La libertad es libertad, #NoEsTradición
Hoy el autor se detiene en el caso de Nadjiba Mohamed Belkacem, una mujer que se crio en España con una familia de acogida y que ahora vive recluida en Sáhara, retenida por su familia biológica.
¿Qué es preferible, habitar un cautiverio forzoso o tener la posibilidad de abandonarlo puntualmente sabiendo que, tarde o temprano, vas a regresar a él? Siempre me asalta esa duda cuando veo imágenes de niños y niñas saharauis visitando nuestro país, disfrutando de las ventajas, comodidades y supuestos placeres de eso que hemos definido como primer mundo para luego devolverlos al desierto, al desarraigo, en unas condiciones de dureza extremas y de ausencia de libertad, porque un campamento de refugiados no es otra cosa que una cárcel revestida de ayuda humanitaria. Supongo que alguien muy optimista me contestaría que el infierno no existe pero yo, que he leído a Sartre, sé que el infierno son los demás.
El pueblo saharaui, antaño habitante de la colonia española, vive dividido entre los campamentos de refugiados, controlados por el Frente Polisario, y el territorio del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos. Cuando España traiciona el espíritu de autodeterminación de ese pueblo, en 1975, firmando un acuerdo con Marruecos y Mauritania para que se repartan esa patria, un buen número de organizaciones no gubernamentales españolas, en un gran gesto cívico, comienzan a trabajar en la ayuda humanitaria a la población saharaui. Desde ese instante, todos hemos crecido con la idea de que la lucha del pueblo saharaui es justa, honesta y decente; que ese pueblo es un oasis de libertad e igualdad en el peligroso adiestramiento del fundamentalismo que invade y contamina la razón; que ese símbolo que es la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) también puede ser un interlocutor válido.
Hasta que conocemos historias como la de Nadjiba Mohamed Belkacem. Nadjiba era una niña de 8 años cuando llegó a España en el verano de 1992, en un proyecto llamado Vacaciones en Paz, uno de los muchos programas creados por asociaciones españolas de amistad con el pueblo saharaui. Al finalizar ese verano, la familia biológica de Nadjiba no tuvo problema alguno en acceder a que su hija se quedase en Huelva, con su familia de acogida, para continuar su formación académica en España y poder tener un mejor seguimiento de sus problemas de salud –pie en equino y flexo de rodilla izquierda- que la obligaron a entrar en quirófano en dos ocasiones. De esa manera, la niña vivió 13 años en España, sin perder el contacto con su familia biológica, formándose, cumpliendo la mayoría de edad y diseñando su propio y libre proyecto de futuro. Cuando Nadjiba hizo 21 años decidió solicitar la nacionalidad española, para lo cual debía regresar a los campamentos de Smara-Farsia, en Tinduf, y recabar la documentación necesaria para poder tramitarla. Allí es retenida contra su voluntad por su propia familia. Y de eso han pasado ya casi dos años. Nadjiba es hoy una mujer de 23 años a la que se le están vulnerando sus derechos fundamentales desde un lugar que nos han publicitado como ejemplar.
No pretendo convertir un caso particular –que cuando se investiga resulta que no lo es tanto- en un conflicto general, pero no me negarán que el principio básico e innegociable para generar toda una corriente internacional de ayuda humanitaria debería ser el respeto absoluto a los derechos humanos. Y aquí se están vulnerando. No hay matices. Hay una mujer mayor de edad que no puede hacer lo que desea porque sus padres esgrimen, entre otras razones, el inquietante argumento de que su hija se está “occidentalizando”. Podríamos pensar que esa razón deslegitima los programas de ayuda, porque ¿para qué traerlos a España, mostrarles otro tipo de existencia, si no les vamos a dar la libertad de elegir la vida que desean vivir? Repito, si perviven esos proyectos de ayuda al pueblo saharaui, tiene que ser bajo un escrupuloso respeto a los derechos humanos.
