¡No comas angulas estas fiestas! Se extinguen, tú puedes salvarlas
Por ISAAC VEGA / WWF ESPAÑA
Víctima del esnobismo, el consumo de angulas –los alevines de la anguila– tiene los días contados. No sólo porque nuestros bolsillos no puedan soportar sus precios desorbitados durante las fiestas navideñas, la demanda mundial es tal y su tráfico ilegal tan lucrativo que desde Asia están extinguiendo muchas poblaciones europeas. Clasificada En Peligro Crítico de Extinción (CR) en la Lista Roja de la UICN, la anguila europea ha perdido más del 80 % de su distribución en la península ibérica y no podemos permitirnos que desaparezca. Sigue leyendo, descubre su migración –una de las más insólitas y enigmáticas de la naturaleza– qué hacemos en WWF para salvarla. Y, por favor: ¡NO COMAS ANGULAS, DÉJALAS CRECER!
La anguila europea (Anguilla anguilla) es un pez cilíndrico y alargado de hasta metro y medio de longitud y 6 kilos de peso, con apariencia de culebra de agua y su parte final comprimida lateralmente. Sus aletas dorsal, caudal y anal están unidas en una sola aleta continua que surge cerca de la cabeza. Sus ojos son pequeños y tiene escamas imbuidas en su piel resbaladiza, que está recubierta de mucosa. Tiene vientres blanquecinos o amarillentos y dorsos negruzcos, verdosos o amarillentos, que se tornan plateados cuando madura. Vive en cursos de agua sin barreras y en lagunas litorales, y en su madurez migra al Mar de los Sargazos para reproducirse.
Una migración asombrosa, de película
A pesar de que parte de su vida sigue siendo un misterio, sabemos que es un pez migratorio que puede vivir hasta 20 años. Su ciclo de vida es complejo, con diferentes fases larvarias hasta la madurez y se reproduce en una única región del planeta: el Mar de los Sargazos, situado en el Atlántico Norte, frente a las costas orientales de EE UU.
Eclosionados los huevos fertilizados, miles y miles de larvas recién nacidas inician una larga lucha por mantenerse vivas, llena de vicisitudes y predadores. Empujadas por las corrientes marinas y tras cruzar las frías y saladas aguas oceánicas, en un viaje de más de 6.000 kilómetros que suele durar entre 2 y 3 años, las pequeñas culebrillas supervivientes llegan a los estuarios y las desembocaduras de los ríos europeos. Y esas crías que entran a los ríos como angulas de entre 6,5 y 7 centímetros tienen que enfrentarse al mayor de sus predadores: la especie humana, que las espera con nasas.
Se convierten en angulas que nadan en aguas salobres y luego dulces, subiendo por el cauce de los ríos y arroyos para distribuirse incluso por lagunas y humedales, alcanzando la madurez transcurridos entre 6 y 12 años. Finalmente y cerca de su ocaso, las anguilas plateadas, fuertes y decididas, inician el viaje de vuelta hasta su lugar de nacimiento; donde, si tienen suerte, se reproducen y finalmente mueren.
Liberamos 50 anguilas marcadas en el Mar Menor
El 24 de octubre de 2018 fue un día muy especial: desde la cubierta del velero Else de ANSE y del catamarán solar de WWF España, técnicos de las dos ONG liberaron medio centenar de anguilas marcadas en el Mar Menor. “El objetivo era seguirlas y estudiar su comportamiento para tratar de resolver algunas de las numerosas lagunas que tenemos en el conocimiento de la vida y milagros de una especie que lleva a cabo una de las migraciones más insólitas y enigmáticas de la naturaleza”, explica José Luis G. Varas, responsable del Programa Océanos de WWF España.
Fue el colofón de una semana centrada en la escurridiza especie en la que reunimos a expertos en anguila europea para ahondar en la situación de la especie y debatir sobre la gestión de sus pesquerías. Investigadores, pescadores, ONG, gestores de pesquerías compartieron conocimiento y experiencias en San Pedro del Pinatar (Murcia) para poner luz, conocerla mejor y apoyar su recuperación en el Sureste peninsular.
En sucesivas semanas se realizaron nuevas sueltas de anguilas adquiridas por ANSE a la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, algunas portadoras también de equipos electrónicos de localización para averiguar si salen hacia el Mediterráneo y cuándo lo hacen.
En Peligro Crítico de Extinción a nivel mundial
Desde 2018, la anguila europea está catalogada En Peligro Crítico de Extinción (CR) en la Lista Roja de la UICN, el máximo nivel de amenaza. Muy apreciada en gastronomía, especialmente sus alevines, la anguila europea se encuentra muy amenazada por la pérdida y la fragmentación de sus hábitats, debida principalmente a la construcción de grandes infraestructuras en los ríos con barreras que impiden completar su migración, la contaminación en estuarios y ríos, la sobrepesca, las especies exóticas invasoras, el cambio climático y, sobre todo, por el comercio ilegal de sus crías, las angulas. Esos pequeños pececillos en forma de gusanos alargados y plateados suelen alcanzar precios desorbitados de entre 700 y 1.000 euros/kilo, pudiendo incluso llegar hasta los 9.000 euros/kilo en algunos mercados del Sudeste Asiático.
