Naturaliza llega ya a 2.700 docentes y 124.000 alumnos y alumnas
Helena Astorga, ambientóloga de formación y educadora ambiental por vocación. “Creo en el poder transformador de la educación y en que un futuro sostenible es posible”. Ahora está volcada en coordinar ‘Naturaliza’, de Ecoembes, “un proyecto que actualmente está llegando a más de 124.000 alumnos y alumnas de 1.750 centros educativos gracias a implicación de más de 2.700 docentes”. Nos lo explica en esta nueva entrega de ‘La Entrevista Circular’.
Lo primero, Helena: cuenta a nuestros lectores qué es Naturaliza.
El proyecto Naturaliza de Ecoembes nace en 2018 con el objetivo de ayudar a que el medio ambiente y la educación ambiental estuvieran más presentes en las aulas. Para lograrlo, el papel del profesorado es clave, y Naturaliza se centra en apoyarles, facilitando formación y herramientas que les permitan incorporar el medio ambiente de forma transversal en el aula y fuera de ella.
Así, se ofrece a los docentes, de forma gratuita, un curso de formación en el que se aborda la situación ambiental actual y se ofrecen algunas claves para educar para la sostenibilidad, y una colección de propuestas didácticas para conectar las temáticas y problemáticas socioambientales actuales con los contenidos de las diferentes áreas. De esta manera pueden trabajar de forma transversal el cambio climático, la alimentación sostenible o la importancia de la pérdida de biodiversidad en una clase de lengua o de matemáticas.
En esta colección también se recogen algunas propuestas para sacar las clases al aire libre, en las que se fomenta el aprendizaje experiencial y la reconexión del alumnado con la naturaleza y su entorno.
¿Alguna novedad para este curso 24/25?, ¿una meta, objetivo?
Hasta ahora el proyecto estaba dirigido únicamente a docentes de educación Primaria, pero este curso 24/25 damos un paso más, para que los docentes de educación infantil y educación especial puedan llevar también el medio ambiente a sus aulas. Además de tener acceso al curso de formación, hemos diseñado nuevas propuestas didácticas adaptadas en metodología, contenidos y duración, a su alumnado.
¿Cómo ves a las nuevas generaciones en su actitud y comportamiento respecto al medio ambiente?, ¿son la esperanza de que algo cambie para que no sigamos por la senda que parece que nos lleva al abismo? ¿Crees que la educación ambiental, o eco-social, como últimamente se le denomina, es pieza clave para el cambio?
Creo que es necesario que las nuevas generaciones conozcan los problemas ambientales a los que nos enfrentamos, sus causas, su magnitud y nuestro papel tanto a la hora de ponerles freno como en su origen. Efectivamente, la educación ambiental o eco-social es la clave. Sólo a través del conocimiento podemos construir a futuro una sociedad formada, crítica y capaz de buscar soluciones.
¿Entienden bien lo que es la economía circular?
Creo que sí. De hecho, en los colegios probablemente es una de las temáticas que más se trabaja y que más se pone en práctica. Es habitual que en los colegios trabajen y pongan en práctica las 7 erres de la economía circular y esto les ayude a comprender un término que podría resultar complejo para ellos. Trabajan la reducción promoviendo el uso de cantimploras y envases reutilizables para las meriendas y evitar la generación de residuos, pero también reduciendo el consumo de agua para lavarse las manos o el de energía no dejando las luces encendidas. Trabajan el rediseño, la recuperación, la renovación y la reparación con el material escolar. La reutilización de materiales o de residuos para la realización de manualidades. El reciclaje promoviendo la correcta separación de residuos en los diferentes contenedores.
Creo que poder ponerlo en práctica les ayuda a entenderlo, interiorizarlo y extrapolarlo a otros ámbitos y otros niveles. Lo importante es que estos hábitos que se adquieren en los colegios se mantengan a lo largo de toda su vida.
¿Cuál crees que es ahora mismo el principal reto ambiental?, ¿el que más te preocupa?
Desafortunadamente, son muchos… El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación, la deforestación… Nos enfrentamos a retos que están íntimamente relacionados entre sí. Me preocupa que pensemos que nuestra influencia en estas problemáticas es mínima y que lo que podemos hacer a nivel individual para frenarlas no sirve de nada. Tenemos que ser conscientes de que, de una u otra forma, con nuestras acciones, estamos impactando en el medio ambiente y que, además de ser parte del problema, también tenemos que ser parte de la solución, tenemos que poner nuestro granito de arena. Por eso es importante la educación y la concienciación a todos los niveles.
¿Crees que hemos avanzado mucho en la conciencia ambiental ciudadana, en la sociedad en general, en las últimas dos/tres décadas?
Creo que se ha avanzado bastante. Tenemos acceso a mucha más información sobre las problemáticas ambientales que hace unos años y la educación ambiental también está más presente desde edades tempranas. Estar más informados nos permite ser más conscientes de los problemas y adoptar hábitos que nos permitan ser más sostenibles en nuestro día a día.
Sin embargo, no es difícil seguir encontrando basuraleza en un paseo por el campo o la playa o ver en nuestro día a día cómo no somos capaces de dejar el coche en casa para un trayecto que dura apenas 10 minutos andando. Aunque hemos hecho grandes avances, creo que aún queda camino por recorrer.
¿Cuál crees que son los hábitos sostenibles que más han calado?, ¿y entre los más jóvenes?
Creo que poco a poco vamos incorporando cada vez más hábitos sostenibles. Como comentaba anteriormente, por una parte, quizá los que más han calado son aquellos que están más presentes en los colegios y, por otra, también aquellos que se acompañan de un importante trabajo de concienciación a través de campañas o programas de sensibilización. La separación de residuos o la reutilización pueden ser ejemplo de ello. También creo que poco a poco vamos cambiando nuestra forma de consumir.
En el caso de los jóvenes, el uso de bicicletas, patinetes eléctricos y transporte público, así como la compra de productos o moda de segunda mano, es bastante habitual. Esta tendencia puede deberse en parte a razones económicas, pero probablemente también a su creciente conciencia ambiental.
¿Y a ti quién te inspiró/inculcó los valores ambientales?, ¿tuviste algún profe revelador, que te influyera de manera decisiva?
Creo que los valores, en general, se inculcan y se trabajan mucho en el ámbito familiar. En muy caso fue así, desde pequeña mis padres me trasladaron que valores como el respeto, la empatía o la responsabilidad tenían que estar presentes no solo en la relación con las personas, sino también con el medio ambiente. Quizá gracias a ello, y a que siempre me gustó la naturaleza, decidí estudiar Ciencias Ambientales, donde tuve la suerte de tener como profesores a Javier Benayas y José Antonio Corraliza, que despertaron en mí el interés por la educación ambiental y la decisión de dirigir mis pasos hacia este ámbito.
Una película y un libro que recomendarías relacionado con la naturaleza.
La película: El olivo, de Icíar Bollaín. El libro: La Tierra herida. ¿Qué mundo heredarán nuestros hijos?, de Miguel Delibes y Miguel Delibes de Castro. Y dos recomendaciones para peques: la película Ainbo, la guerrera del Amazonas y el libro Cuentos para salvar el planeta.
Un lugar al que te gusta regresar, porque te relaja, inspira, libera…
Para mí, cualquier espacio natural puede ser un buen lugar al que regresar. Sentarse y poder disfrutar de los colores, las formas, los olores, los sonidos de la naturaleza… es una experiencia única.
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