Morgan evoluciona su rock clásico con ‘The River and The Stone’

De izquierda a derecha, David Schulthess, Carolina (Nina) de Juan, Ekain Elorza y Paco López, integrantes de la banda Morgan.

El pasado día 13 Morgan presentó en directo en la Sala Sol de Madrid The River and The Stone en el que fue uno de los primeros conciertos de rock en sala cerrada en los que al público se le permitió estar de pie. Los esperanzadores datos de incidencia de la covid19 en España lo permitieron. Tras la tormenta, el grupo madrileño regresa con un nuevo trabajo en el que dan un paso más allá de su sonido de rock clásico.

Cuando todo cambió, iban disparados como un tren de mercancías. Justo dos años antes, en marzo de 2018, habían lanzado su segundo trabajo de estudio, Air, que tras la sorpresa de su estreno, North, los consagraba como una de las bandas más interesantes del rock español en el último lustro. Tanto que lograron cinco galardones en los Premios de la Música Independiente de 2019, entre ellos los de mejor álbum de rock y mejor directo. Morgan, una propuesta musical de altísima calidad arropada por una honestidad envidiable, cuenta además con una de las mejores vocalistas de España: Carolina de Juan.

La gira de Air terminó, tras más de 200 conciertos por todo el país, en la sala Apolo en febrero de 2020. Luego llegó el encierro y el silencio. El parón obligatorio y la imposibilidad de tocar en directo. Todo fue añorar lo de antes. Han sido casi dos años de echar mucho de menos. Tras la batalla, Morgan ha vuelto a la carga con un nuevo trabajo titulado The River and The Stone. En el camino se han dejado a su bajista, Paco Ovejero, que abandonó el grupo en febrero de este año, pero también han lanzado su primer trabajo en directo grabado durante los dos multitudinarios conciertos que ofrecieron en enero de 2020 en el Teatro Circo Price de Madrid.

Carolina (Nina) de Juan (piano y voz), Paco López (guitarra y voz), Ekain Elorza (batería) y David Schulthess (teclados), los cuatro integrantes de Morgan, reciben a El Asombrario para hablar de este nuevo trabajo que definen como un viaje y en el que cambian a José Nortes por Campi Campón en la producción. Un disco sorprendente y personal de rock evolucionado sin concesiones a los sonidos de moda ni a la filosofía del usar y tirar que arrasa en YouTube y plataformas digitales de distribución.

¿Qué hay de nuevo en este disco; en qué sentido es un salto cualitativo respecto a Air?

Nina: Nuestra intención era seguir evolucionando. Que cada uno, tanto de manera individual como dentro de la banda llegásemos a otros sitios en los que no habíamos estado. Queríamos probar otros sonidos, otros colores, otras escenas en las canciones. Creo que estamos satisfechos, porque en muchos sentidos lo hemos conseguido. Ha sido un trabajo que hemos podido hacer a pesar de las circunstancias.

Ekain: Air era casi como la continuación de North. Desde un principio teníamos la intención de parar un año, meternos al local y ver qué surgía dándole tiempo a las ideas que teníamos. Íbamos con el espíritu de no tener miedo para probar nuevas ideas y, sobre todo, con el tiempo necesario para poder hacerlo con calidad.

¿Hay una nueva forma de trabajar entonces en este disco?

Paco: Sí. Justo después del confinamiento nos juntamos y nos fuimos a vivir a una casa en la Sierra de Madrid donde trabajamos todas las canciones y las ideas durante seis meses. Fue una especie de burbuja, un laboratorio en el que estuvimos metidos. Air se compuso casi al completo durante la gira de North, así que quisimos tener mucho tiempo para hacer este nuevo disco.

Schulthess: Air, el anterior disco, surgió básicamente entre dos etapas de la misma gira. Así que fue un disco que se fraguó casi en el estudio. Fue mucho más rápido todo. Ahora hemos trabajado durante 6 meses. No solo en estos 10 temas del disco, probablemente hayan sido 25 o 30 buscando una coherencia como disco.

¿Eso ha tenido algo que ver en que hayáis elegido el estudio Le manoir de Léon en Francia?

Nina: Cuando llegó el momento de elegir estudio, Campi (productor del disco) nos dio algunas opciones y quisimos que fuera un lugar en el que pudiéramos vivir también. Que fuera residencia para tener esa sensación de continuidad. Estábamos muy concentrados y enfocados en esa forma de trabajar.

Es cierto que en ‘The River and The Stone’ hay algunas sorpresas y novedades, pero en general no es un salto mortal, no se aleja demasiado del concepto de rock clásico que domináis tan bien como banda.