En peligro crítico de extinción a escala mundial, las anguilas siguen siendo grandes desconocidas para la ciencia y la información disponible es escasa. En los últimos 30 años, las anguilas juveniles pueden haber disminuido hasta el 90% y las maduras hasta más de la mitad; sus poblaciones están cayendo de forma alarmante. El tráfico ilegal de angulas se ha demostrado en los últimos años como un grave problema, salvo en el Sureste Ibérico.
Para preservar la especie, la Comisión Europea ha prohibido la pesca deportiva y está restringiendo las capturas y, para evitar las vedas completas y perder su gallina de los huevos de oro, algunos pescadores tradicionales y autorizados de angulas están asumiendo reducciones. Como el acuerdo alcanzado en la primavera de 2023 entre anguleros y el Gobierno vasco, para profesionalizar su pesca en Euskadi, rebajando un 80% el número de licencias y restringiendo a 150 las futuras licencias de pesca profesional, frente a las 700 licencias deportivas anteriormente concedidas.
Por su parte, el Consejo General de Pesca del Mediterráneo, organismo encargado de regular las pesquerías mediterráneas, ha promovido el cierre de las pesquerías de anguila en estas aguas, excepto una pesquería para seguimiento de la especie en Cataluña.
300 científicos piden la veda total en Europa
Sin embargo, para muchos científicos, la situación de la anguila es tan crítica que hay que tomar medidas mucho más restrictivas y urgentes. Así, en diciembre de 2023, más de 300 investigadoras e investigadores apoyaron un manifiesto demandando a las administraciones españolas y europeas el cese total de la explotación de la anguila europea, con el fin de evitar la extinción de la especie.
Según los firmantes, la anguila europea fue un pez muy abundante en Europa y el Norte de África que, a principios de los 80 inició su colapso, con un declive superior al 90% detectable en todas las fases de su ciclo de vida. Debido a ello, en el último siglo, la especie ha perdido más del 80% de su distribución en la península ibérica.
Está en el último escalón previo a la extinción de la Lista Roja de la UICN y, como señalan los firmantes del manifiesto, este pez está más amenazado que el elefante africano, el gorila de montaña o el lince ibérico, animales cuyo precario estado de conservación es mucho más conocido y la sociedad está muchísimo más sensibilizada. Sin embargo, la anguila sigue pescándose, vendiéndose y comiéndose.
Desde la ciencia advierten que hoy cualquier aprovechamiento de la anguila es insostenible. “El cese de la actividad comercial en torno a la anguila no asegura su recuperación, pues son diversos los factores implicados en su colapso”, explica Miguel Clavero, investigador de la Estación Biológica de Doñana (CSIC). “Sin embargo, seguir con este aprovechamiento sí es garantía de que esa recuperación no se producirá”.
Pero… “La veda completa significaría perder una importante fuente de información sobre la especie con impacto socioeconómico en muchas familias de pescadores que hay que considerar. Hay que seguir insistiendo en medidas de gestión de estas pesquerías, pero acompañadas de la recuperación de sus territorios y la eliminación de las barreras que suponen una mortalidad de la que desconocemos su impacto y pueden ser clave para su recuperación. Su recuperación requiere una acción decidida de todos los países europeos y sobre todos los impactos que contribuyen a su lamentable estado”, explica José Luis G. Varas, de WWF.
“Por otra parte, no todas las pesquerías de anguila se encuentran en la misma situación y la veda completa en todas las cuencas podría alentar y disparar aún más el tráfico ilegal de angulas en toda su área de distribución”, advierte el responsable del Programa de Océanos de WWF España.
De momento, la anguila está incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas de España en situación “Vulnerable”, «En Peligro de Extinción» en el catálogo regional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres de la Comunidad de Madrid y «de Interés especial» en el de especies amenazadas de Aragón.
Algo a todas luces insuficiente y que requiere una urgente actualización por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO). Al ser una especie de interés pesquero, el Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación (MAPA) tiene voz y voto en su gestión y, por ahora, mantiene vigente su Plan de Gestión para la Anguila en España, que plantea una gestión nacional para la especie hasta 2050 y 12 planes parciales para las 11 comunidades autónomas con presencia de anguilas, además de otro para la Cuenca del Ebro.
Se dispara el tráfico de angulas
En la actualidad, la situación de la anguila europea en la Unión Europea es tan preocupante y el descenso poblacional de sus alevines tan acusado que su captura y venta en los países comunitarios a terceros países está prohibida por el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES); de hecho, la anguila europea está incluida en el Convenio CITES y su comercio prohibido fuera de la UE desde 2010.
Pero sus precios en los mercados ilegales son tan elevados, llegando a alcanzar hasta 9.000 euros/kilo en destino, y las penas tan poco disuasorias que no es raro escuchar en los informativos o leer en la prensa que se ha desarticulado un nuevo grupo criminal de contrabandistas. Como sucedió el pasado 16 de diciembre en el marco de la Operación Pukua, cuando agentes de la Guardia Civil desarticularon una organización criminal que comerciaba ilegalmente angulas precocinadas para su venta y consumo humano en locales de restauración, a través de empresarios españoles asentados en México. Detuvieron a una persona en Usurbil y hay otras 16 investigadas en Guipúzcoa, Madrid y Badajoz.
