Narval, una historia triste de Navidad con final feliz

Mercedes Bouzo, editoria de Narval, en la galería madrileña Mad is Mad. Foto: Manuel Cuéllar.

Mercedes Bouzo, editoria de Narval, en la galería madrileña Mad is Mad. Foto: Manuel Cuéllar.

Mercedes Bouzo, editoria de Narval, en la galería madrileña Mad is Mad. Foto: Manuel Cuéllar.

Mercedes Bouzo, editoria de Narval, en la galería madrileña Mad is Mad. Foto: Manuel Cuéllar.

La historia de Narval es la de un cuento de Navidad… Triste, pero con final feliz. Es básicamente la historia de perseguir los sueños. Nació en 2010 de la mano de Eva Metola Bouzo, que quería editar libros muy cuidados para el público infantil, con autores e ilustradores españoles; apostando por valores nuevos, como Adolfo Serra, hoy un autor consagrado. Pero en 2012 falleció Eva de un tumor cerebral y dejó el proyecto en manos de su madre, Mercedes Bouzo, una mujer luchadora e infatigable de 74 años, que ha decidido que el sueño de su hija se haga realidad. Han cumplido siete años de buenas historias y de imaginación.

La idea inicial era huir de lo políticamente correcto, de los libros feos, queriendo acercar a niñas y niños libros sin moralinas, ni tabúes. Libros que busquen alimentar la imaginación, la inteligencia, la creatividad, que emocionen y que fundamentalmente diviertan. Libros que los adultos también puedan disfrutar y donde verse reflejados. Y al ver su catálogo uno enseguida comprende que detrás de cada edición hay un trabajo de calidad. Los textos están especialmente trabajados, mostrando mucho respeto e inteligencia para que las niñas y los niños los puedan disfrutar, y volver a ellos una y otra vez sin gastarlos. Pero el trabajo no queda solo en un buen texto, el otro 50% lo aportan los ilustradores, a los que se les tiene en alta consideración en esta casa. De hecho, hay textos que se quedan a buen resguardo hasta que aparece el ilustrador adecuado. Algo que ha ocurrido recientemente con La merienda en el parque, de Pablo Albo, un libro que ha tenido que esperar un tiempo hasta que llegó Cecilia Moreno para ilustrarlo. La espera ha merecido la pena; el resultado es un libro con ilustraciones ingeniosas, donde por primera vez aparecen todos los personajes que el autor creó para este libro, unos 600.

El sueño de esta locura fue de Eva Metola Bouzo, que fundó la editorial con estos principios en 2010, tras haber dedicado parte de su labor profesional a trabajar en distintas editoriales y no estar satisfecha del trabajo que se realizaba en ellas. Pero en 2012 falleció y dejó su sueño en manos de su madre, Mercedes Bouzo, una mujer luchadora e infatigable de 74 años, que apoyada y animada por amigos, autores, ilustradores y libreros decidió tirar para adelante con el sueño de su hija siguiendo la idea original. Un reto nada fácil.

En estas navidades, Narval ha sido la editorial invitada de la exposición colectiva Mad, un pequeño gran planeta 4, en la galería madrileña Mad is Mad, exposición que en esta edición cuenta con la presencia de Leire Salaberria, Juan Vidaurre, María Ramos, Cecilia Moreno, Raquel Díaz-Reguera y José Fragoso, estos tres últimos, ilustradores recientes de Narval.

Pero Mercedes no está sola en este cuento de Navidad, la acompañan Irene Amador, editora y responsable de comunicación, una mujer que con su calma, sus sonrisas y su trabajo tranquilo aporta sosiego a la infatigable Mercedes. En Narval también echan una mano Fernando Varela, editor, y su hija Patricia Metola, ilustradora. Hemos charlado con Mercedes para que nos cuente cómo decidió embarcarse en este sueño.

¿Cómo nace la idea de crear una editorial infantil?

El alma de Narval fue, es y seguirá siendo Eva Metola, la persona que fundó la editorial.

Háblanos de Eva.

Eva había trabajado en editoriales infantiles y siempre se quejaba de los malos libros que se editaban, de las horribles compras de derechos que se hacían… Así que en plena crisis, en octubre de 2010, llevó a cabo su sueño y montó su propia editorial. Su sueño consistía en publicar libros ilustrados de calidad, tanto por el texto como por la imagen. Había otras condiciones: no quería libros con moraleja, nada de autoayuda y, fundamentalmente, el libro era fruto del trabajo de dos autores al 50%. Pesaba tanto el ilustrador como el narrador. Todos debían ser españoles. Los libros no tenían edad, porque sus libros podían interesar a niños y adultos. También era consciente de que niños de distintas edades podían elegir el mismo libro. Y está claro que para Eva son los niños los que deben elegir.

