Nueve libros llenos de orgullo (recomendables ‘para la gente de bien’)
Para la comunidad LGTBI+, junio es un mes de eventos, fiestas y conciertos, de alegría e ilusión y de ganas de mostrarnos al mundo y gritar que existimos y que vamos a seguir ocupando espacios, le pese a quien le pese. Por eso mismo la literatura LGTBI+ es tan importante, porque nos hace visibles ante los demás, incluso para ‘la gente de bien’. Dedico mi ‘Paraíso Extraño’ de este mes a recomendaros nueve libros interesantes, con grandes historias y muy orgullosos.la literatura LGTBI+ es tan importante, porque nos hace visibles ante los demás, incluso para ‘la gente de bien’. Dedico mi ‘Paraíso Extraño’ de este mes a recomendaros nueve libros interesantes, con grandes historias y muy orgullosos.
En estos momentos convulsos en los que algunos parecen dispuestos a tirar a la basura al colectivo LGTBI+, donde la violencia homófoba aumenta, los discursos de odio triunfan en los medios y los partidos políticos que los emiten se ven recompensados en las urnas, es más necesario que nunca que celebremos con orgullo nuestra diversidad, que caminemos con la cabeza alta y luzcamos juntos los colores del arcoíris (pero uno de verdad, no como el de la sobria campaña del Ayuntamiento de Madrid, que se ha limitado a separarlos, como si quisiera con ello alejarnos a unos de otros).
Para la comunidad LGTBI+, junio es un mes de eventos, fiestas y conciertos, de alegría e ilusión y de ganas de mostrarnos al mundo y gritar que existimos y que vamos a seguir ocupando espacios, le pese a quien le pese. No somos un reducto de la sociedad que tenga que esconderse y sentir vergüenza por ser así; somos tu hermano, tu sobrina, tu hije, tu amiga de toda la vida, tu profesor, tu dependienta, tu librero, tu médica… Somos igual que tú y es ridículo tener que seguir pregonándolo año tras año, pero, por desgracia, parece seguir siendo necesario.
Por eso mismo la literatura LGTBI+ es tan importante, porque nos hace visibles ante los demás. Es necesario que contemos nuestras historias para que los que no son como nosotros puedan ponerse en nuestra piel y sean capaces de reír, emocionarse y disfrutar con nuestros libros como lo harían con cualquier otro. Aquí os dejo una pequeña selección de libros llenos de orgullo que gritan a los cuatro vientos: «We’re here. We’re queer. Get used to it.» (Estamos aquí. Somos maricones. Acostúmbrense).
- ‘La mala costumbre’, Alana S. Portero (Seix Barral).
Narra el viaje vital de una niña atrapada en un cuerpo que no sabe habitar y que intenta comprenderse a sí misma y al mundo que la rodea. Ambientada en los 80 en el barrio obrero de San Blas y en el Madrid de los 90, donde yonquis, ángeles caídos y divas pop luchan por encajar, es una historia cruda y desgarradora, pero a la vez poética y emotiva, que se bebe a pequeños sorbos. La primera novela de Alana S. Portero, historiadora, dramaturga, directora y activista, se convirtió en un fenómeno editorial internacional antes de su publicación y será traducida a varios idiomas.
- ‘Los elegidos’, Nando López (Destino).
Ambientada en los años 50 de una España en blanco y negro, cuenta la historia de Asun y Santos, un matrimonio de conveniencia obligado a guardar las apariencias para encajar en el molde impuesto por la sociedad de la época. Se trata de una tierna historia sobre la identidad sexual en la época franquista, la importancia de la amistad y las distintas caras del amor. Este prolífico novelista, dramaturgo y activista por los derechos LGTBI+ vuelve a tocarnos la fibra, como ya hizo con novelas como La edad de la ira (finalista al Premio Nadal 2010) o Hasta nunca Peter Pan (Booket), entre otras.
- ‘El verano que nos queda’, Giulia Baldelli (Dos Bigotes).
