‘Patrick Melrose’, cómo sobrevivir a la infancia, el alcohol y la cocaína
En septiembre llega a las pantallas de España la serie Patrick Melrose, un ácido retrato de un fascinante individuo de la alta sociedad británica que intenta enderezar su vida marcada por una infancia feroz y destructiva que lo conduce a todo tipo de adicciones. Hay salida, aunque tal vez no sea complaciente.
“Pensaba en cómo la vida es sólo la historia de las cosas a las que prestamos atención. Lo demás es solo relleno” Patrick Melrose
Abróchense los cinturones, en septiembre van a necesitarlo si se adentran en esta vertiginosa historia, si se suben a este carrusel de emociones, indescriptible, ácido, tremendamente impactante, hilarante y profundamente doloroso. La miniserie de 5 capítulos que está dejando sin aire a medio planeta: Patrick Melrose (Showtime, 2018) que se estrenará en nuestro país en otoño. Nominada ya a varios premios Emmy, retrata la vida de un fascinante individuo perteneciente a la alta sociedad británica, que intenta enderezar su vida para liberarse de sus múltiples adiciones y sacudirse el yugo del daño que le condicionó en su infancia un padre execrable y una madre emocionalmente perniciosa.
Basada en el quinteto de novelas autobiográficas de Edward St. Aubyn (Las novelas de Patrick Melrose, Random House) de enorme éxito de crítica y lectores, adaptada – con valiente osadía – por el escritor y guionista David Nicholls y dirigida brillantemente por Edward Berger (The Terror, Deustchland 83) abarca varias décadas de la vida de Patrick Melrose (Benedict Cumberbatch) , de los terribles episodios de abuso, sufridos en su infancia, por parte de su padre (Hugo Weaving), y de la indolencia de una madre (Jennifer Jason Leigh) que no hizo nada para detenerlo. Hechos que han conducido Patrick a una dependencia de la heroína, la cocaína y el alcohol.
Los cinco capítulos de la serie nos acercarán sin condescendencia a ese mundo de Melrose, el de la drogadicción, el alcoholismo, la depresión, la culpabilidad y a la hipocresía de la alta sociedad, pero también al de la recuperación, el matrimonio y la paternidad.
El guión de Nicholls adapta cada episodio a una de las novelas, cada una de las cuales es distinta, tanto por el lugar como por la época en que transcurren. Desde los años 80 a los 2000, desde la Riviera Francesa a Nueva York y Londres. Inteligentemente hiladas a través de los flashbacks de una infancia miserable, una experiencia trágica, espeluznante y conmovedora.
Eso sí, no esperen una tranquila visión, la serie no es complaciente con el espectador ni fácil -si por ello nos referimos a dejarnos llevar sin sobresaltos-. El personaje de Melrose posee tantos matices -algunos tan terribles- que puede que se sientan como en una montaña rusa, tan veloz como, en muchas ocasiones, desasosegante. Aunque el director y el guionista confían en que al mostrar la vida desordenada, repleta de situaciones delirantes, conversaciones ácidas, desesperada y tierna, sin juzgarla, el espectador tampoco lo haga y se vea inmerso en su angustiosa existencia que parece abocada hacia un pozo oscuro y sin fondo. Porque por más que el mismo Melrose se burle de sí, y queramos hacernos creer que es un caso aislado, llegaremos a entender, entre tanto desequilibrio, esa clase de conflicto que es la identidad. La suya y la de cualquiera de nosotros.
Patrick Melrose no se queda sólo en un gran estudio de personajes si no que va más allá diseccionando la soledad insoportable del individuo imbuido en una clase social, la llamada alta en este caso, una sociedad hipócrita, un círculo lleno de decadencia, permisividad, codicia, cínica y enferma, que esconde tras su freneético esnobismo secretos inconfesables. Patrick lucha por salvarse, entre todos estos horripilantes seres, en una sórdida realidad que zigzaguea entre el delirio, los traficantes de droga, los bajos fondos, los grandes hoteles o la grotesca aristocracia, (solo por disfrutar la secuencia en que la insufrible y desagradable princesa Margarita (Harriet Walker) aparece como invitada de honor en una cena de lujo, sería suficiente recomendarla).
Las actuaciones, excelentes: inquietante Hugo Weaving como su el monstruoso padre, Jennifer Jason Leigh como la madre perdida, víctima e irresponsable o Jessica Raine como la amiga – amante sarcástica.
Pero esta es la serie de Cumberbatch, es por encima de todo su función, su número, su espectáculo. Quítense los sombreros si los llevan y dispónganse a aclararse la garganta y a preparar sus manos, pues no querrán otra cosa que gritar bravo y aplaudir como locos una vez que este actor les hipnotice con su actuación brillante, llena de matices y tonalidades, ¡magnífica! Con ella Cumberbatch se alza a lo más alto y conquista el lugar que le corresponde como el mejor actor de su generación, dispuesto – seguro – a recibir todos los premios posibles por encarnar a este increíble personaje.
‘Patrick Melrose’ se podrá ver en España a partir de septiembre en Sky.
Comentarios
Por Maria, el 20 julio 2018
Hola. Qué buena pinta. ¿En dónde se podrá ver? Gracias.
Por Amtonio, el 21 julio 2018
Hola María, en principio se verá en septiembre en Sky