Libros para esos superhéroes que todos llevamos dentro
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En circunstancias extraordinarias brillan los héroes. No hace falta ser Hércules ni Aquiles ni llevar capa para alcanzar su estatura. Y cuando se superan todos los límites, los dioses se vuelven demasiado lejanos. Entonces es el momento de los superhéroes. Zeus, Neptuno y Saturno parecen hormigas frente a estos leones con capa de la mitología moderna. Superhéroes para supertiempos. ¿O para superhumanos? Superamos las expectativas de nuestros ancestros. El prefijo “super” nos acompaña desde las gestas de los patricios romanos. En la modernidad hemos creado las superestructuras. No se bastan por sí mismas, no son nada sin infraestructuras. Para ser “super” hay que mirarse las inferioridades. Algo similar ocurre con la superproducción, concepto familiar aún cuando está mermado.
La industria cinematográfica revive gracias a los superhéroes. Sin embargo, para el artista Gilles Barbier el superhéroe está agotado. Mientras, como ya se señalara aquí mismo en El Asombrario, la contrapartida aparece de la mano de Frederika, la Superabuela, y personas normales que los encarnan para socorrer a sus conciudadanos munidos de entusiasmo y elevados valores
El filósofo alemán Nietszche fue el primero en mostrarnos al superhombre. Ponía el dedo en la llaga. Nos enseñó que por más que el cristianismo o el socialismo defendieran la igualdad, la realidad mostraba que seguimos creyendo en superdotados, superhombres, superintendentes y supranacionales. El superhombre que muestra Nietzche carece de compasión, le sobran crueldad y fuerza, prefiere la acción, cree en la necesidad de competir, la confrontación, el combate y la guerra como últimas expresiones. La meritrocacia hace el resto y justifica la superdemocratización. Para la cultura del superhombre los débiles simplemente encuentran su destino. Los superhéroes son los encargados de ayudarlos en momentos de apuros. ¿Pero viven fuera de nosotros? Veamos que nos cuentan algunos títulos que hemos rescatado.
Quien pretenda entenderlos puede recurrir a Los Superhéroes y la filosofía publicado en BlackieBooks. Tom y Matt Morris han coordinado las colaboraciones de profesores de universidades americanas y creadores del mundo de cómic para pasar a cada uno de estos superhombres por el tamiz de los filósofos de occidente. Los superhéroes son el espejo de nuestra sociedad. En ellos podemos contemplar nuestras creencias desde la definición de la humanidad hasta los perfiles del bien y del mal. Entre luces y sombras, destellos y momentos estelares podemos observar nuestra capacidad para elegir a cada paso que damos, podemos vislumbrar una idea de destino que nos enfrenta a conceptos cotidianos de justicia y violencia por igual. Quien haya disfrutado de Matrix por todo lo que deja entrever de la historia filosófica occidental, sin lugar a dudas disfrutará como un “superenano” de este libro.
La escritora Paula Lapido indaga sobre las super e infra debilidades de los superhéroes en Teoría de todo, publicado por Tropo Editores. La autora es física y pretende plantear una teoría que nos explicaría a humanos, héroes y superhéroes. Son una serie de relatos de escritura pulcra, de estilo irregular a la vez que sumamente interesante. Se suceden un superhéroe en plena crisis después de que su eterna novia lo deje cansada de esperar, un hombre lobo de vocación cinematográfica y una diosa celta adorada, entre otros. Aquí se muestra al superhéroe que se debe a su destino. Y a él se enfrenta. No es tan fácil salvar a la humanidad y mucho menos salvarse a uno mismo. Pero aún así la heroicidad es una llama que no se apaga y brilla en los reveses de la vida. Lapido dibuja el perfil de héroes que somos todos y les confiere una gran humanidad a través de matices, virtudes y defectos que nos devuelven nuestra imagen. “Superimposible” no enamorarse.
Deborah Eisenberg también nos propone relatos en El ocaso de los superhéroes de la editorial Leqtor. La imagen de la portada, como pocas veces sucede, nos cuenta mucho sobre el contenido del libro. Son seis cuentos y otros tantos viajes narrativos desde la perspectiva clásica hasta la búsqueda intensa. La autora domina el género y juega estilísticamente con maestría. La historia familiar, las vidas cruzadas, los descubrimientos de los lectores antes de los personajes, los pretextos del olvido, el humor pícaro, el preciosismo y la mirada poética son algunos de los elementos que nos encontraremos entre las líneas dibujadas por Eisenberg. “Superdelicioso”.
Más relatos. Carme Tierz escribe El libro de los milagros, siete cuentos irreverentes, y lo ilustra Elisa Gómez Sobelman, Jekyll & Jill son los encargados de su edición. El volumen nos propone una visión burlesca de los santos y los dogmas supersantificados. Lázaro, Bernadette de Lourdes, Teresa de Ávila, San Isidro Labrador, el “Sacamantecas” de los mismo campos de Ávila en persona y Superman son algunos de los superhéroes que se dejan entrever en estas páginas. La mística y el surrealismo se dan la mano al punto de unir las maldiciones de las momias a actos de fe ciega. Para amantes del humor negro, la sonrisa es la superheroína, sin lugar a dudas, de cada una de las páginas de este libro, el primero de esta escritora novel de experiencia demostrada. “Supermordaz”.