La familia de acogida de Nadjiba, junto a las pocas personas y asociaciones que han entendido que la causa de la joven es una causa pro derechos humanos, mantiene el contacto con ella gracias a las redes sociales y a un teléfono que les permite hablar con ella casi a diario. Por eso saben que la joven tiene miedo, conocen que sus problemas de salud se han agravado e incluso advierten de la estrategia de casarla para evitar eso que algunos responsables de asociaciones pro ayuda al pueblo saharaui llaman, en un alarde de indecencia, “desclasamiento”. Olvidan que cuando se es libre uno tiene derecho incluso a “desclasarse” si le da la gana. Y si me van a negar ese derecho, avalado por la mayoría de edad, entonces sería preferible acabar con esos programas de ayuda que traen niños y niñas a España en una especie de fantasía que muy poco tiene que ver con la realidad. Actuemos sobre el terreno, trabajemos allí, en los propios campamentos, luchemos por el referéndum, pero no mostremos un tipo de existencia a unos niños y niñas a los que luego se les va a negar la posibilidad de elegir. Y especialmente si se es mujer. Me perturba el papel que la mujer ejerce contra la mujer en las sociedades arcaicas o privadas de libertad. De ahí que me parezca una burla del destino que la madre de Nadjiba, Enguia Vida, principal artífice de su retención, la mujer que se plantea la posibilidad de casar a su hija contra su voluntad, sea parlamentaria y responsable de la comisión de igualdad saharaui. La única comunidad árabe igualitaria y democrática. ¿Y si no fuese así?
Es cierto que la solución del conflicto del Sáhara ya llega tarde. Que los campamentos, ante la desidia de la comunidad internacional, cada vez están radicalizando más su discurso –ya se han visto burkas- y aquello podría convertirse en un polvorín al amparo del fundamentalismo más beligerante. Pero esa lucha no puede cegarnos ante un ataque a los derechos fundamentales dentro de los propios campamentos. Los Derechos Humanos son el argumento que hemos esgrimido durante años, y que seguimos haciendo, todos aquellos que hemos reivindicado un Sáhara libre. Por eso no se puede ser condescendiente, ni mirar para otro lado, ni jugar a los matices cuando son precisamente esos derechos los que se vulneran dentro de los campamentos gobernados por el Frente Polisario.
Puedo entender que algunos crean que nuestro punto de vista está contaminando otra realidad, otra cultura. Pero no puedo asumir que se acepte como costumbre cualquier actuación que restrinja los derechos fundamentales de las personas. Todos tenemos claro que la ablación del clítoris es una atrocidad y una vulneración de los derechos humanos de niñas y mujeres por mucho que sea una costumbre en algunas comunidades africanas o en el islam sunní. Por eso el argumento de la costumbre no es aceptable. No es cultura, no es tradición. Es vulneración de los derechos humanos. Tradición es tomarse tres tés, como símbolo de hospitalidad. No aceptar la mayoría de edad de una mujer y retenerla contra su voluntad es atentar contra los derechos humanos.
Les confieso que no me ha resultado fácil escribir este artículo, pero hay momentos en los que hay que posicionarse en esta vida. Entiendo y respeto la lucha del pueblo saharaui pero, al igual que sucede con Palestina, adivinamos un enemigo poderoso al que combatir y obviamos los conflictos que esa sociedad sigue albergando en materia de libertad, igualdad y derechos humanos. La situación de Nadjiba no es única. El caso de Koria Badbad o Darya Embarek salen a la luz cuando uno rasca y profundiza en la situación de los derechos humanos en los campamentos saharauis controlados por el Frente Polisario. No solo hay que luchar por el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. También hay que luchar, y con más contundencia si cabe, por el respeto absoluto a los derechos humanos y a la libertad individual. Se lo debemos a Nadjiba, a Koria, a Darya y a todas las niñas –hoy mujeres- que algún día soñaron con tener la riendas de su propia vida.
Comentarios
Por María José, el 12 agosto 2015
Un artículo muy interesante, quizá sean pocos los que lo lean.
Hablando con algunas personas que solían traer niños saharahuis, si se me ocurría comentar que me parecía muy cruel traerlos por un tiempo limitado y, despues de ponerles la miel en los labios como se dice, devolverlos a su mundo, todos se indignaban y me decían que por lo menos era algo. Estoy de acuerdo con el autor del artículo: las comunidades internacionales, implicándose de verdad (casi nunca lo hacen) deberían trabajar alli, en los campamentos. El artículo confirma lo que ya sospechaba, que el Frente Polisario se está radicalizando y como siempre las peor paradas seremos las mujeres
Por Farah, el 13 agosto 2015
Lo ha logrado usted, a tenor de los comentarios, el Polisario es malo, malísimo. Esto es un asunto muy delicado, y aún sigue sin responder a mi cuestionamiento Paco Tomás
Por María, el 12 agosto 2015
Artículo buenísimo y totalmente de acuerdo con cada palabra que escribes.
