Las chicas de los cuentos no solo son princesas, también las hay muy rebeldes

Portada del libro ‘Salvaje’ de Emily Hughes.

Si Blancanieves o la Cenicienta hubieran leído cuentos con protagonistas femeninas que viajan, que rompen con las reglas establecidas, que buscan soluciones a los problemas que les surgen, que hacen lo que sienten…, jamás se habrían quedado como pánfilas a la espera de un príncipe que les asegurara un final feliz. Habrían puesto a los príncipes, las madrastras, las hermanastras y los enanitos en su sitio, y habrían salido a conocer mundo, a vivirlo, a tomar sus propias decisiones y, sobre todo, a ejercer su derecho a equivocarse. Es lo que pasa en estos 10 cuentos que os hemos seleccionado.

No son necesarios los príncipes azules, ni en el mundo real ni en el de fantasía, para ser felices y cenar perdices. Si nos encontramos con alguno, ¡qué bien verle! Son muy monos y van a quedar muy bien para hacernos un selfie con ellos, pero son poco prácticos. Te atan a su forma de entender el mundo, su mundo, y no te van a permitir ser libres. No hay que codiciarlos, que luego en la realidad destiñen y dan más de un disgusto.

Y no nos engañemos, tampoco es nada práctico y cómodo ir todo el día vestidas de rosa. Será muy fácil que vayáis combinadas, pero nunca podréis correr el divertido riesgo de combinar rayas con cuadros.

Hay cuentos que han hecho y hacen mucho daño cuando no ofrecen historias donde romper con lo establecido (lo establecido ¿por quién?), o bien otras historias con otras posibilidades de decisión, o con otros modelos o con otras opciones. Desde hace ya unos cuantos años, se analiza el rol de la mujer en los personajes de la literatura infantil y juvenil, y se debate y se reflexiona sobre cuál ha de ser. Cuando se analiza el tema de la cuestión de género, siempre salen a la luz varios conceptos que no sabemos muy bien cómo abordar, por incómodos o porque no controlamos los conceptos, como pueden ser la transformación social, las relaciones de poder, el contexto histórico, el espacio íntimo, la capacidad de elección y acción…

No hace falta que venga yo ahora a decir que tanto las niñas como los niños pueden hacer en esta vida lo que les dé la gana (bueno, casi). Pero a lo mejor sí hace falta que hoy presente una lista de 10 libros ilustrados donde ellas SOLAS son las protagonista de sus historias. Donde al hablar de igualdad no se haga una lista de libros cremallera (uno con prota chico, otro con prota chica, otro con prota chico y así hasta el aburrimiento) solamente para parecer políticamente correctos.

Hoy quiero visibilizar un poco más las historias protagonizadas por mujeres, que tienen deseos, aspiraciones muy diversas, que se mueven en este mundo con libertad para intentar ser felices… Y es que la ideología machista dominante nos hace ver en muchas ocasiones que las historias protagonizadas por mujeres valen menos. Educar, coeducar, es algo más que buscar alternativas; es ser capaces de ofrecer todas las posibilidades posibles tanto a niñas como a niños.

Por otro parte, claro que hay que leerles cuentos clásicos, pero hay que enfrentarlos a otras historias con sentido crítico y con sentido común. Nuestras niñas y niños tienen derecho a conocer cuantas más versiones de una historia mejor, porque la verdad tiene muchas capas; comparar puntos de vista es enriquecedor y la diversidad en sí misma es un valor. Leer los cuentos clásicos y enfrentarlos a otras historias va a generar conciencia crítica para que niñas y niños sean capaces de contextualizar.

Leer solamente Cenicientas, Blancanieves, Príncipes Encantadores y madrastras malvadas sin incluir otras historias como las que hoy presentamos llevará a que nuestros pequeños tengan una visión muy sesgada de las opciones que ofrece la realidad a mujeres y a hombres. Tenemos que estar muy atentos a esos cuentos cuyos protagonistas suelen ser personajes con un rol siempre igual o sospechosamente parecido. La niña o el niño que escuchan esas historias con este tipo de personajes crecerá conectada a unos valores muy conservadores; así, tradicionalmente nos hemos acostumbrado y les acostumbraremos a ver príncipes valientes y princesas bellas y un tanto bobas que esperan la llegada del príncipe, su salvador. Y mucho cuidado con esto, que luego trasladamos al mundo real todo lo que hemos aprendido o visto en el mundo de fantasía. Por eso hay que conocer muchas y variadas historias, hay que vivir y tener experiencias para luego ser críticos y no dejarnos engatusar. Ya lo decía la escritora Ana María Matute: “Los cuentos se van, pero dejan huella”.

