Lisístrata: «No me volverás a tocar»
«La puerta del dormitorio se cerraba siempre tras su regreso, incluso aquellas noches en los que el instinto perseguía la reconciliación«. Una nueva entrega, la numero 8, de nuestra serie de ‘Relatos de Agosto’ en torno al cuerpo femenino.
Por IVÁN SEVILLANO BUENO
No me volverás a tocar, le dijo ofendida, y cerró la puerta del dormitorio. Él se hizo el indiferente, y regresó a su deambular nocturno y a la libertad de las tabernas. ¿Con qué derecho pretendía ella una renuncia así? ¿Por qué claudicar ante la veleidad femenina? Se prometió ser firme en su decisión y no dejarse avasallar. Fue reforzado por los amigos, que también juraron fidelidad a sus costumbres. La amistad es más libre que el amor, gritaron dándose golpes en el pecho.
La puerta del dormitorio se cerraba siempre tras su regreso, incluso aquellas noches en los que el instinto perseguía la reconciliación.
Luego llegaron las provocaciones, la ropa interior por el suelo, los paseos desnuda y los baños de madrugada.
Lo intentó con el desprecio y el insulto, pero nada cambió. Las incomodidades del sofá las soportaba gracias a la ginebra, esperando que el tiempo solucionara aquella extravagancia. Surgió en sueños la voluptuosidad del cuerpo que se le negaba, los senos que se volvían piedra, y los jadeos convertidos en lava.
Las escapadas al anochecer, cada vez más esporádicas, terminaban en la tortura del salón, y hasta los amigos terminaron por compadecerle.
Ahora, abstemio, es un ser que no abandona la penumbra del pasillo, que suplica tras la puerta, y solloza pidiendo perdón.
ENTREGAS ANTERIORES
‘Relatos de Agosto’ en torno al cuerpo femenino. ‘La Piñata Niña’
Mamá, soy yo, he llegado, despierta
Comentarios
Por Aria, el 14 agosto 2017
Precioso cuento que me obliga a pensar en cuándo llega la correspondiente violación (o la paliza).
Adelante con la línea feminista en este medio. Y gracias.
Por Daniel, el 15 agosto 2017
¿Pero es feminista la mujer que se intuye en el relato, que permanece en una relación en la que ni siquiera quiere tener sexo? ¿Es feminista que la mujer «castigue» al hombre sin sexo, insinuando que el sexo es un premio para él, y no para ella?
¿No sería más feminista que ella abandonase la relación, y que no buscara a ningún hombre como sustituto, sino que buscara estar cerca de sus amigas, disfrutar de la vida, y quizás emprender algún proyecto personal?
Por Daniel, el 15 agosto 2017
¿Pero es feminista la mujer que se intuye en el relato, que permanece en una relación en la que ni siquiera quiere tener sexo? ¿Es feminista que la mujer “castigue” al hombre sin sexo, insinuando que el sexo es un premio para él, y no para ella?
¿No sería más feminista que ella abandonase la relación, y que no buscara a ningún hombre como sustituto, sino que buscara estar cerca de sus amigas, disfrutar de la vida, y quizás emprender algún proyecto personal?
Por El Asombrario & Co., el 15 agosto 2017
Recordamos a nuestras lectoras y lectores que esta serie de relatos de agosto no tiene la voluntad de ser una serie de relatos feministas, simplemente le pedimos a los alumnos del último curso del taller de escritura de Clara Obligado que tomaran como punto de partida o referencia el cuerpo femenino, puesto que el verano pasado la serie versó sobre el cuerpo masculino. De ahí nacen personajes y ficciones de todo tipo y condición.
Gracias.