Gracias
Por Farah, el 12 agosto 2015
Cuando introduce usted «la aparición del Burka» en Tindouf, manipula descaradamente al lector con el «Terror islámico», incluyéndolo en un «todo» amorfo, «fundamentalista beligerante», que hacen de su opinión una manipulación de manual. Conozco estos casos y los programas de ayuda al Pueblo saharáhui en España, pero realmente desconozco Tindouf ya que jamás he estado allá. Si usted argumenta que su madre Enguia Vida, es parlamentaria y responsable de la Comisión de Igualdad saharahui, me parecen muy extrañas sus argumentaciones y mereceríamos una información certera, eficaz, alejada de cualquier intento de manipulación, y en la que pueda expresarse su madre, a la que usted responsabiliza directamente de la situación de Nadjiba Mohamed Belkacem, lo cual es un Delito, en el Sáhara y en España.
Por Jota, el 13 agosto 2015
(Un apunte banal sólo por corrección matemática, sin intención de desmerecer el artículo en absoluto: con el resto de referencias posteriores, 1992 parece la fecha de nacimiento de Nadjiba, no la de su llegada a España por primera vez.)
Por Jeeves, el 13 agosto 2015
Antes de nada, aclarar que mis simpatías están del lado de los saharauis y que he firmado peticiones para que se efectúe el referéndum exigido con la boquita pequeña por la ONU. Después conviene recordar que cuando España se fue del Sahara en 1975 fue por dos razones: una, la presión de Marruecos con EE.UU. detrás y otra la guerrilla del Frente Polisario que mató no uno, sino bastantes españoles en el territorio y hasta en barcos que pescaban en su costa, así que en parte, el abandono se lo buscaron ellos y hay huérfanos por España cuyos padres fueron muertos por el Polisario. En cuanto a la joven, es víctima de esas contradicciones de la vida actual; efectivamente, se les pone la miel en los labios y después se les devuelve a un medio poco confortable donde, no lo olvidemos, ESTÁ SU VERDADERA FAMILIA. Imaginen esos españoles que van de vacaciones al Caribe o a las islas del Índico y después no quisieran volver…
Por Antonio, el 13 agosto 2015
El tema es que ella no es una niña. Es una persona MAYOR DE EDAD que fue a visitar a su familia después de unos años y ahora no le dejan regresar a España.
Por Jose Antonio, el 13 agosto 2015
Actualmente tengo un niño Saharaui en mi casa pasando el verano.
Lo primero que tengo en mente es que el tiene su familia en el Sahara y que yo no soy nadie para privarlos de su familia por mucho que el lo desee.
Lo segundo que tengo en mente es que este niño no esta aquí para ponerle la miel en los labios sino para que cuando vuelva al Sahara llevarse una pequeña ayuda. Ya sea en ropa, monetaria o una vivencia que de otra forma no hubiese sido posible.
Mi impresión es que el pueblo Saharaui no ve a España como una amigo sino como un Mecenas que le debe algo porque se supone que lo abandono (como se podría abandonar Cataluña si se le da la independencia)
Mi humilde opinión sin animo de ofender a nadie.
Por Farah, el 13 agosto 2015
Su comentario es de lo más acertado.
Por emhemed, el 15 agosto 2015
este no es el primer caso señores ni sera el ultima si sigue la gente creiendo que estos niños y niñas que vienen en este proyecto llamado vacaciones en paz que son huerfanos .
estos niños son niños y niñas que tienen sus padres sus hermanos y ellos tambien lo quieren y quieren que esten con ellos sin olvidar la tema de la cultura y la religion..
no hay que criticar el polisario ni las autoridades de la RASD no señores el polisario no tiene nada que ver en eso .
el polisario no es quien dejo la cria en la casa española ni ellos quien lo estan obligando quedarse en los campamentos hay que ser claro y no empezar decir lo que no tenemos que decir.
entiendo perfectamento la familla española como entiendo la familla saharaui pero lo que no voy entender ni voy permetir que se dice cosas como el polisario es malo ha dicho tal FARAH claro porque es marroqui y sabe lo que quiere …
son mas espero y deseo que se termina la tema con una acuerdo entre las dos famillias sin llegar a estos niveles de palabras ..
Por Farah, el 15 agosto 2015
La tal «Farah» no ha dicho eso Eso lo ha escrito este señor en su artículo y yo lo señalo. No soy marroquí ni tengo nada que ver con Marruecos, su usted no comprende el idioma español no es mi problema.
Por Farah, el 15 agosto 2015
la tal «Farah» señor Enhemed, es Farah Azcona Cubas, natural de Tenerife, Canarias y que participa activamente del activismo por un Sáhara Libre, y que ha denunciado este artículo xenófobo y manipulador ante la Unión Nacional de Mujeres Saharahuis y antes la RASD TV.
Por Marisol Ramírez Verdejo., el 18 agosto 2015
xenóbodo y manipulador? ¿Podrías decirnos Farah como activista por un Sáhara Libre, como se consigue éste con mujeres adultas retenidas contra su voluntad? Gracias Paco Tomás por su artículo porque este debate era justo y necesario.