Esta actuación se enmarca en una investigación más amplia: la Operación ASKEA IV-LAKE, coordinada por EUROPOL en colaboración con varios países europeos. Así, en varias intervenciones realizadas en 2023 en el marco de esta operación internacional, la Guardia Civil se incautó de 18 toneladas de angulas que en el mercado negro podrían haber alcanzado un valor de 20 millones de euros. Todo fue realizado en colaboración con los cuerpos policiales de Francia y Portugal, se detuvo a 30 personas, (la mayoría en Guipúzcoa y Asturias) y se desmantelaron tres organizaciones criminales asentadas en España con ramificaciones en Francia y Portugal.
Viajaban en maletas oxigenadas. Las angulas capturadas en aguas españolas y en cauces de países limítrofes eran enviadas al Sudeste asiático en maletas de equipaje personal que están acondicionadas para su transporte con bolsas inyectadas de oxígeno, que garantizan su supervivencia hasta 42 horas.
Pesquería de Anguila en el Mar Menor
En el Mar Menor tiene lugar una de las mayores pesquerías europeas de la especie, por lo que la zona es clave para su conservación. Con un volumen anual de capturas que en 2018 era de unas 24 toneladas, está en franco declive en las últimas décadas. La correcta gestión de las pesquerías es un elemento crucial para la conservación de la especie, por lo que los planes de conservación europeos y nacionales deben recomendar evitar o al menos reducir la captura de ejemplares reproductores en especies tan longevas.
Hace un mes, ANSE y WWF pusimos en marcha la segunda parte de GePescArt, una iniciativa dirigida a mejorar la información disponible y la gestión sobre la anguila europea y los mugílidos en el Sureste Ibérico: conocer su distribución y las amenazas, evaluar el impacto de la pesca artesanal en la gestión de humedales costeros y, finalmente, proponer estrategias para mejorar su situación. “Los datos de años anteriores muestran una importante regresión de la anguila en estos espacios y la información obtenida servirá para mejorar su conocimiento y elaborar propuestas de gestión que ayuden a mejorar su estado de conservación”, añade José Luis G. Varas.
Abarcamos espacios como el Mar Menor y sus ramblas asociadas, los espacios protegidos del sur de Alicante, como el Parque Natural de El Hondo o las Salinas de Santa Pola, y la red de canales y azarbes que recorre la Vega Baja del Segura. Son humedales litorales Red Natura 2000 y cauces del Sureste Ibérico que empezamos a estudiar con proyectos del Programa Pleamar (iniciado en 2017). “En 2018 y 2019 incorporamos el marcaje con aparatos de seguimiento con telemetría acústica en anguilas adultas del Mar Menor y empezamos a conocer cuántos ejemplares salen desde el Mar Menor hacia el Mar Mediterráneo y, desde allí, emprenden su viaje migratorio hasta el Mar de los Sargazos”, cuenta el experto de WWF.
El proyecto se realiza en colaboración de la Fundación Biodiversidad (MITECO) a través del Programa Pleamar y está cofinanciado por el FEMPA (Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura).
Esperanza para la anguila y nuestros ríos
La situación de nuestra anguila es muy peligrosa, crítica en algunas poblaciones y su declive es un claro síntoma de la fragilidad y el mal estado de conservación de los cauces de nuestros ríos, como evidenció nuestro Informe Planeta Vivo 2024, publicado en octubre. El análisis de WWF concluyó que el 85% de las poblaciones de vertebrados que viven y dependen de los ecosistemas de agua dulce han sufrido un mayor declive en el último medio siglo.
España no es una excepción y, aunque en los últimos años la situación ha mejorado algo, gracias en parte a la directiva marco del agua y a la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos del MITECO, queda mucho trabajo por hacer. Ahora, la anguila necesita que aseguremos el buen estado ecológico y de conservación de su hábitat, con caudales ecológicos garantizados y la eliminación de barreras innecesarias y obsoletas en algunos cauces o la creación de pasos que posibiliten su migración y que también ayuden a otras especies como el salmón.
Es urgente y necesario que el MAPA, el MITECO y las Comunidades Autónomas se sienten con expertos, científicos, ONG y sectores afectados para actualizar la situación y catalogación de la especie en nuestro país, y pongan en marcha las medidas necesarias para su recuperación.
Además, en WWF seguiremos luchando contra el cambio climático que calienta las aguas y seca los ríos, contra la sobreexplotación y contaminación de las masas de agua donde habita una gran parte de su vida, contra la sobrepesca y apoyando a los cuerpos de seguridad que controlan el tráfico de la especie en todo el mundo, especialmente de sus alevines. Finalmente, un ruego especial dirigido a los lectores de El Asombrario: en tus manos y en tu plato está una de la claves más importantes para comenzar su salvación: ¡NO COMAS ANGULAS, DÉJALAS CRECER, GRACIAS!
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