Las ilustraciones son también una herramienta que se ha encargado de transmitir valores y han perpetuado roles de género en los cuentos tradicionales. Por eso, cada día hay una mayor conciencia educativa en las imágenes que acompañan a los nuevos textos. Si hay alguien que desde hace años nos está ayudando a cambiar la mirada, a mirar con otros ojos, con más luz, los estereotipos de género que transmiten las ilustraciones de los cuentos infantiles, tanto tradicionales como contemporáneos, es Adela Turín, de la que ya hablamos hace un tiempo en esta revista. En su colección de libros A favor de las niñas nos propone unos modelos de situaciones, relaciones y roles completamente distintos a los que imperan en la literatura infantil. Sus personajes femeninos no esperan ser salvados por los masculinos. Son chicas activas, ingeniosas y valientes; como la mamá ratona de ‘Una feliz catástrofe’, recientemente reeditado por Kalandraka, que nos cuenta la historia de cómo una simple ratona salva la vida a toda su familia de una inundación inesperada, mientras papá ratón está ausente.

Y como no todas las protagonistas de los cuentos se quedan dormidas a la espera de que las despierte el Príncipe Azul, hoy en El Asombrario te presentamos diez historias de chicas que lo que menos quieren en su vida es un personaje de estos. Historias con protagonistas femeninas un tanto rebeldes, intrépidas, que buscan vivir en busca de sus objetivos, de rebelarse contra los cánones establecidos, de ser atrevidas en el intento de ser libres y auténticas.

Dos momentos de ‘Julieta estate quieta’.

‘¡Julieta, estate quieta!’. Rosemary Wells. Alfaguara Infantil.

Julieta se ve en tierra de nadie y está cansada de estarse quieta. Es la hermana mediana y la más invisible de los tres, por no ser ni la mayor ni la menor. Ella quiere su lugar, su sitio en su familia y su forma de reclamar la atención de sus padres va a consistir en hacer ruido, liarla parda y, como nada funciona,… marcharse de casa. Esta divertida historia, plagada de ternura y sentido del humor, en la que resulta muy fácil reconocerse, nos ofrece una lección básica a todos. Para diferenciarse, para que nadie se olvide de nosotros, hay que destacar, hay que llamar un poquito la atención. Una niña o un niño lo empiezan haciendo así, es su forma de decir a los adultos y al mundo: ¡Aquí estoy yo! Por cierto, prefiero las ilustraciones de las primeras ediciones de este libro realizadas por la extinta editorial Altea. ¡Ojalá vuelvan algún día!

‘Huevos duros’. Marisa Núñez y Teresa Lima. OQO Editora.

Esta historia reconstruida a partir de una versión oral del Magreb es de esos muchos cuentos tradicionales donde las protagonistas no malgastan el tiempo siendo personajes pasivos a la espera del príncipe de turno. La clave está en el reto intelectual, en el juego de preguntas y respuestas, en la capacidad de resolver con ingenio y astucia las tareas imposibles hasta despertar la sensibilidad y ablandar el corazón de un ser injusto y caprichoso. Para los que piensan que los cuentos tradicionales están llenos de princesas sosas, este libro les va a sorprender y van a descubrir con esta historia una mujer mostrando su inteligencia, que se esfuerza por demostrar su ingenio y que lo va a hacer sin ser ni más ni menos que nadie, sino igual. Este libro obtuvo una Mención White Raven (Internationale Jugend Bibliotek de Munich) entre los álbumes más hermosos del mundo 2008.

Portada de ‘Once damas atrevidas’.

‘Once damas atrevidas’. Xosé Manuel González ‘Oli’ y Helle Thomassen. Editorial Kalandraka.

Estas once damas atrevidas harán un recorrido por todo el mundo y en cada nueva aventura, una desaparecerá…, eso sí, sin dar muchas explicaciones, ¿y por qué han de darlas? Once aventuras narradas con rimas populares y que nos presentan a once damas que hacen los que les da la gana. Desde montar en moto para ir a Rusia a seguir a un bereber, escalar el Everest o subir a la Luna. Los niños participarán del cuento gracias a la repetición de su esquema narrativo y descubrirán un viaje fantástico por diferentes rincones del planeta que les llenará de vitalidad, la misma que gastan estas damas atrevidas.

Portada de ‘Gritos en la arena’.

‘Gritos en la arena’. Arturo Abad y Mónica Gutiérrez Serna. Editorial Narval.

¿Un solo grito en el desierto puede transformar la realidad? Quizás uno solo, no. Pero si muchas personas gritan juntas, lo más seguro es que terminen moviendo montañas. Un grito y un sueño, esas necesidades que tienen muchas mujeres en este mundo para manifestar su rabia y huir de sus realidades, son los protagonistas de esta historia. Ese grito y ese sueño, que pertenecen a una pequeña niña que vive en un apartado desierto, se convierten en su única esperanza. Tanto el texto como las ilustraciones estremecen por lo emocionantes.

‘Corre, corre, Mary, corre’. N.M. Bodecker y Erik Blegvad. Editorial Lumen.

El invierno en el campo es muy arduo y hay que prepararse a conciencia para poder disfrutar de esta estación sin pasar penurias. En las semanas previas a las primeras nieves, hay que realizar una serie de tareas muy duras; y sobre todo son duras si Mary tiene que hacerlas todas ella sola y que se ve agobiada por un marido que no da palo al agua y que le marca un ritmo agotador. Afortunadamente, Mary va a saber ponerle en su sitio… Corre, corre, Mary, corre es un libro muy divertido por sus ilustraciones, su narración y su inesperado final. En todas sus ilustraciones vemos una crítica hacia todos aquellos hombres comodones y egoístas que se disponen a vivir la vida sin dar ni golpe.