Una vez más nos debatimos frente al destino y en ello radica la apuesta de Anthony McCarten en Muerte de un superhéroe, publicado por Suma de Letras. Es la historia de un adolescente afectado por la leucemia. Para lectores que gusten de un estilo donde se fusionan la novela, el cómic y el guión cinematográfico. Todos los temas adolescentes están presentes. Lo más interesante es la invitación del autor para que observemos el gusto de nuestra sociedad por las “supersoluciones” y cómo la vida se debate a otros ritmos.Una historia muy entretenida, íntima y divertida. Hay una versión cinematográfica del libro. La película se incluye en la programación oficial del Festival de cine independiente de Tribeca creado por Robert de Niro. A continuación el trailer, que si bien solo está en inglés, permite entrever la trama. “Supertierno”.
En la editorial Marea encontramos Biografía de un superhéroe del músico revelación en la red Zambayonny. La historia es sumamente original en todos los sentidos y especialmente desde su estilo. Es necesario olvidarse de la narración lineal para disfrutar de la novela. La historia es la de un hombre común que aún no es consciente de sus poderes hasta la noche en que el amor de su vida se casa con otro hombre. Conoce a un exalcohólico uruguayo que vive en Gran Bretaña y que ha perdido sus poderes. Unidos luchan contra a extraterrestres, narcotraficantes, jinetes, fantasmas, hombres mono, hombres rata, marineros japoneses y hasta una comunidad de vecinos encolerizados. Y esto aún no es nada. Un libro para quedarse atónitos y “supersorprendidos”.
Después de las últimas dos sugerencias es inevitable no citar el primer libro de Ray Loriga, Héroes. Inicialmente publicado por Plaza y Janés en 1993, fue reeditado en 2008 bajo el sello Punto de lectura. El autor toma un adolescente y abraza su historia de forma aparentemente caótica para conducirnos hacia un viaje entre relatos cortos como mojones de un territorio onírico de la mano de David Bowie, Mick Jagger y Bob Dylan. “Lo que sé: no siempre soy lo que quiero. De ahí la importancia del disfraz. El disfraz es la verdadera intención. La verdadera voluntad. El disfraz obliga.” Este adolescente también se encierra en su mundo y literalmente, cansado de una realidad que no siente, se adentra en un espacio ficticio que no quiere abandonar. El estilo escapa de lo lineal para invitarnos a los sueños. “Superadolescente”.
Cambiamos completamente de estilo y temática para llegar a Todos mis amigos son superhéroes de Andrew Kaufman publicado por Emecé. En Toronto hay 249 superhéroes. Ninguno de ellos lleva un traje especial ni tiene una identidad secreta. Pero todos se unen en un objetivo único: ayudar a Tom en el amor. Tom estaba a punto de casarse con la Perfeccionista cuando ella conoció al Hipnotizador que le susurró al oído “No sé porque quieres a Tom”. Entonces Tom se volvió invisible y ella ya no lo vio. Menos mal que en Toronto hay 249 superhéroes, si así no fuera el amor dejaría de existir y luchar por él sería algo totalmente imposible. La historia es una fábula mágica, urbana y moderna que se lee de una sentada. “Superlindo”.
Guillermo del Toro identifica el valor del superhéroe en nuestra sociedad: “… la necesidad de crear ficción en un mundo que progresivamente se olvida del aspecto espiritual, que no cree en la magia ni en las cosas abstractas y sólo en lo material y en lo inmediato. Este es un período política y humanamente muy desconcertante, en el que se ha producido un serio retroceso en la línea ética de la humanidad como especie y se requiere un replanteamiento de la existencia en términos heroicos”. Vivimos de ideas y ficciones, son los “supernutrientes” del espíritu.
Feliz lectura, hazañas de diarias heroicidades y “supersueños”.
Comentarios
Por José Vázquez, el 30 marzo 2013
La realidad es más fantástica que las propias creaciones literarias: en realidad en el planeta, ni la Superabuela Federika ni los trasnochados Superhéroes y su filosofía nos salvarán de la ruina programada por los «DominadoresdeMercados».
En nuestra desgracia estamos necesitados de humanos normales, que nos salven de los «Super Idiotas» que nos dirigen. Estos, apoyados sin pudor por los Mercados, Mercaderes y otros Entes….,se sienten muy seguros en la distribución de sus maldades.
Ignoran que más pronto que tarde, rendirán cuentas ante el ciudadano normal, harto de sus insensateces.
Y, colorín colorado…, aunque en el paisaje operacional, más bien se vislumbran tonos rojos que colorados.
Por Sardiflor, el 30 marzo 2013
Hola, Jose,
como bien señalas, la realidad siempre supera a la ficción. Mi postura es bien diferente y la comparto contigo con la misma honestidad con que señalas la tuya. En la cultura occidental hace tiempo que se cree en el superhombre, superhéroe, supersuper superetc
No creo que hace falta que nos salven. No somos solamente personajes inválidos o bien grandes de gestas inigualables. Somos todo eso. Ahora es cuando se está demostrando de manera muy, muy, palpable qué sociedad hemos creado consciente e inconscientemente entre todos y qué sociedad podemos crear, en el alcance de neusras posibilidades e imposibilidades. Todos tenemos parte de responsabilidad en diferentes medidas. Encontrar esa parte que nos corresponde y transformarla es la gran tarea porque entre muchos podemos sumar mejores factores que de forma individual. Ahora es cuando cada sector se pone las pilas de verdad y crea alternativas al mundo que está demostrado que no nos sirve.
un abrazo cálido,
Sardi 🙂