No, la Tierra no tiene gripe

El el Día Mundial de la Tierra reivindicamos un cambio de rumo. Foto: Pixabay.

No. No es una gripe que se cure en cinco días con descanso y un genérico antigripal. Es algo mucho más grave. La Tierra está enferma y día tras día, año tras año agravamos su padecimiento. Los síntomas son claros: fenómenos climáticos extremos que llenan de sorpresa a los climatólogos. En el Día Mundial de la Tierra volvemos a lanzar el mensaje: es hora de actuar antes de que sea demasiado tarde. 

Por MARTA SANTOS (coportavoz de EQUO) @martasalamanca2

Esa sensación cuando tienes fiebre,  cuando el termómetro marca 39 grados, pero tú sientes frío; y el cuerpo que no se aclara… Algo parecido le pasa a nuestra casa, a nuestro planeta; porque como decía Bebe “La tierra tiene fiebre, necesita medicinas y un poquito de amor que le cure la penita que tiene”.  El calentamiento global no hace más que subir la temperatura y la tierra ya no sabe cómo reaccionar. Últimamente estamos asistiendo a hechos anómalos relacionados con el clima, y los fenómenos climáticos extremos no dejan de sorprender a los climatólogos y expertas en estudiar esto que llamamos cambio climático.

Estos fenómenos extremos, son el síntoma más visible de que nuestra querida pachamama está enferma, y que esto no es una simple gripe que se pasa en una semana. Esta vez todo el personal médico está de acuerdo en que esto es grave.  Hace pocos meses se filtraba el borrador del informe de IPCC que servirá de base a la próxima cumbre del clima en Katowice a finales de año, y las conclusiones no eran nada optimistas.  Según este informe, “limitar el calentamiento global a 1,5ºC requerirá una rápida y profunda reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Incluso si se supera temporalmente ese nivel […] las emisiones establecidas para 2030 bajo el Acuerdo de París son superiores a los escenarios compatibles con el horizonte de 1,5ºC”. Si alguien pensaba que los objetivos acordados en París eran muy ambiciosos, desde luego se equivocaba.

Pero ¿Qué pasa si elevamos la temperatura? Actualmente ya hay un incremento de la intensidad y la duración de las lluvias, además de las lluvias torrenciales, también relacionadas con el cambio climático, y que suponen peligros de erosión e inundaciones, que se producen a su vez por el aumento del nivel del mar. La sequía se hace más pertinaz lo que genera, junto con altas temperaturas y vientos fuertes, las condiciones ideales para incendios forestales más fuertes y devastadores. Nuestro planeta tiene cada vez más vapor de agua, y un mar más cálido, lo que provoca huracanes cada vez más dañinos. Según la Organización Mundial Meteorológica, “ la agricultura será una de las actividades más vulnerables al Cambio Climático”.  Existen informes científicos que aseguran que si no se adoptan medidas para mitigar el cambio climático, entre un 38 % y un 52 % de las especies desaparecerán; el calentamiento actual es tan rápido que ninguna especie dispondrá de tiempo para adaptarse. ¿Y nosotros?

Con este diagnóstico no podemos permitirnos el lujo de que la temperatura nos suba ni 2 grados; por eso es necesario comenzar a combatir esas emisiones que hacen que a la tierra le suba la fiebre. Desde 1970, se celebra cada 22 de Abril el día de la Tierra, casi 50 años en los que se han dado muchos pasos para cuidar nuestro planeta y hemos alcanzado incluso algunos consensos globales como la prohibición de la explotación minera de la Antártida o del uso de los cloro-fluoro-carbonos (CFC) o los diversos tratados promovidos por Naciones Unidos hasta llegar al Acuerdo de París. Pero no es suficiente, necesitamos ser más ambiciosos y reclamar no solo que se cumplan los compromisos, sino ir más allá en la defensa de nuestro planeta. No, la tierra no tiene gripe, y el cambio climático no se cura con aspirinas.

 SIGNUS, COMPROMETIDA CON EL MEDIO AMBIENTE, HACE SOSTENIBLE ‘EL ASOMBRARIO’.

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manuelcuellardelrio

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