Por Farah, el 18 agosto 2015
He pedido que hable su madre, y la RASDTV y la Asociación de Mujeres Saharáhuis, dos ya han escrito aquí, y he dicho que si lo que el autor dice es verdad es un DELITO, en el Sáhara y aquí.
Por Jadiyetu, el 15 agosto 2015
Es dificil responder a quien escrube desde el rencor,sencillamente porque no atiende a la razón y, por lo tanto, como mujer y saharaui le diré que la lucha del pueblo saharaui es justa, decente y honesta a pesar de las intencione2 del articulo.Verter bilis contra un pueblo llamando a la utilizacion de la ayuda humanitaria como chantaje es un cuento harto utilizado por el regimen ocupante marroqui y es su fracaso diplomatico contundente.El desarraigo de los saharauis no esta en los campamentos de la Dignidad aue usted confunde con los territorios ocupados por Marruecos y,que si son una cárcel a cielo abierto.La libertad de l@s saharauis radica en el fin de la ocupacion militar marroqui y que España asuma el proceso de descolonizacion inconcluso.Najiba y su familia son victimas como muchas familias más de una situacion cuyo responsable es España.Las saharauis vemos con preocupacion la los diarios asesinatos de mujeresa manos de sus parejas, pero eso no nos hace pensar que la sociedad edpañola esta enferma,ni pedimos a las familias saharauis que se abstengan de enviar a sus hijos a España.Llamamos a la razón y la rezpeto.#SaharaLibertad
Por Nowe Sahara, el 17 agosto 2015
Usted no será marroquí pero lo parece, o lo que es peor escribe de algo que no conoce en absoluto, espero que si tiene hijos no lo abandonen por bienes materiales, los niños saharauis no son urracas que se venden al brillo del oro, son niños que regresan felices aunque sea a un campo de refugiados porque allí está su familia.
El Sahara no es una ex colonia Española, sigue siendo un protectorado de nuestro país, por lo que creo que nuestra responsabilidad es mucha.
Burkas?? hahahaha, usted no ha pisado Tinduff en su vida, me parece increible su osadía.
Intentar confundir al lector haciéndole ese retrato de la mujer saharaui tan equivocado denota o estupidez o maldad o quizás los dos.
Porqué no habla de los «padres» de acogida que se quedan con niños aquí sin permiso, o los que jamás los vuelven dejar viajar a los campamentos o solo una vez al año separándolos de los suyos, sus raices y su cultura?
Habla desde un punto burgues nauseabundo, háganos un favor y antes de escribir sobre algo infórmese, vaya al sahara mámelo y entonces vuelva a escribir sobre el tema, solo puedo decir que he sentido rabia y vergüenza a leer esta broza.
Por Farah, el 17 agosto 2015
¡Magnífico comentario! Yo sentí la misma rabia y náusea al leer este panfleto burgués, etno-céntrico y que alimenta los sueños de la rapiña colonialista: ahora se quieren quedar con los hijos y las hijas del Sáhara.
Por Maríapss, el 18 agosto 2015
Burkas, Si. Por desgracia se han visto burlas en los campamentos. No es un comentario malicioso. Lo cuentan los propios saharauis a su vuelta de los campamentos.
Yo he defendido esta causa hasta el momento en que se han vulnerado los derechos humanos. Nahjiba y otras mujeres ( hombres no, que casualidad) sólo pueden ser hijas o esposas y nunca mujeres libres. El artículo solo expone verdades contrastadas le gusté a quien le gusté. Enhorabuena por la valentía de contar lo que está pasando.
Por Farah, el 18 agosto 2015
Aporte usted datos, fotografías de los Burkas.
Por teresa Juan, el 17 agosto 2015
Que valiente por decir la verdad.
los intolerantes sobran y la verdad es escasa.
te felicito
Por Alegrando, el 18 agosto 2015
Creo que el sentido humanitario o el sentimiento de culpa hacia el Sáhara Occidental no debe impedirnos defender los Derechos Humanos.
Que una familia tenga retenida a una mujer en contra de su voluntad, como si fuese una posesión, es una aberración, sea del Congo, de Cuenca o saharaui.
En mi opinión, cualquier posición argumental que se salga de la estricta defensa de los Derechos Humanos, tenderá al disparate.
Y mientras tanto, una joven está cautiva en el desierto a la espera de cambiar de las manos de su familia a la de su esposo concertado y sin que ella tenga vela en este entierro.
