La caída como metáfora vital
Todo se derrumba. Planea sobre nuestras cabezas la sensación de que en cualquier momento el ambiente se enrarecerá hasta reventar. Se trata de la incertidumbre que día a día, poco a poco, se instala en el tuétano de la calle. El artista estadounidense Kerry Skarbakka también lo siente así y tras un proceso de indagación ha decidido hacer de su cuerpo, como símbolo del peligro que todos corremos, su lenguaje estético. De esta forma, Skarbakka hace de la caída su forma de poesía, pero, como nos cuenta el propio artista, los suyos son unos versos traspasados por el dolor.
“Más allá de la edición final, utilizo photoshop solamente en algunas imágenes, pero no en todas. Normalmente todo está concebido con cuerdas y poleas y con una colchoneta que pueda amortiguar mi caída. Luego edito la cuerda o el cable. En muchas de las imágenes lo único que he utilizado ha sido mi esperanza y la plegaria para no herirme seriamente. Todas las fotografías están tomadas en su localización real y realmente ocurre lo que se está viendo en ellas”, asegura el fotógrafo.
Dice Skarbakka que este trabajo suyo nació como respuesta a dos acontecimientos terribles: “El primero fue la muerte de mi madre víctima de un cáncer de cerebro. Y el segundo, los sucesos del 11 de septiembre de 2001. Desde entonces busqué un camino artístico que me permitiera encauzar esa combinación de dolor emocional e inseguridad existencial. En el proceso encontré un proyecto que podía relacionarse perfectamente con mis preocupaciones personales”.
Desde hace una década, diez años que el artista dice con humor que se le han pasado volando, ha estado utilizando su propio cuerpo como modelo. “Quería que fuera una metáfora que representara las tensiones y asiedades universales asociadas al simple hecho de ser humanos. A través de este largo proyecto titulado The Struggle to Right Oneself he creado una buena cantidad de imágenes en las que investigo sobre la idea del control y su papel psicológico en la sociedad. La incertidumbre ligada a las guerras, los derechos humanos, la política, la economía y el medio ambiente es una de las trampas que acechan a los seres humanos. De eso trata mi trabajo: de cómo las personas individualmente tenemos que enfrentarnos y superar las maquinaciones de fenómenos que escapan a nuestro control y pueden cambiarnos radicalmente la vida”.
Ahora, diez años después, Skarbakka se encuentra buscando editores para poder lanzar un libro con este proyecto y confía en que este artículo pueda servir para poder mostrar su trabajo en España.
En cuanto a la producción de sus fotografías explica: “Cada imagen es diferente. La mayoría del tiempo se utiliza en planificar y organizar la toma. Todavía hay una serie de fotografías que tengo en mi imaginación pero que no he podido realizar por falta de recursos. Si no pido permisos para utilizar la localización, normalmente el tiempo se reduce bastante. Lo que sí está claro es que lo más díficil y la parte más dura termina siendo mi propio cuerpo”.
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