MC Yallah, la rapera que empodera a las mujeres en África
MC Yallah no esperaba que la música se iba a convertir en el eje de su vida y que los mensajes de sus canciones llegarían más allá de las fronteras de su país y su continente. Oriunda de Uganda, si bien sus raíces familiares están en Kenia, desde los 15 años tuvo claro que aquellas músicas urbanas, entre la electrónica y el hip hop, que escuchaba en las calles de Kampala eran un imán al que no podía resistirse. Fuerza imparable en el escenario, como pudimos comprobar en Madrid recientemente (en La Casa Encendida), la artista golpea sus líricas en varios idiomas (kiswahili, luganda, inglés y luo), creando un registro único e incomparable dentro de la escena actual.
MC Yallah ha crecido en un país que desde hace décadas está en manos de un dictador, el ex guerrillero Yoweri Museveni, que se mantiene en el poder con elecciones denunciadas como fraudulentas por la comunidad internacional y que, si bien ha logrado éxitos económicos, no han sacado de la pobreza a gran parte de la población. Desde niña, MC Yallah escuchó en casa y en las calles de la capital a los míticos del hip hop anglosajón y se quedó enganchada a esos ritmos urbanos llegados del otro lado del océano. “Como en mi país no había estudios, rapeabamos sobre las pistas de hip-hop que nos llegaban de artistas americanos. Cuando empecé a tener claro que quería dedicarme a esto, y comencé a ir a cantar a salas los fines de semana con unas amigas, tuve muchos problemas con mi familia, que no querían que me dedicara a esto que había escuchado siempre, porque era la música que tenían mis hermanos mayores. Ahora están encantados”.
En Madrid, dentro del Festival de Música Electrónica organizado por La Casa Encendida, su reciente concierto fue una explosión de energía y nuevos sonidos que recordaban muy poco a la cultura africana más ancestral, pero que son un reflejo de lo que se está moviendo entre la África más joven.
Después del lanzamiento de su primer álbum, Kubali, a finales de 2019, que fue nombrado como uno de los mejores 50 álbumes por The Wire, la cantante no ha dejado de colaborar y compartir música. En 2020 publicó un EP con el productor Eomac en Phantom Limb y también ha colaborado con varios artistas del sello hermano de Nyege Nyege, Hakuna Kulala, como DJ Die Soon o Scotch Rolex en algunos de sus temas.
A su magnetismo, su carisma y su ferocidad cuando entra en acción, que son hipnotizantes, MC Yallah añade los mensajes de sus canciones. “Hablo del empoderamiento de las mujeres en todas las áreas de su actividad, quiero animarlas a que trabajen y sean más independientes, pero también sobre la vida de los muchos niños huérfanos que viven en la calle, que no tienen casa y que acaban robando por las calles”, nos cuenta. “Intento animarles para que dejen la calle y esa vida, porque he visto que a veces la prefieren y al final eso les lleva a la cárcel. Intento ser una rapera concienciada a través de mi música”.
Más difícil lo tiene para lanzar mensajes políticos en el contexto actual ugandés. “Es peligroso tocar estos temas, porque te pueden llevar a la cárcel. En mi próximo disco sí sacaré una canción sobre el tema A nadie le importa, que habla de que la gente no se apoya entre sí, que va a lo suyo y no le importan los demás, y en realidad es lo mismo que pasa con los políticos, que consiguen los votos de la gente y, una vez que los tienen, van a lo suyo. No creo que vaya a tener problemas, porque me centro más en temas sociales”.
Esta realidad que nos retrata MC Yallah es hoy el contrapunto a la tradicional solidaridad comunitaria y la hospitalidad características de ese continente, con la que convive. “África ama a la gente y le da la bienvenida; esto es así, pero, por otro lado, no todo el mundo se comporta del mismo modo y también hay quien no quiere trabajar, pero es algo que ocurre en todo el mundo”, asegura.
De la parte musical, en la que el continente está liderando la búsqueda de nuevos sonidos de vanguardia, destaca la existencia de proyectos como el del sello Nyege Nyege con el que trabaja, que comenzó siendo un festival de descubrimiento de nuevos talentos. Hoy es un colectivo innovador del que ella forma parte desde hace 20 años, cuando comenzó su carrera. Reconoce, no obstante, que estas nuevas músicas aún son minoritarias en Uganda, donde predomina la música más comercial, la música amapiano, que llega por influencia de Sudáfrica. “Ahora mismo, creo que en Europa son más abiertos a todo lo nuevo, a este tipo de hip hop y música electrónica; de momento, Nyege Nyege somos de los más innovadores del panorama ugandés, porque no queremos seguir la corriente, sino aportar innovación, y estoy segura de que muy pronto se escuchará mucho más esta música electrónica, como la que nosotros hacemos, que comenzarán a entenderla”.
De momento, gracias al productor alemán Debmaster, ha logrado hacer ya varias giras por Europa, la primera en 2019, justo antes de la pandemia; la segunda, en noviembre de 2021, y ahora ésta ha sido la tercera, justo a las puertas de sacar un segundo disco largo que nos anuncia. “Debo reconocer que no fue difícil grabar como profesional el primero gracias al estudio del colectivo Nyege Nyege; en el caso de Debmaster, lo que hacemos es que ellos graban en Europa la música de fondo y la mandan a Kampala, donde en estudio grabamos encima”, señala. Todo un viaje creativo de ida y vuelta que da idea de las dificultades de ser artista en uno de los países más pobres del planeta.
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