En fin…
Por Marisol Ramírez Verdejo., el 18 agosto 2015
Hola. En nombre de la plataforma Libertad para Nadjiba Mohamed Belkacem quisiera felicitar al autor del artículo por escribir un artículo necesario para la sociedad saharaui y española. La realidad de los campamentos hoy requiere periodistas valientes que vayan más allá de la propaganda organizada en el asociacionismo pro Sáhara siempre al amparo de un delegado saharahui afincado in aeternum en España.
Nadie ha escrito que las mujeres saharauis lleven burkas, se ha escrito y así es que esa prenda ya ha aparecido en los campamentos . A quienes la portan, imagen inédita pero real en la hamada, las llaman cuervos y denota sin duda el terrible cambio de escenario que está soportando el Norte de Afríca y al que no queda inmune el territorio que ocupan los campamentos Saharauis. Nadjiba Mohameda Belkacem tiene 23 años, es una adulta mayor de edad, y quiere volver a España donde residia con normalidad y con la aprobación absoluta de su familia biológica que hoy la mantiene encerrada y con la documentación retirada en campamentos. No es el único caso, se documentan a cientos, pero si es la primera vez que la prensa española no baila la danza de los monos de gibraltar. No ver, no oir, no hablar. La prensa está para informar. Y la violación de los derechos humanos en el Sáhara es una realidad, que se duplica en espanto si se ostenta la condición de mujer. Ninguno de los datos escritos en este artículo puede refutarse. Quien lo haga deberá demostrar pruebas de lo contrario, o traer a Nadjiba hasta aquí. Sáhara Libre con Mujeres Libres y Hombres Respetables. Afortunadamente en España quedan profesionales de la información. ¿O nos vamos a fiar de la televisión polisaria? Libertad para Nadjiba Mohamed Belkacem. Paco Tomás gracias por tu valentía. Nadjiba necesita informadores porque su pueblo quiere invisibilizarla. Decir gracias no es suficiente para quienes se atreven a nombrarla.. Dos años de secuestro. Ignominia. No nos vamos a callar hasta que Nadjiba vuelva. Salud y Paz. Free Nahjiba
Por Farah, el 19 agosto 2015
Traiga usted pruebas de lo que dice aquí.
Por Marisol Ramírez Verdejo., el 20 agosto 2015
Farah, traiga usted pruebas de que Nadjiba no está encerrada porque ha contribuido a liberarla en lugar de a silenciarla u obviarla. Quienes tienen que demostrar que están a la altura de la situación son los saharauis. ¿Tienen o no leyes en sus campamentos? ¿Las familias tienena las mujeres como propiedades? Pruébeme lo contrario, nada me gustaría más.
Por Farah, el 20 agosto 2015
Marisol Ramírez Verdejo, no soy yo la que acusa y por lo tanto no debo aportar ninguna prueba. Me parece que sin las declaraciones de la otra parte, esto es Enguia Vida y no mujeres y hombres saharáhuis a titulo personal como ha sido el caso, este documento carece de veracidad y de rigor. Todos los por mi consultado/as se han abstenido de responder y sólo lo han hecho para denunciar, a título individual y sin aportar nada que esclarezca el verdadero cariz del asunto. La RASDTV ni siquiera ha respondido a mi mensaje, Unión de Mujeres saharahuis lo ha hecho a título personal de una de sus miembros y «Sáhara Confidencial» ha publicado un artículo favorable a las tesis del autor, aquí reflejadas. Un asunto grave que debería ser esclarecido con la mayor contundencia por las partes implicadas, que cuando no desvían la atención con su respuesta, hablan de «granjas de engorde» de mujeres saharahuis (caso del artículo de «SáharaConfidencial», o argumentan que yo soy marroquí, como apuntaba el señor Enhemed en su comentario aquí. Llegado este punto, sólo una actuación judicial arrojaría luz sobre este asunto, que afecta gravemente la credibilidad de los órganos políticos de la RASD y a su propio parlamento.
Por Marisol Ramírez Verdejo., el 18 agosto 2015
¿quien está hablando de la propiedad de los niños? Ese debate lo han sacado en este hilo quienes no quieren ver la realidad terrible de las mujeres en Tindouf, Y además Nadjiba es una mujer adulta. Aquí no hay niña alguna Nadjiba es una ciudadana saharaui residente en España a la que han coartado su libertad de movimiento desde hace dos años.. Quien quiera acoger a una niña de 8 años hoy para que a los 18 desaparezca que sea informado y que lo firme en un protocolo de actuación entre las asociaciones y el Polisario . Nadie lo aceptaría, Y en cuando a las adultas, la no existencia de la mayoría de edad para las mujeres es ilegal. De eso estamos hablando. Exactamente de eso. Vergüenza saharaui .