Portada de Hilda y el perro negro.

‘Hilda y el perro negro’. Luke Pearson. Barbara Fiore Editora.

El mundo de Hilda es un lugar emocionante y espectacular. Repleto de peligros, visualmente fascinante, alegre y con un cierto aire a Miyazaki. Los libros de Hilda van a emocionar a los niños. Una historia presentada en formato cómic lleno de color y magia. En esta nueva aventura, Hilda conoce a los nisses: un travieso pero carismático grupo de inadaptados que viven en un mundo al margen -aunque, en cierto modo, dentro- del nuestro, un mundo en el que las leyes de la física no pintan demasiado. Mientras tanto, un oscuro espectro se cierne sobre las calles de Trolberg… Hilda es, además, de los pocos cómic protagonizados por chicas, donde la preponderancia masculina resulta aplastante.

Un momento de ‘La esperanza es una niña que vende fruta’

‘La esperanza es una niña que vende fruta’. Amrita Das. Libros del Zorro Rojo.

El libro de Amrita Das nos permite acercarnos a la mujer desde cualquier óptica. Su texto abraza al lector desde la calidez de su escritura y lo envuelve en una historia que pareciera ser susurrada al oído. La sencillez de su narración va acompañada de unas elegantes ilustraciones que nos llevan de viaje a la India, para preguntarnos sobre nuestra propia realidad. Una dulce voz nos toma de la mano y nos realiza un recorrido por el papel y la situación de la mujer a través de preguntas que trascienden las fronteras. Pero La esperanza es una niña que vende fruta pretende ir más allá. Lejos de miradas compasivas, busca transformar una situación de vulnerabilidad en una reflexión sobre la fortaleza y la necesidad de sacarle el máximo partido a la vida. Las ilustraciones están llenas de metáforas y detalles que niñas y niños no pasarán por alto.

Doña Eremita sobre ruedas

‘Doña Eremita sobre ruedas’ y ‘Doña Eremita reina de la carreter’. Quentin Blake. Ediciones Ékare.

¡Doña Eremita es tremenda! Vive la vida según le viene en gana, y resuelve sus problemas con ingeniosos recursos. Doña Eremita es vitalista, despreocupada y libre de los prejuicios que los demás puedan tener de ella sobre su forma de vivir. Le gusta la aventura y con su fiel perro Mambrú se hará un hueco en una pandilla de moteros. O irá por la vida montada en una bicicleta que incorporará todas aquellas comodidades que necesite para realizar un agradable paseíto. Eremita es un ejemplo para todos, un personaje creado por uno de los autores e ilustradores de libros infantiles más reconocidos del mundo entero, Quentin Blake, que ha recibido numerosos premios, entre ellos el prestigioso Hans Christian Andersen, la Medalla Kate Greenaway y el Premio Bologna Ragazzi.

Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa.

‘¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa?’. Raquel Díaz Reguera. Thule Ediciones.

A Carlota le aburre profundamente ser una princesa rosa. Tener una armario con cientos de vestidos rosas no le hace feliz. No es feliz porque no le dejan vestir de rojo, o de verde, o de violeta… No le hace feliz para nada la idea de tener que besar sapos para averiguar si son príncipes azules. Ella no quiere que nadie la rescate…, quiere salir al mundo a vivir aventuras. Y removerá y revolucionará todo su reino de fantasía para conseguir sus objetivos; viajar, jugar, correr o brincar. Será tan testaruda que lo conseguirá.

‘Salvaje’. Emily Hughes. Libros del Zorro Rojo.

La protagonista de esta historia también es audaz, valiente e increíblemente libre. Hasta que un día entran en escena otros animales muy parecidos a ella y todo empieza a cambiar. Este álbum va a asombrar a todas y todos, con sus ilustraciones exuberantes y expresivas que os van a hacer reflexionar sobre lo disparatada que es nuestra forma de vida. Salvaje es el brillante debut de la autora hawaina Emily Hughes. Gracias a su frescura y a su desparpajo, nos muestra la historia de una niña que vive feliz en la naturaleza, donde los osos le han enseñado a comer, los pájaros a hablar y los zorros a jugar.

Sobre el autor

Javier Pizarro

Maestro de Educación Infantil, desde hace más de 15 años en la escuela pública. Acompaño a los niños/as así como a sus familias en el proceso de aprender. Apasionado por la literatura infantil y juvenil, que vista desde un punto desde la aproximación adulta, resulta llena de ironía, sentido común y nos ayuda a reflexionar sobre la educación, la vida y nuestras fantasías.

Decía José Saramago en su cuento para niños La flor más grande del mundo:
“¿Y si las historias para niños fueran
de lectura obligatoria para los adultos?
¿Seríamos realmente capaces de aprender
lo que, desde hace tanto tiempo, venimos enseñando?”

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