Julián López, de ‘Muchachada Nui’ a ‘El tiempo de los monstruos’
El actor Julián López (El Provencio, Cuenca, 1978) ha pasado de formar parte de los programas de televisión ‘Muchachada Nui’ y ‘La hora chanante’, que han marcado historia en la forma de hacer humor, a construir una sólida carrera como actor. Ahora es uno de los protagonistas de ‘El tiempo de los monstruos’, la nueva película de Félix Sabroso, protagonizada también por Javier Cámara, Candela Peña, Carmen Machi, Pilar Castro, Secun de la Rosa, Jorge Monje y Yael Barnatán. Y es el protagonista del cortometraje ‘Óscar desafinado’ (Mikel Albariño, 2014), coprotagonizado por Bárbara Goneaga y Bárbara Santa-Cruz, un trabajo que está en la terna finalista de los próximos Premios Goya.
El filme ‘El tiempo de los monstruos’ es especial por varios motivos. En primer lugar, es la primera película del director de Las Palmas sin su compañera artística desde la adolescencia, Dunia Ayaso, fallecida en febrero de 2014. Por otro, es un trabajo urgente en el que equipo técnico y artístico, prácticamente al 100% amigos de la pareja, se volcó desinteresadamente, ya que el filme, rodado en verano de 2014 y cuyo guión había sido aprobado por Dunia Ayaso, también es un tributo a la directora. Finalmente, es una película genuina y desconcertante que no remite a nada visto en el cine de las últimas décadas. “Libre y frágil”, la calificó José Luis Cienfuegos, director del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF), donde se estrenó en noviembre. La película busca un hueco en salas comerciales para 2016.
Por otro lado, Óscar desafinado ha iniciado su prometedora carrera hacia los próximos Premios Goya. Ha pasado la criba de los últimos 15 cortometrajes, de los cuales sólo serán nominados cinco. El plazo para las votaciones de los académicos españoles finaliza a mitad de diciembre.
En ambos trabajos, nos hemos fijado en Julián López, que fue uno de los creadores de los programas de televisión Muchachada Nui y La hora chanante. Se hizo popular en el cine de la mano de Borja Cobeaga en Pagafantas (2009) y su última incursión de éxito en las pantallas es Perdiendo el norte (Nacho G. Velilla, 2015). A pesar de que los dos trabajos no encajan en el tono cómico de sus personajes habituales, el provenciano no renuncia a su vis cómica natural. Tiene claro que esta es lo que le ha llevado a ser conocido. “Defiendo la idea de que, dentro de la comedia, hay muchos tipos por explorar”, afirma.
Óscar desafinado empezó su carrera de reconocimientos en el festival de Sitges en 2014, donde se alzó con el primer premio. A ese momento se refiere el actor cuando iniciamos la conversación tras la rueda de prensa que el equipo de El tiempo de los monstruos organizó en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. “Ese premio en Sitges pone al corto también en la carrera de los Oscar de Hollywood este año. El guionista Mikel Alvariño me lanzó la mosca hace tiempo. Al cabo de un año insistía en querer hacerlo conmigo. La insistencia da sus frutos. El corto es una historia basada en una experiencia que le pasó al director. Tiene dosis de comedia, ciencia ficción y terror, y habla de la idea de superar los fantasmas del pasado, de que todos debemos ir más allá de las barreras que se nos ponen. También de que, muchas veces, lo que sucede entre las parejas tiene unos componentes más terroríficos de lo que parece”.
Por la calidad del equipo técnico y artístico y la forma de rodarlo, Óscar desafinado es un corto con vocación de largometraje. Dura 21 minutos. “Así fue. Los cinco días de rodaje me dejaron la impresión de haber trabajado en un largo. Su puesta en escena es muy cuidada y las dos Bárbaras están estupendas”, añade este actor, que compagina sus trabajos en cine con la gira Toda la verdad sobre el oso hormiguero por teatros, en la que comparte show con Raúl Cimas. “Tengo que admitir que soy difícil para los cortometrajistas. Pero si un proyecto me atrapa, estoy disponible. De hecho, es habitual que me lleguen muchos guiones. Pero descarto mucho, porque me gusta que me enseñen cosas, que toquen palos nuevos para mí. Óscar Desafinado va también por ahí”.
Cambio de tercio y le pregunto cómo se enfrentó a su papel del guionista Raúl en El tiempo de los monstruos. Es, como el mismo reconoce, “lo más alejado de lo que he hecho hasta ahora. Me acerqué a Raúl con las herramientas que utilizo en otras películas. La discreción, la observación. Soy un tipo muchas veces muy encerrado en mí mismo, muy cauteloso. Cuando voy a un proyecto me veo como el guepardo que sale a cazar. Miro todo lo que está pasando alrededor. El tiempo de los monstruos fue especial. Ya sabía de las cosas que otros compañeros de reparto habían hecho con Félix Sabroso. Es como una familia a la que entras de nuevas, pero me acogieron con todo su cariño, me pusieron muy fácil todo. A Javier Cámara lo conocía desde hace tiempo. Recuerdo que Candela Peña me dijo que debía soltarme pronto, porque así es como ellos funcionaban. Eso hice. Al principio me chirriaba, pero Félix ha confiado en mí. Ha sido un aprendizaje constante. Estaría encantado de hacer otra película con el mismo grupo”.
Sobre lo que le ha aportado su participación en la película de Félix Sabroso, Julián López afirma que El tiempo de los monstruos le ha permitido volverse a ver, por lo novedoso del personaje. «Me he encontrado con otro lenguaje, que requiere de nuevas herramientas. Quiero seguir indagando y puliendo esta nueva forma”. Sobre sus sensaciones el día del estreno en Sevilla, el actor reconoce que “había visto un primer montaje en casa de Félix en Madrid. Pero en el estreno en Sevilla fue diferente, mis sensaciones fueron muchas. Sentí emoción y me contesté a preguntas que no había podido responder en el proceso de lectura y rodaje. Ahora las he entendido. La película es muy enriquecedora, porque se abre a nuevos puntos de vista, nuevas perspectivas. Que tenga tantas interpretaciones entre los espectadores es muy buena señal”.
Comentarios
Por Al rico libro, el 09 diciembre 2015
Pues parece estar bien. A ver si es posible verlo en Yomvi o en algún sitio.