La poesía-rock de Norma Fierro: «Nadie dijo que las reconciliaciones fueran fáciles»
Poeta por necesidad, periodista de profesión, Norma Fierro escribe desde los cuatro años, pero hasta ahora no había publicado. Huerga & Fierro ha editado su primer libro de poemas, ‘Somos chicos del verano, chicos del invierno’. Y el resultado es estremecedor. Versos con sabor a rock, drogas y amor. Historias de personajes fuertes con muchas debilidades, que buscan reconciliarse consigo mismo y unas veces lo consiguen. Y otras no. Norma Fierro presenta además su libro en los Veranos de la Villa, en un recital ‘spoken word’ como telonera de Saul Williams.
«Vomito todo menos el alma,
esa se retuerce muda
en esta acera de amanecer».
¿De dónde sale este libro, Norma?
Comencé a escribirlo en un momento de ruptura en mi vida, al igual que todos los protagonistas del libro, que viven una ruptura. En un momento de intentar una reconciliación conmigo misma. Y eso me hizo pensar que hay muchas maneras de reconciliarse con uno mismo. La vida te presenta muchos un-antes-y-un-después, y hay muchas formas de tomárselo, y creo que todas son lícitas. Muchas veces puedes salir de ello y reconciliarte contigo misma, y otras veces no, y eso también es lícito. En ese momento de ver hacia dónde tiraba, surgió la idea de plasmarlo en un libro. Yo he escrito siempre, desde los cuatro años, así que hacerlo fue una necesidad. El proceso duró un año. En lo que he trabajado mucho ha sido en procurar que todo estuviese muy enlazado. No es un poemario al uso, de poemas sueltos, sino que busqué una estructura. Y hay un comienzo, un nudo y un desenlace en cada uno de los tres capítulos. Historias de personajes fuertes con muchas debilidades. Llegar a ese ritmo de poesía muy cercana a la narrativa, al relato corto, por el hecho de contar una historia, es lo que más tiempo me ha llevado. Es muy cercano al relato breve, porque son tres historias con un hilo conductor. Los tres capítulos tratan de las reconciliaciones con uno mismo en momentos de crisis , hay personas que se reconcilian y siguen adelante, y otros no pueden. Entonces, quería ver desde diferentes perspectivas cómo puedes o no salir, qué haces.
«Demasiado temperamentales para los entretiempos».
Los tres capítulos tratan de las reconciliaciones con uno mismo en momentos de crisis; hay personas que se reconcilian y siguen adelante, y otras que no pueden. Quería mirar desde diferentes perspectivas cómo puedes o no salir, qué haces.
«Las cortas distancias nunca se pierden
la distancia no las alarga».
«Las largas distancias nunca te salvan
cuando la distancia fue demasiado corta»
«Las distancias que se alargan obligadamente
ahogan cualquier nueva distancia corta».
Has escrito siempre pero hasta ahora no habías publicado…
Así es. En casa tengo seis libros sin publicar, sin ni siquiera haberlos presentado a ninguna editorial. Con éste era la primera vez que llamaba a una editorial.
En la lista de tus referentes, veo que hay muchos más procedentes de la música que de la literatura. Citas a Sylvia Plath y Nick Hornby, pero especialmente citas a Patti Smith, Iggy Pop, Neil Young, Elvis…
Yo he escrito toda mi vida, pero mi influencia máxima siempre ha sido la música. Y eso se plasma a lo largo del libro. Son poemas muy musicales, muy cercanos a las letras de canciones, yo estoy más influenciada por Patti Smith y Bob Dylan, que por escritores. Y a los editores les gustó mucho esa musicalidad de los poemas.
Para ti entonces que le hayan dado un Nobel a Bob Dylan…
… Me parece fantástico.
Y por eso ahora también los quieres presentar con música.
Cuando nos planteamos la presentación del libro, inmediatamente vimos que son poemas que contienen música, que la llevan dentro. Han sido creados con música, y es lo que piden…. Salir fuera del libro con música. Por eso estamos preparando vídeos en torno a algunos poemas. Tenemos ya Rebélate. con Mauricio Pujadas a la guitarra, composición musical de Miguel Marcos y Mauricio, y dirección del videoclip de Jorge Tejerina. Y lo que quiero hacer sobre todo son directos. Llevar la poesía a públicos más amplios que los habituales lectores de poesía. Darle otra lectura al papel. Nos estrenamos a lo grande en los Veranos de la Villa, en la Cuesta Moyano; salimos el 26 de julio, como teloneros de Saul Williams. No me lo puedo creer… Serán recitales de unos 40/45 minutos, en los que presentamos el libro en clave musical, con ritmos muy canallas. Con los poemas de este libro y música desde una versión de Iggy Pop a otra de Patti Smith, pero sobre todo con música propia, entre el rock y el blues.
¿Qué te hace más ilusión, ser una escritora o ser una estrella del rock?
¡¡¡No soy una estrella del rock!!! (Risas). En todo caso, soy una poeta. Me he pasado la vida haciendo poesía.
¿Por qué se repite tanto el número 27 en ‘Somos chicos del verano, chicos del invierno’?
