La novela que desmonta política, arte y grandes relatos de amor

La escritora Cynthia Rimsky. Foto: María Aramburu.
Con ‘Clara y confusa’, una historia disparatada y divertida, Cynthia Rimsky (Santiago de Chile, 1962) ha ganado el Premio Herralde de Novela 2024, concedido por la editorial Anagrama. Las reflexiones del protagonista sobre el arte contemporáneo, la corrupción y el amor nunca son anodinas. Con un estilo transparente y sin pretenciosos vuelos filosóficos, consigue concatenar una serie de preguntas que raramente nos hacemos, aunque son esenciales. ¿Para qué sirve el arte? ¿Por qué unos artistas triunfan y otros no? ¿Qué es exactamente el amor? ¿Cómo necesitamos que sea el amor para que sea verdadero? ¿Y dónde se encuentra la corrupción? ¿No estaremos todos al borde mismo de la corrupción incluso sin saberlo?
Clara y confusa nos cuenta las peripecias de Salvador. El protagonista es un fontanero capaz de localizar las tuberías que oyen sus clientes, aunque éstas no existen. Todo comienza cuando un día, después de atender una emergencia, pasa por delante del centro cultural de Vallesta. Se asoma al escaparate y ve que una mujer se ha colgado a uno de los clavos de la pared, como si fuera una obra de arte. Ella es Clara, una artista con mucha frustración y de la que él se enamora de forma absurda. En 168 páginas –lo breve si es bueno dos veces bueno–, divididas en tres tiempos de cinco años, cinco días y cinco horas respectivamente, el narrador nos lleva a situaciones inverosímiles pero reconocibles por la mayoría de nosotros.
Cynthia Rimsky ha creado un artefacto literario que, cada vez que lo manipulamos, arroja una pregunta distinta, casi como si tirásemos las cartas del tarot o los dados. Clara y confusa me recuerda a esos libros de las primeras vanguardias en los que todo es posible. A veces coquetea con el género policiaco, otras se transforma en una novela romántica, también hay espacio para el costumbrismo. Tiene mucho de la literatura del absurdo, su ironía es afilada y recurre a la técnica del collage: entre sus páginas encontramos la receta del pastelito criollo de doña Petrona y algunas imprecaciones de San Lucas.
El estilo de Rimsky consiste en mezclar imágenes, crear jeroglíficos que quizá no tengan respuesta. Por ejemplo, un perro dando vueltas en el interior de un chalet, misteriosas llamadas nocturnas que despiertan a Salvador, el fastuoso edificio del gremio de fontaneros, símbolo de Vallesta… Imágenes que, la mayoría de las veces, funcionan como trampas para el crítico empeñado en encontrar una explicación o anzuelos para que el lector se deje conmover por cierta vibración punzante, parecida a la que provoca un poema.
¿Estamos ante otro ejemplo más de la literatura posmoderna? Yo diría que no, que la autora se aleja en todo momento de la frivolidad. Clara y confusa no es una obra fragmentaria, sino estudiada al milímetro y, aunque todo parezca gratuito, en realidad nada lo es. Me hace pensar en una no-novela de caballería que transcurre en La Pampa argentina, pero podría ser La Mancha. Salvador se empeña en reconducir su relación con Clara y en esclarecer los trapos sucios del gremio de fontaneros. Según avanza la narración, él mismo ve cómo se desmoronan a su alrededor los grandes relatos del amor, la política y el arte, pero él sigue tenaz en su empeño, como si le guiara una fe inexplicable. Sin embargo, la verdad no aparece por ningún sitio. La verdad quizá no existe. Es un Perceval que cada vez que se acerca al santo cáliz descubre asombrado que éste era solo un espejismo o un don Quijote todavía en busca de su razón.
Me atrevería a decir que se trata de un libro sin certezas, pero con esperanzas. Al fin y al cabo, no nos queda más remedio que seguir hacia delante, aunque el folclore se muestre como una fantasía, la vida sindical como una patraña y el mundo de la cultura como una mentira.
Al mismo tiempo que Cynthia Rimsky desmonta los grandes temas de la literatura, también cuestiona los principios elementales de la narración y del lenguaje. Los personajes no responden a una construcción psicológica, son más bien como muñecos zarandeados por esta historia que avanza de manera alocada. Resulta interesante el uso del español, salpicado de palabras coloquiales chilenas y argentinas –dado que es ahora en Argentina donde vive–, quizá en una huida deliberada de una estandarización del idioma, signifique esto lo que signifique. Rimsky no deja títere con cabeza y la lengua es otra de las estructuras a las que atiza. En Clara y confusa el castellano impuesto desde la metrópoli no sólo se aleja de la norma académica, sino también del habla coloquial de La Pampa.
La biografía de Cynthia Rimski está cuajada de reconocimientos y excepcionalidades de lo más variopinto. Nacida en el seno de una familia judía, decidió zafarse de todo lo que en este sentido se esperaba de ella. Un moverse en zigzag que parece ser un rasgo propio de su escritura. Publicó su primer libro pasados los 40 años, lo que es excepcional. Con El futuro es un lugar extraño ganó en 2007 el Premio Municipal de Literatura de Santiago y con Yomuri, en 2012 el Premio a Mejores Obras Literarias publicadas. La mayoría de los españoles no conocemos estas distinciones que, sin embargo, serían equivalentes a nuestros premios nacionales de narrativa. Junto a Roberto Bolaño, es la única autora chilena que ha recibido el Premio Herralde de novela, que lo ha ganado ex aequo con Xita Rubert, autora de Los hechos de Key Biscayne.
En 2024 la revista Forbes la incluyó entre las 50 personas chilenas más creativas, ella se ríe preguntándose cuales fueron los criterios. De todos sus libros, Clara y confusa es el más convencional; cabe mencionar otros libros suyos difíciles de ubicar en los anaqueles de las librerías. Por ejemplo, en La revolución a dedo (2020) nos cuenta su decepcionante viaje a Nicaragua cuando ella tenía solo 20 años y el sandinismo aún ofrecía ciertos brillos, y en La vuelta al perro (2022) recoge y revisa distintas columnas en las que plasma sus observaciones. La primera frase de Clara y confusa parece ser una premonición: “No es casual que esta historia llegue a sus vidas. Significa que están preparados para entender que ningún copo de nieve cae en el lugar equivocado”. Si ustedes han leído hasta el final esta reseña debe de haber algún motivo que quizá no conozcan todavía.
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