Los picnic más modernos suceden en una terraza de Móstoles
El festival Picnic Sessions que organiza el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles llega a su ecuador. Desde el pasado 1 de junio y hasta el próximo 13 de julio, la terraza de uno de los centros de arte contemporáneo más importantes de la capital se llena, las noches de los jueves, con las propuestas de arte performativo, música y danza más vanguardistas y provocadoras.
Mañana le toca el turno a la coreografía/performance Nature FR de Marten Spangberg. Cuando el coreógrafo sueco -considerado “el chico malo de la danza contemporánea” por el periódico The Guardian– presentó esta obra en el Festival Internacional de Teatro de Sant Arcangelo (Italia) en 2014, escribió: “Nature FR es una especie de baile performance o coreografía que olvida y entonces olvida olvidar, pero por el camino se intuye cómo el cuerpo y el baile pueden ser una pierna que se adelanta hacia una oscuridad profunda en una muerte cósmica y un trauma geológico”.
Dice The Guardian que los espectáculos de Spangberg “son el equivalente a la danza del movimiento de los indignados que tomaron las plazas, y no sólo porque hay algunos jóvenes con rastas sentados en alfombras con guitarras“. El artista asegura: «Tenemos que producir algo a lo que el neoliberalismo no sepa hacer frente». Spangberg habla de su trabajo como coreografía, no como performance. La primera «es una herramienta para organizar el tiempo y el espacio», explica, mientras que la performance está enfocada a ser un ‘entertainer‘. Y no estás aquí para divertirte».
The Nature FR from Mårten Spångberg on Vimeo.
El 29 de junio cogerá el testigo Très bien éclairé, obra de la coreógrafa y bailarina residente en Berlín Arantxa Martínez. Según los organizadores de Picnic Sessions, esta obra es “el marco en el que Arantxa reúne las diferentes ficciones corporales que ha ido creando en torno a la idea de cuerpo híbrido. Estas ficciones, independientes entre sí y alejadas del aparato teatral, son figuras en las que el cuerpo se desmarca como producto y artífice de su propia ficción, invenciones híbridas que exploran procesos de penetración e imbricación entre cuerpo y objeto. Este marco se implica, además, en la tarea de intentar reducir el dispositivo de representación al contorno de su cuerpo -sea cual sea y contenga las partes que contenga en ese momento-. Aplastar el dispositivo contra el cuerpo, provocar una cercanía carnal que cuestione la supuesta distancia que los separa». Ese mismo jueves, la artista Claudia Pagès, galardonada con el premio Mondriaan Fonds Werkbijdrage Jong Talent (Holanda), mostrará una de sus últimas performances.
El 6 de julio llegará a la terraza la argentina Mercedes Azpilicueta, que presenta su performance YE-GUA-YE-TA-YU-TA, una declamación en la que la artista emplea una jerga del castellano rioplatense para soltar más de 400 insultos dirigidos a mujeres en Argentina. A modo de exorcismo antropofágico, la pronunciación de cada insulto es desarmada fonéticamente hasta tal punto que se vuelve un canto. El público se encuentra con una pieza vocal por momentos tragicómica, que invita a reflexionar acerca de la gramática de la desigualdad y cómo ésta es cómplice sutil de la agresión verbal: violencia de género invisible pero manifiesta en nuestra oralidad cotidiana.
Anto Rodríguez le seguirá con un concierto performativo en el que el artista propone recordar “canciones cantadas, citas de filósofos convertidas en canciones pop, recuerdos contados, recuerdos re-presentados, bailes, imágenes y relatos».
Fin de festival con la actuación de Pablo Urizal, que lleva a Móstoles su obra .doc, un documento que se realiza y escribe en tiempo real y se construye desde la interacción de quien escribe y el público que funciona como parte del proceso. A través de la acción poética e improvisada, y el juego de dar conceptos, temas y palabras, estas son convertidas en textos cambiantes y activos.
Para el fin de fiesta se han programado dos conciertos. El primero, a las 22.00 horas, del grupo Chanca Vía Circuito, nombre del proyecto musical del productor argentino Pedro Canale. A las Picnic Sessions acude en formato banda, junto a Heidi Lewandowski -violín, voces y vientos-, y Federico Estévez a la percusión; el propio Pedro ocupa los sintetizadores, vientos, percusión, voces y demás magias. Su música propone una reformulación de la World Music latinoamericana en la que procesa ritmos de Brasil, arpas paraguayas, mística andina, la Pampa del folklore argentino y la cumbia.
Una hora más tarde, a las 23.00, le tocará el turno a Ana Rab, una artista de origen sueco-yugoslavo, más conocida por su nombre artístico Gnucci. Cantante, intérprete y compositora, sus sesiones están enfocadas a la música club o música de baile.
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