Madrid: mundo Pixar

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Una mujer observa al ratoncito protagonista de la película ‘Ratatouille’ en el CaixaForum de Madrid.

CaixaForum Madrid inaugura una exposición en la que resalta los valores artísticos en las producciones de Pixar, el imperio animado que cumple 25 años. Más de 400 piezas entre esculturas, bocetos, dibujos, acuarelas, colorscripts, maquetas y fotografías. Todo un delirio creativo, un viaje a las entrañas de 12 películas, desde la trilogía de ‘Toy Story’ a ‘Monstruos S.A.’ y ‘Ratatouille’.

El arte puede ser divertido. En 2009, Up, deslumbrante filme animado de los estudios Pixar, fue seleccionado para abrir el Festival de Cannes. Más allá del privilegio para el estudio norteamericano que dirige esa especie de niño redondo y adulto que es John Lasseter, este hecho suponía una legitimación importante, era el reconocimiento de los valores de una película animada para niños con carácter comercial en el entorno de un festival de altos vuelos artísticos. Aunque son unos empedernidos coleccionistas de óscars (atesoran 30 estatuillas hasta el momento), conquistar Cannes era equivalente a la aceptación dentro de un club más sofisticado al que solamente acceden autores. Para entonces, ya había ocurrido, en 2005, otro hito importante en este sentido: el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa) había organizado en sus espacios la exposición Pixar. 20 años de animación, colocando dibujos, bocetos y creaciones de sus producciones en las mismas salas donde de exhibe la obra de los artistas más geniales de la modernidad. El éxito de la muestra la empujó a girar por el mundo y ahora, alargada a 25 años de creación, llega a CaixaForum Madrid, donde permanecerá hasta el 22 de junio, fecha en que viajará a las sedes de la misma institución en Zaragoza y Barcelona.

“Nuestras películas son hechas por artistas, no por ordenadores”, repite insistentemente la comisaria de la exhibición Elyse Klaidman, directora de Pixar University, el centro de entrenamiento de la compañía, y también del Archivo de Pixar Animation Studios. “John Lasseter soñaba con montar una exposición en la que se resaltaran los aspectos artísticos de Pixar y consiguió consolidar el proyecto gracias al interés del MoMa. La gente, en general, piensa en la tecnología de nuestras películas, pero lo que no sabe es que, en el fondo, en el inicio de cada proyecto, se siguen las prácticas tradicionales de la animación basadas en dibujos, acuarelas y esculturas. En la construcción del universo de cada película el ordenador es un medio más, una herramienta con el mismo valor que un lápiz o un pincel”, asegura convencida, insinuando que los valores de Pixar van más allá del salto que dieron al pasar la animación del analógico al digital.

La muestra, todo un delirio creativo, desvela un paseo por las entrañas de 12 de las películas del estudio: la trilogía de Toy Story, con gran protagonismo (en tanto que la primera fue, en 1995, el título estrella del lanzamiento del estudio, ahora perteneciente a la casa Disney), y prosigue con Bichos, Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los increíbles, las dos de Cars, Ratatouille, Wall-e y Up. Cada filme es abordado desde los tres ejes fundamentales que mueven cada una de sus producciones: los personajes, en los que vemos la evolución de entrañables criaturas, destacando el primer y simple boceto, apenas un trazo, de Sullivan y Wazowsky, los colegas de Monsters; las historias, aproximándose por ejemplo a la evolución del relato de súper-héroes de Los increíbles y, finalmente, al entorno, destacando, por citar, cómo se levantó la selva de Up desde el paisaje amazónico de Venezuela, que casualmente es mostrado desde su imponente realidad por el fotógrafo Sebastiao Salgado, en la exposición Génesis, que se puede ver un piso más abajo en la misma CaixaForum.

Más de 400 piezas entre esculturas, bocetos, dibujos, acuarelas, colorscripts, maquetas y fotografías abarcan el espacio expositivo de Pixar, en el que resaltan dos atracciones deslumbrantes: Artscape, una experiencia visual desplegada en una pantalla rectangular gigante, que permite apreciar cómo nace y se desarrolla cada proyecto desde un tablón que coge vida propia, y el Zootropo de Toy Story, la obra estrella de la exhibición, una versión actualizada, altamente sofisticada y especialmente divertida y sorprendente del famoso aparato inventado y patentado en Estados Unidos a finales del siglo XIX, que sigue siendo el principio básico de la animación. Además, una sala proyecta constantemente varios cortos de la casa y se han organizado numerosas actividades, que van desde la proyección de películas hasta un ciclo de conferencias.

“Tenemos la ventaja de que todo es posible», concluye Klaidman. «Podemos inventar universos, hacer cualquier cosa que se nos ocurra. Nunca representamos el mundo en que vivimos, pero todo en ese universo resulta creíble, verosímil. Para cada producción se parte de cero y hay que diseñarlo todo: desde un monstruo hasta ese lápiz que se ve en el fondo de una escena, que ha sido pensado y diseñado, se le ha seleccionado el color, el tamaño o la forma… y así con cada detalle”.

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Comentarios

  • Andy

    Por Andy, el 22 marzo 2014

    El Caixaforum de Madrid no estaba cerrado?

    • El Asombrario & Co.

      Por El Asombrario & Co., el 22 marzo 2014

      No. Andy. Lo que cerró fue CosmoCaixa Madrid, el museo de la ciencia, pero el CaixaForum en el Paseo del Prado está abierto.

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