Ekain: Tal vez lo que hayamos dado son nuevos pasos hacia esas nuevas intenciones. The River and The Stone es el resultado de un trabajo interior de banda y a la vez el concepto de cómo afrontar el futuro. De cómo avanzar en nuestro sonido y nuestras canciones. Es tal vez el principio de algo. Hay muchas canciones que se han quedado fuera del disco. Pero hemos trabajado sin miedo a la experimentación y con muchas ideas.

¿En la elección final de los temas ha habido mucha autocensura?

Ekain: Para nada. La actitud con la que hemos afrontado este disco ha sido clave pensando en el futuro.

En el resultado final, como oyente, tengo la impresión de que cada uno de vosotros encuentra un hueco casi en cada canción para decir lo que necesita decir.

(Ríen) Ekain: Es algo que nos pasa desde que empezamos como banda, sobre todo cuando estamos de gira. Siempre surgen en las canciones pequeños huecos en los que nos podemos extender cada uno. Partes que podemos alargar o improvisar y hacer versiones de nuestras propias canciones. Nos apetecía dedicar el tiempo suficiente en el local de ensayo como para que aparecieran esos momentos que suelen surgir cuando llevas meses de gira. Y en esta ocasión queda plasmado.

‘The River and The Stone’ es un disco que se eleva hacia la luz, pero que surge de lugares un poco oscuros. Las letras son un poco duras…

Nina: Siempre me gusta que haya un equilibrio entre la música y la letra. No sé yo si siempre lo habré logrado, pero esa es mi intención. Es cierto que cuando escribo las letras tampoco soy la alegría de la huerta. Por eso me gusta mucho cuando nos juntamos y hacemos las canciones colectivamente. Así es como empieza a formar parte de un conjunto. Me gusta mucho cómo se puede llegar a un punto intermedio entre lo que yo podía haber estado sintiendo cuando comienza una idea, a lo que luego acaba siendo. Me ayuda mucho como persona. Me ayuda comprobar que con mis colegas consigo estar en un sitio mejor del que partía yo sola.

Esa oscuridad de las letras ¿es algo buscado conscientemente?

Nina: Ellos me conocen y saben que no me importa nada decir las cosas que estoy pensando aunque sean oscuras. Es verdad que cuando me pongo a escribir saco lo que normalmente no te digo cuando estoy haciendo una tortilla de patatas… (Risas). En este disco las letras no son tan autobiográficas como en anteriores trabajos. Están construidas más sobre sensaciones generales. Pero no me preocupa mucho que mi búsqueda haya resultado un poco oscura.

Paco: Siempre hay un punto de esperanza en las letras. Para alguien que pueda verse identificado con una letra, es importante saber que no hay una intención de regodearse en el drama. Se trata de llegar a la luz partiendo tal vez desde la oscuridad. Siempre, siempre, hay una luz al final del túnel. En este disco hay cuatro letras mías: Paranoid Fall, Alone, Silence Speak y Late. Así que igual soy yo el que debe ir a terapia… (Ríe).

Lo que sí se nota es que hay una concepción en el grupo de hacer discos como los de antes. Con una coherencia interna y no a golpe de singles como se trabaja ahora.

Nina: Nosotros construimos un conjunto de canciones y queremos contar una historia con todas ellas. Y al final cada una de esas canciones te enseña un lugar hacia el que dirigirte.

Paco. No hay que ser puretas tampoco. Creo que hay que vivir en el año en el que vives, pero también tener memoria y saber quedarte con lo bueno que ha tenido otra forma de entender la música. Es una filosofía y no tenemos por qué perderla.

Nina: Y además, es que disfrutamos haciéndolo así. Partimos de una base de libertad total cuando empezamos a trabajar y este es el sitio al que llegamos.

Schulthess: Hay una palabra que ha salido mucho durante la construcción del álbum y es viaje. Y nos gusta sentir que estamos haciendo un viaje y también que el oyente reciba esa sensación de transportarse a lo largo del tiempo y el espacio. Que no sea el típico disco de me gusta la canción 2, la 5 y la 8…

Ekain. Alone, el primer adelanto del disco, claro que fue una declaración de intenciones. Nosotros estamos aquí por y para la música. Sabemos en la época en que vivimos, cuáles son los contras de sacar un tema como Alone, pero es que nosotros estamos para hacer música.

Nina. Es que no podemos hacerlo de otra manera. Eso es lo que ha pasado con todo. Esta es la mejor manera que hemos encontrado para contarlo y pensamos que es así. Sabemos el tiempo en el que vivimos, pero tampoco vamos a pedir disculpas por tener una forma determinada de comunicarnos musicalmente hablando.

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