Es una referencia musical. Ser chico del verano es vivir en el subidón absoluto, de mil cosas, con todo lo que tiene de apoteósico la juventud, pero eso es imposible mantenerlo a lo largo de una vida. Porque tras el subidón absoluto viene el bajón absoluto. Y esos son los chicos del invierno. Así que lo que anhelan estos protagonistas es llegar a la estabilidad, a esa primavera. Y lo del 27 es por la maldición del 27 en el rock and roll, muchísimos músicos han muerto a los 27, desde Kurt Cobain a Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison. Por eso son 27 poemas en cada capítulo. Todos ellos son chicos del verano y chicos del invierno. Por eso el libro comienza con una dedicatoria a Elvis, porque también fue un chico del verano y del invierno. De la cumbre a estar destrozado, sin lograr esa estabilidad que es al final la que te proporciona la felicidad. Eso sí, he intentado en todo momento que los personajes sean muy libres, no los juzgo en ningún momento; quiero tanto al personaje que sale adelante como al que se suicida; es un libro en el que hay ganadores que lo han perdido todo y perdedores que aún le echan un órdago a la rutina.
¿Cómo era Norma a los 27?
…Dios, no la recuerdo… Norma a los 27 estaba organizando conciertos como una loca en la FNAC, era una persona con muchos sueños, que escribía muchísimo, que hacía fanzines de poesía y de música, que también trabajaba para una discográfica muy pequeñita haciendo poemas para el encarte de los discos para grupos muy pop, muy naif, como La Buena Vida, que no tenían mucho que ver con su estética, pero que estaba encantada con el reto… Sólo publiqué ahí y en los fanzines. Hasta ahora.
Y la Norma de ahora, ¿cómo es?
Pues es una persona ya más en la primavera. Una persona que ha sido muy chica del verano, menos del invierno, y que ha llegado a su primavera. Aunque en absoluto es un libro autobiográfico, hay una parte de mí en todos estos personajes, de sensaciones y sentimientos, porque a mí también me costó llegar a esa primavera. Y la Norma de ahora es una mujer que tiene su primer libro, con el que está francamente contenta. Y ahora embarcada en la historia del spoken word. Y que se subirá a los escenarios…, ella que siempre ha estado trabajando detrás del escenario.
«Saltamos los medios tiempos presas del punk,
nos salvarían los interludios
y nos agarramos al giro más brusco, al subidón más fuerte»
Yo soy más rock, pero con un espíritu muy punk, vengo del fanzine, del tú te lo haces, me encanta la inmediatez, el no tener prejuicios. Y yo de jovencita escuchaba mucho, mucho punk.
«Sombrío día entre benzedrina que no mata tu pena,
para darte calor me congelas
y no me muevo».
Esos versos son absoluto amor…
Hay en ‘Somos chicos del verano, chicos del invierno’ sexo, drogas y mucho rock…
Sí hay mucho, sí… El chico plateado es un chico con una fuerte adicción… Pero… hay más amor que sexo; amor hay mucho, mucho, como el de esa chica que sigue a su lado todo lo que puede y más. El primer capítulo es la historia de alguien que cae en las drogas y ese es su absoluto invierno.
«Campeones que lo han perdido todo
echamos un órdago a la rutina, tahúres de las dos caras del deseo
nos creímos vencedores.
Pero los ángeles también caen
y ni la vertiginosa juventud de un chico plateado ganará esta partida
con dos fulgurantes ases en la manga,
ven. (…)
Los chicos del invierno no germinan
madurar no es de chicos del verano,
el lado descarnado engancha
pero morir en calendarios malditos no es para ángeles».
Y hay mucha osadía de juventud.
Todos los protagonistas son jóvenes. El primero muere con 27 años; el segundo capítulo son 27 apuntes desde que le abandonan hasta que termina, y el tercero transcurre en 27 meses, los que tarda en perdonarse al sentirse culpable de la muerte de su novia.
¿Añoras algo de esa juventud?
¡Sigo siendo muy joven! (Risas) Aunque intento estar más instalada en la primavera…
«Culpable de tu deseo
inocente de tu tormenta.
Inocente de mi deseo,
culpable de mi tormenta.
Nos engulló ese orgasmo que creímos infinito
y todo es finito,
hasta nosotros, mi vida».
Cuánta ternura, cuánto amor en ese «mi vida».
Es que el primer capítulo es una historia de absoluto amor, sin cursilerías ni sexo.
Amor en la cuerda floja…
«En tu cuerda floja
ando a tientas
haciendo equilibrios en este desequilibrio.
En tu cuerda floja
levanto brazos a contrapeso
en contra de mí, a mi favor,
para no caer, matándome».
Él está metido en drogas y ella intenta desesperadamente ayudarle a salir de todo eso, porque esta, a pesar de todo, profundamente enamorada.
¿Qué canción pondrías como banda sonora de esta entrevista?
My way, de Elvis, sin duda. Porque todos los personajes hacen lo que pueden, y a su manera, porque creo que cada uno debe actuar como cree. Ante una crisis, intentamos actuar como queremos, pero al final terminamos actuando como podemos. Primero como queremos, al final como hemos podido. Y quiero dar a entender que todas las opciones son respetables. Incluso matarse.
Incluso el suicidio rápido y el suicidio lento. «Nadie dijo que las reconciliaciones fueran fáciles»…
Exacto. No podemos pedirnos peras al olmo en esta vida y tenemos que aprender a reconciliarnos con nosotros mismos, es difícil, pero hay que intentarlo. Y que salga lo que salga.
«Saber de ti
saber de tu invierno
pone esta trastienda de vida al revés
y con el alma patas arriba volvería.
Volvería a tu cama
arriba, alma, patas, cama…volvería».
Hay mucha adicción, mucho rock y mucho amor. Hagámoslo a nuestra manera, Norma.
Norma Fierro presenta ‘Somos chicos del verano, chicos del invierno’ en los Veranos de la Villa, en Territorio Moyano. En la Cuesta moyano, a las 20.30. Acceso libre. Le seguirá el recital de Ajo & Judit Farrés. Y a las 22.30 el concierto de Saul williams, el poeta neoyorkino del hip-hop.
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