Esta original y absorbente ópera prima, aclamada por la crítica italiana y finalista de varios premios, narra la relación romántica, a lo largo de varios veranos, entre Giulia y Cristi, que se conocen de niñas en un pequeño pueblo con río. A ellas se une Mattia, un muchacho que parece entender mejor la naturaleza salvaje de Cristi, dando lugar a un triángulo amoroso salpicado de celos. Al llegar a la adolescencia se separan y vuelven a reencontrarse diez años más tarde en Bolonia, donde resurge la chispa de esta historia de amor que no entiendo de géneros.
- ‘Pageboy’, Elliot Page (Tendencias).
Las memorias de este conocido actor y activista trans están llenas de reflexiones acerca del género, el amor, la salud mental, las relaciones y el mundillo de Hollywood. A pesar de que sus saltos en el tiempo a veces despisten, su narración tiene una gran fuerza y es un canto a la aceptación de la identidad, aunque ello implique dejar de cumplir las expectativas de los demás. Con gran belleza, el autor cuenta la rebeldía que supone dejar de interpretar un papel marcado por otros para tomar las riendas de tu propia vida.
- ‘Bonita Luxemburgo’, Sebastián Suñé (Dos Bigotes).
La ópera prima de este dramaturgo, actor y director argentino es una novela de aprendizaje en la que Lucio, un joven que decide abandonar su pueblo para irse a Buenos Aires, se da cuenta de que nunca se sintió tan feliz, tan caliente y tan solo. Allí se atreve por fin a mirar a los hombres sin sentimiento de culpa y es amadrinado por la Shulia, una Drag queen que llena su mundo de purpurina y lentejuelas. Se trata de un libro conmovedor, sensual y divertido, perfecto para el verano.
- ‘Una homosexualidad propia’, Inés Martín Rodrigo (Destino).
Se proclama como “una reivindicación de la identidad lésbica a través de sus referentes culturales” y, en palabras de la propia autora, “es el texto que hubiera querido leer antes de juzgarse sin conocerse”. Se trata de un testimonio valiente y comprometido en el que narra el descubrimiento de su orientación sexual y su proceso hasta darse la oportunidad de aceptarse. La autora de Las formas del querer (Premio Nadal, 2022) nos habla en este ensayo de la imposición de la normatividad y de su búsqueda de referentes lésbicos en una sociedad y una cultura dominadas por el hetero-patriarcado.
- ‘En verano duele más’, Manuel Gerardo (Egales).
Historia dramática en la que un hombre del que han abusado en la infancia y la adolescencia intenta sanar sus heridas y saldar las cuentas con el pasado. Ambientada entre Venezuela y el Líbano, es una novela donde el protagonista sufre las inclemencias del clima y el machismo homófobo que atenta contra su identidad. El autor de El revuelo de los insectos nos habla esta vez de las relaciones paterno-filiales, los conflictos que nos provoca la educación heredada y la capacidad para perdonar.
- ‘Los prodigiosos gatos monteses’, Rodrigo García Marina (Letraversal).
En palabras de Alberto Conejero, autor del epílogo: “Nos encontramos ante uno de los poemarios de amor más hermosos, estupefacientes, hondos y alegres –la alegría, esa trinchera– de la poesía reciente en castellano. Rodrigo García Marina nos ofrece un libro colmado de pliegues, de estratos, de posibilidades. No se avanza por sus imágenes sin un deslumbramiento, no se sale a vuelta de sus versos, no se termina sin una revelación”. Este poeta, médico y performer madrileño nos regala un poema apocalíptico de amor perfecto para los tiempos que corren.
- ‘¡Larga vida al trash!’, varios autores (Dos Bigotes).
Homenaje a John Waters, icono del cine underground y de la cultura pop, coordinado por el autor de Scream Queer, Javier Parra, en el que autores como Valeria Vegas, Álex Mendíbil, Esty Quesada o Carlos Barea, entre otros, reflexionan sobre las obsesiones temáticas y formales del director americano a través del análisis de su trayectoria y del impacto de sus películas en la sociedad y en el imaginario colectivo. Este ensayo constituye, como la crítica afirmó sobre Pink Flamingos, “una magistral lección de mal gusto”.
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