Nick Cave en Barcelona y Madrid: ¿dios salvaje o pastor de almas?

Nick Cave en el Festival Cala Mijas en 2022. Foto: Toni Delong.

La gira Wild God Tour del australiano Nick Cave y sus Bad Seeds pasa por España esta semana con los conciertos de hoy en Barcelona (Palau Sant Jordi) y mañana en Madrid (WiZink Center). Desmenuzamos algunas claves del Nick Cave actual junto al periodista Jorge Alonso, autor de un libro sobre Cave, y del fotógrafo Toni Delong, que le ha visto en siete ocasiones y le ha retratado en pleno ejercicio de su ceremonia musical.

No somos conscientes del poder que tiene la música. La música nos acompaña, pero también puede, de alguna manera, transformarnos. En directo la música puede llegar a su apogeo manifiesto. Y entre esas experiencias reveladoras o epifanías, se encontraría un concierto del australiano Nick Cave junto a su banda The Bad Seeds, que esta semana actúa en Barcelona y Madrid.

“Paso más tiempo instalado en la mejor parte de mi carácter. O eso espero”, confiesa Nick Cave al periodista Seán O’Hagan en el libro de conversaciones Fe, Esperanza y Carnicería (Sexto Piso, 2024), que nos acerca a la personalidad de Nick Cave, y habla de cómo se enfrenta a la creación, a la composición de canciones, de su padre y su madre, de su pasado (“En aquel momento había mucha carnicería. Regábamos el suelo de sangre. No es algo que me haga sentir particularmente bien”), su adicción a la heroína, la religión, el mundo y cómo afecta la muerte de tus seres queridos (su hijo Arthur falleció en 2015, su madre, Dawn, en 2020 y su hijo Jehtro en 2022).

Pero Cave ha conseguido trascender el dolor. La muerte es parte de la vida, pero su tragedia cercana puede alterarnos y dejarnos en la estacada, demuestra valentía hablar de frente a la muerte. Cave ha mostrado que su vulnerabilidad le ha posibilitado apertura y fuerza, apoyándose en la religión y en su entorno. Logrando que el trabajo codo con codo con Warren Ellis sea productivo más allá de los trabajos de The Bad Seeds, en bandas sonoras y otros proyectos.

“Este libro de Seán O’Hagan me ha gustado porque habla honestamente de muchas cosas”, me comenta el asturiano Jorge Alonso, autor del notable Nick Cave & The Bad Seeds. Compartiendo las semillas (66 rpm, 2014), un libro exhaustivo sobre el australiano. “De la muerte de su hijo Arthur sacó lecciones muy positivas. Lo que ha hecho ha sido desarrollar algo que me parece que es fundamental, que es la ternura. Ahora ve el mundo de otra manera, y se relaciona de una manera muchísimo más sana. Porque ser el más cínico del pueblo no te trae nada bueno, no te aporta nada. Aportas o apartas, y la cosa es aportar lo que se pueda”, señala Alonso.

Toni Delong ha visto siete veces a Nick Cave & The Bad Seeds, pero destaca aquella vez en Bournemouth, en septiembre de 2017. “Yo ya tenía los primeros síntomas de esclerosis múltiple, mi pierna derecha ya cojeaba, pero eso no fue impedimento para subirme al escenario cuando dejó al público hacerlo. La sensación de tener a Nick Cave, Warren Ellis y al resto de la banda a tu lado es indescriptible. Ese día la transformación de Nick Cave en predicador del rock fue total; además de cantar su evangelio particular y guiar a sus fieles como un pastor lleva a su rebaño, obró el milagro y consiguió que un cojo pudiese no solo andar, el cojo pudo saltar y escalar para estar con él y su banda en el escenario. Cristina, mi pareja, me superó ese día: Nick Cave se cayó encima de ella durante el show”, nos cuenta.

“Cave es un puro torrente emocional que no deja indiferente”, sigue Toni Delong. “Recuerdo cómo me golpeó Let Love In (1994), pero sobre todo ese fuero interior que significó para mí The Boatman’s Call (1997). Cada uno siente de una manera cómo le impacta su música, algo que se puede observar en The Red Hand Files, donde Cave contesta a algunas preguntas de sus fans. Alonso mandó un texto breve, agradeciendo la canción Carnage, “porque justo esa canción describía el momento sentimental, vital en el que yo estaba, que era realmente duro e incluso peligroso y en el que aferrarse a canciones que describen lo que te está pasando de una manera tan bella como hace Carnage, pues es casi un salvavidas”.

“Cuando escuché Murder Ballads (1996) nunca pensé que pudiera hacerle fotos. Retratar a Nick Cave para mí es rozar lo que está más allá de la norma. Solo me han acreditado una vez para fotografiarlo. Las otras veces que lo he hecho, ya sea con el móvil o con la cámara, no ha sido desde el foso, lo que hace que las imágenes sean distintas. Desde el foso no se puede captar la comunión con el público que ocurre durante sus conciertos. Si tuviera que pedir un deseo como fotógrafo y como fan, es poder hacer fotos desde escenario, foso y público de un concierto de Nick Cave. Y aunque ahora mismo no busco mucho con mis fotos, la fotografía me ayuda a lidiar con esas preocupaciones relacionadas con la salud que tengo”, termina Delong.

Los últimos discos de Nick Cave & The Bad Seeds están tocados por una fragilidad especial. Con la grabación muy avanzada de Skeleton Tree (2016) sucedió la trágica muerte de Arthur, que si bien no impregna todo el álbum, sí se refleja en un I Need You que impacta y nos eriza por dentro, pero es que además logra emocionarnos sin acudir a la “pornografía sentimental”, como bien señala Delong.

Ghosteen (2019) es un disco que, si bien va hacia la luz, parte de un lugar muy doloroso y es un dolor que se nota incluso en la voz de Cave, que se quiebra varias veces”, reconoce Alonso. “Parte del luto; en cambio, Wild God parte de la muerte; lo que se transmite es que la vida es muy frágil, por tanto hay que cuidarla y hay que celebrarla. En un momento dice: ‘Ya hemos tenido bastante sufrimiento, ahora es la hora de regocijarse, es el momento de alegrarse o de la alegría’. Creo que es algo que hay que hacer, la alegría es revolucionaria”, subraya Alonso. Ghosteen arranca con Spinning Song, con una visión de Elvis Presley, y finaliza con un And I love, and I love you, y con un “el tiempo llegará, el tiempo llegará para nosotros, la paz llegará, la paz llegará a tiempo” que nos traspasa y que suena a oración vital.

En la recta final de Wild God aparece O Wow O Wow (How Beautiful She Is), una canción que incluye una nota de voz de Anita Lane (que fue su pareja y miembro de The Bad Seeds y falleció en 2020), en la que dice: “¿Recuerdas? Solíamos divertirnos haciendo el payaso, realmente relajados, sin presión. Creo que así era como hacíamos canciones”.

Nota mental: no olvides nunca la importancia de divertirse y hacer el payaso, y de asistir a un concierto de Nick Cave & The Bad Seeds, quizá luego sea demasiado tarde.

Deja tu comentario

¿Qué hacemos con tus datos?

En elasombrario.com le pedimos su nombre y correo electrónico (no publicamos el correo electrónico) para identificarlo entre el resto de las personas que comentan en el blog.

No hay comentarios

Te pedimos tu nombre y email para poder enviarte nuestro newsletter o boletín de noticias y novedades de manera personalizada.

Solo usamos tu email para enviarte el newsletter y lo hacemos mediante MailChimp.