivientes de aquel Soho neoyorkino que se convirtió en los años 60 y 70 en hervidero de las vanguardias. Creó un tipo de obra en la intersección del dibujo y la pintura con la danza, la música y el teatro. Además, desde bien pronto se interesó por la relación del ser humano con la naturaleza, convirtiendo la defensa de bosques y océanos, mares y paisajes, en un tema recurrente en su producción. Eso precisamente es lo que movió a Francesca Thyssen a encargarle este proyecto en torno a los océanos; y eso es lo que ha traído la instalación Moving Off the Land II a las salas del Thyssen y a nuestra Ventana Verde.
´Joan Jonas: Moving Off the Land II’. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid. Hasta el 13 de septiembre.
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