El orden natural que nos serena: las esculturas de Juan Asensio
En medio de toda la ebullición de ferias, inauguraciones, convocatorias y eventos en torno al arte que se suceden esta semana en Madrid, en ‘El Asombrario’ nos hemos detenido en una exposición clara y concisa, tan coherente como libre de artificios: ‘Contra Natura’, de Juan Asensio, en la galería Elvira González. Esculturas que surgen de la observación de la geometría de la naturaleza, “instantes de naturaleza que quiero dejar suspendidos en el tiempo”, en palabras del propio artista.
La evolución de Asensio (Cuenca, 1959) como artista ha sido un proceso complejo, fruto de una experiencia de más de 40 años, desde sus primeros contactos con la piedra, material que siempre le ha acompañado –siempre le atrajo “la serenidad de la piedra”–, junto al descubrimiento e influencia de la obra de artistas que podríamos situar en torno al constructivismo y minimalismo, como Brancusi y Oteiza. Asensio creció en contacto directo con artistas como Martín Chirino, Manolo Valdés y Juan Bordes.
Así, las primeras obras figurativas de juventud dejaron paso rápidamente a una etapa donde la simplicidad formal y la abstracción geométrica se situaron como el eje central de su trabajo. Asensio lo explica así: «Pronto me empezó a interesar el hecho de que esa geometría con la que estaba trabajando estuviera tan presente en la naturaleza, me fascina cómo esa geometría ordena, rige y confiere belleza a nuestro alrededor. También me atrajo que en la naturaleza siempre se buscase la solución más simple, procurando la mayor eficiencia con la menor energía posible. Algo parecido a lo que yo intentaba transmitir con mis obras cuando buscaba una mayor intensidad emocional a través de recursos expresivos mínimos».
Son piezas tan geométricas como orgánicas. Lo contaba recientemente el artista durante la inauguración en la galería Elvira González, en la que expone por novena vez (aquí recala desde 1996, cada dos o tres años): “Ese primer acercamiento a la naturaleza desde la abstracción geométrica ha ido dando paso a una obra en la que el mundo de lo orgánico se ha hecho cada vez más evidente, siendo mi principal referencia y punto de partida”.
Instantes de naturaleza
Esta exposición recoge una selección de sus obras más recientes, talladas con la ayuda de un brazo robótico en alabastro de Aragón, mármoles balcánicos, belgas e iraníes, y aluminio con un aspecto que en nada nos parece metálico; un despliegue coherente, tan sólido como delicado, en rotundos blanco, negro y sienas. Del alabastro le atrae su cualidad para retener la luz, cómo la absorbe, frente a cómo la proyecta el mármol; el aluminio le ha ganado últimamente por su ligereza. “Una especie de postminimalismo barroco, donde muestro una naturaleza inerte y silenciosa, paradójicamente, una suerte de ejercicio contra natura. Una reinterpretación de la naturaleza. Persigo captar esos instantes geométricos que rigen la armonía de la naturaleza, y de los que casi nunca somos conscientes, y coagularlos, detenerlos, en el tiempo”.
Son 17 esculturas tranquilas, que reflejan lo más natural, lo más orgánico, a través de lo más racional y geométrico. Asensio ha sabido mirar y valorar esos patrones geométricos que nos rodean y dan sentido y orden, de un copo de nieve, de la corteza de un árbol, de la espiga de un cereal, del entramado de una dalia.
Y así ha trasladado ahí, a las cuatro paredes de una galería blanca en el centro de Madrid (y esta semana también a la feria ARCO), corales, esponjas, hojas, espinas, una semilla, una flor, un panal… Y contemplamos inerte, bellamente petrificado, lo más vivo.
‘Contra Natura’. Juan Asensio. Galería Elvira González, Madrid. Hasta abril.
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