‘Mariana’: la bandera de ‘Ley, Libertad, Igualdad’ llega al teatro
El Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa (Madrid) acoge el estreno de ‘Mariana’, una obra que da voz a una mujer que ocupa un lugar en la historia de nuestro país. Que dio su vida por la libertad. Y que es símbolo del empoderamiento femenino. Hasta este domingo, 12 de diciembre.
En la penumbra de su celda, con la Luna como único testigo y a escasas horas de ser ejecutada, Mariana Pineda (Granada, 1804-1831) alzó su voz para pronunciar las siguientes palabras: “Estoy sola y soy la misma libertad”. Palabras que, según la leyenda, fueron escuchadas desde la lejanía. Mariana iba a morir por defender su libertad. Su lucha la convertiría en mártir. Su delito: bordar una bandera que decía “Ley, Libertad, Igualdad”.
Recogiendo el espíritu del personaje histórico, la actriz Lucía Álvarez representa sobre las tablas del Teatro Fernán Gómez a esa mujer que rompió con los sesgos de género de la sociedad de su época, hasta llegar a dar su vida por ello. “Mariana habla sin pausa, haciendo de su voz su justicia, y de su búsqueda de verdad, su necesidad y razón de existir”, explica José Ramón Fernández, director de Mariana.
“A las mujeres, el silencio nos ha acompañado por mucho que gritásemos”
El montaje hace justicia a la ignorada figura de Mariana Pineda y parte de la necesidad de seguir escuchando su voz silenciada, como la de tantas otras mujeres a lo largo de la historia. “El arte tiene que utilizarse como elemento transformador. No sólo contamos la historia de Mariana sino la de todas esas mujeres que habitan en ella. A las mujeres, el silencio nos ha acompañado por mucho que gritásemos”, expresa Lucía Álvarez.
En el grito desgarrador de la actriz se llega a escuchar a la Mariana original, o al menos a la que Lorca devolvió a la vida con su obra teatral estrenada en 1927 –con Margarita Xirgu en el papel de la protagonista–. De dicha obra nace esta versión que hoy vuelve a acercarnos, con el fin de evitar que caiga en el olvido, a ese símbolo de libertad, de mujer empoderada, de lucha, de clase obrera y de feminismo, adjetivos que a día de hoy aún siguen guardando todo su significado.
Por todo ello, esta obra nace del compromiso del sector cultural de impulsar la creación artística feminista para construir vidas libres de violencia machista. Lo que permite que muchas mujeres víctimas reformulen sus realidades y se les devuelva esa voz que, como la de Mariana, tantas veces ha sido callada. De esta forma, “la cultura con enfoque feminista rompe con la hegemonía cultural patriarcal y los papeles de madre, esposa, amante…”, dice Fernández.
Desde sus inicios, Palmyra Teatro, la compañía encargada de llevarla a escena, viene realizando montajes adaptados a la inclusión artística de personas con capacidades diversas. En esta función, todos los pases son accesibles para personas con discapacidad intelectual y sensorial. Una iniciativa que cobra más relevancia si cabe al descubrir que un 40% de mujeres con discapacidad han sufrido violencia machista por parte de sus parejas, según datos de CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad).
Hoy, esa bandera que porta Mariana, y por la cual fue condenada al garrote vil, es símbolo del empoderamiento femenino y de una lucha por la igualdad que, dos siglos después, deja batallas por librar.
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