¿No estarás comiendo con los ojos?
¿No te pasa que acabas a menudo en el súper porque siempre está abierto y ya te cerraron el mercado? Quieres un poco de fruta y de verdura, pero todo viene en paquetes de mínimo 6 de cada cosa, en sus bandejitas ya envueltos y a un precio muy barato y acabas llevándote el triple de lo que realmente necesitabas… Eso sí, por un precio muy competitivo.
Durante la semana terminas comiendo unos días fuera, otros no te dio tiempo de preparar el tupper, te olvidas de las cosas que ya estaban en su punto y deseabas de buena voluntad merendarte pero quedaron escondidas entre otros montones de cosas de la nevera. Para cuando los redescubres ya es muy tarde: putrefacción a la vista. Una gran parte de las verduras, frutas y pan que se compran en los hogares de España acaban en la basura, tal como llegaron de la compra.
Según el Ministerio de Agricultura, de los alimentos que se tiran en los hogares, sólo el 20 % son desperdicios de alimentos procesados que han sobrado de la mesa. España se encuentra en el puesto 7 de los países que más alimentos desperdician en la Unión Europea y parece ser que la responsabilidad recae más de lo que imaginamos en el consumidor de a pie.
¿Qué se puede hacer al respecto? Como individuo se me ocurre que planificar de forma más realista la compra es un paso importante, además de ir más a menudo y llevar cantidades pequeñas según lo que haga falta. También procurar acudir a los mercados y los negocios donde se puede comprar a granel; los productos están frescos y puedes escoger de forma personalizada lo que necesitas. A tu frutero de confianza sí que le puedes decir que solo quieres dos plátanos, uno para ahora y otro más verde para que esté listo en unos días.
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