Aunque tuvo mucho apoyo de autores, libreros, distribuidores…, no fue poco lo que tuvo que luchar porque sus libros no siempre eran políticamente correctos ni fáciles de vender. Muchos autores se entusiasmaron porque Narval les daba la oportunidad de publicar obras que otras editoriales les rechazaban solo por criterios comerciales.

En 2011 le detectaron un tumor cerebral. En 2012 falleció, dejando editados 26 libros maravillosos que hoy se siguen vendiendo. Un día de pasos alegres, álbum ilustrado de Raquel Díaz Reguera, uno de los primeros libros de Eva, ha salido a la luz de nuevo, precisamente ahora, con una nueva edición.

¿Cómo decides, Mercedes, tirar para adelante con el proyecto-sueño de tu hija Eva?

Cómo no iba a hacerlo… No podía permitir que el sueño de mi hija quedara inacabado. Yo digo que es “la inocencia de la juventud” porque, a pesar de mi edad, sigo creyendo que puedo con lo que se me ponga por delante. Cuando funcionas así, no te queda más remedio que buscar apoyos, porque era consciente de mi desconocimiento del mundo editorial. Así que busqué apoyos y conté con ayudas muy importantes. Mi yerno, Fernando Varela, editor; mi hija Patricia Metola, ilustradora; la amiga entrañable de Eva, Raquel Martínez Uña, hoy día editora; Carlo Frabetti, autor y amigo de Eva, que me trajo el primer libro para que siguiera con la editorial (Calvino) y el entusiasmo de los libreros y autores a los que iba llamando. Por suerte me encontré con Irene Amador, parte importantísima en el actual Narval. Las dos hemos decidido seguir todas las pautas que nos dejó Eva. Cuando un libro es bueno, independientemente del factor comercial, sí o sí, se publica. Por supuesto, contamos siempre con el imprescindible apoyo y la profesionalidad de Fernando Varela, editor.

¿Y tú de dónde sales, Mercedes?

Vengo de Galicia y profesionalmente he trabajado en distintas empresas como directora de ventas.

¿Cuáles son las señas de identidad de la editorial?, ¿cómo hacéis la selección de los contenidos? 

Recibimos a diario numerosos proyectos. Muchos de ellos sabemos que nos llegan porque sus autores los envían a todas las editoriales a probar suerte. Hay otros que eligen Narval porque quieren que seamos sus editores. Luego están los terceros, los que nos envían sus proyectos cuando ven que solo Narval puede editar un libro como el suyo. La parte más difícil es la selección, que la realizamos entre los tres editores. Lo más duro y difícil es decir no. En Narval nos sentimos orgullosos de publicar verdaderas joyas gracias a todos los autores que nos tienen en cuenta.

¿Qué aportáis al mundo de la literatura infantil?

Calidad, originalidad, descubrimiento de nuevos talentos, cuidado en la edición, cariño por los libros, el impulso de “la inocencia de la juventud”, mucho entusiasmo.

Elige cinco títulos significativos de Narval.

La princesa feliz, novela de Carlo Frabetti y Patricia Metola. Libro en el que Eva y sus autores volcaron todo su saber.

Caperucita roja, álbum ilustrado de Adolfo Serra, descubierto por mí en Bolonia.

Calvino, novela de Carlo Frabetti, primer libro de la segunda etapa de Narval y dedicado a Eva de manera entrañable.

Tac, tac, plof, álbum ilustrado de Minia Regos y Pepe Monteserín, seleccionado y publicado por el grupo impulsor de la segunda etapa de Narval.

Glup, novela gráfica sin palabras, de Daniel Piqueras Fisk, premio Liberisliber Xic 2016. Lo mejor de este libro es haber conocido a su autor, una persona generosa y excepcional, tan narvaliano

Y nuestra gran apuesta del 2018, Ío, una novela gráfica también de Daniel Piqueras Fisk. El título hace referencia al satélite galileano más cercano a Júpiter, descubierto en 1610.

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Comentarios

  • Paca

    Por Paca, el 05 enero 2018

    Hace años, en la Feria del Libro de Madrid, conocí a Mercedes Bouzo, me acerqué a la caseta y me contó los orígenes de la editorial Narval. Esta gran mujer que continúa el sueño de su hija es, además una magnífica contadora de cuentos, será por todo el cariño que pone en sus ediciones.

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